La lira turca invierte la tendencia alcista de los últimos tres días y Washington amenaza a Ankara con nuevas sanciones
- Se sitúa en torno a 6 unidades por dólar y 7 por euro, en vísperas de la Fiesta del Cordero que paralizará la semana entrante
- Trump vuelve a exigir la liberación sin condiciones del reverendo evangélico estadounidense preso en Turquía
La lira turca ha invertido la tendencia alcista de los últimos tres días, y ha vuelto a situarse en torno a 6 unidades por dólar y 7 por euro, en vísperas de la Fiesta del Cordero musulmana que paralizará la semana entrante.
Aunque en la apertura de los mercados continuaba esta mañana la recuperación iniciada el martes, después de caer el "lunes negro" hasta los mínimos históricos de 7 liras/dólar y 8 liras/euro, una hora y media más tarde la divisa volvía a perder valor. Al estabilizarse tras el mediodía en torno a las 6,9 liras por euro y 6 liras por dólar, similares a los niveles del miércoles pasado, acumulaba un retroceso del 3,9% frente a la moneda norteamericana y del 4% frente a la europea.
A última hora de esta tarde, la Agencia de Regulación y Supervisión bancaria turca (BDDK) ha emitido un comunicado para ampliar el alcance del límite sobre permutas financieras, que había fijado en un 50% el lunes y en un 25% el miércoles pasado. Ha aclarado que ese límite del 25% abarca también futuros, opciones y otros derivados de las permutas.
El retroceso de la lira ha coincidido con la decisión de un tribunal turco de rechazar, por tercera vez esta semana, la petición de puesta en libertad del religioso estadounidense Andrew Brunson, que lleva casi dos años en prisión preventiva en Turquía, un caso que ha exacerbado las tensiones diplomáticas entre Washington y Ankara. El recurso del sacerdote había sido ya rechazado el martes pasado y nuevamente el miércoles, día en el que se trasladó la apelación a un juzgado superior, que hoy ha confirmado el mismo dictamen tras examinar el caso.
EE.UU. amenaza con nuevas sanciones
Hace una semana, después de la entrada en vigor de una primera batería de sanciones estadounidenses, la lira sufrió su mayor desplome en un día desde 2005, una caída que continuó al inicio de esta semana y elevó a un 45% la devaluación acumulada desde comienzos de año de la divisa turca frente al dólar.
En la reunión del gabinete del Gobierno estadounidense del jueves, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha asegurado al presidente Trump que un nuevo paquete de sanciones está ya preparado para entrar en vigor si el pastor evangélico Andrew Brunson no es liberado.
Después, el propio Trump subrayó en su cuenta personal de Twitter que EE.UU. "no pagará nada" a cambio de la liberación de Brunson -a quien ha calificado de "gran rehén patriota"- y ha advertido que su Administración seguirá "recortando a Turquía".
Brunson ha pasado más de un año en prisión -hace unos meses pasó de la cárcel a arresto domiciliario-, acusado de espionaje y terrorismo por, supuestamente, haber ayudado a partidarios de Fethullah Gulen, el clérigo turco residente en EE.UU. al que Erdogan considera el cerebro del intento de golpe de Estado contra él en julio de 2016.
La amenaza estadounidense, lejos de rebajar las tensiones, ha causado una respuesta en la misma línea de Turquía, cuyo ministro de Comercio ha asegurado que su Gobierno contestará con sanciones a EE.UU. similares a las que ese país aplique contra ellos.
"Hemos replicado [a las sanciones estadounidenses] de acuerdo a las normas de la OMC y seguiremos haciéndolo", ha declarado el ministro Ruhsar Pekcan.
En ese intercambio de amenazas, la lira turca aguanta por el momento, ayudada por las medidas de liquidez aprobadas por el Banco Central de Turquía y la promesa de Catar de invertir 15.000 millones de dólares en el país asiático.
El respaldo de Catar se produjo durante la visita del emir Tamin ben Hamad Al-Thani a Ankara, donde este miércoles se reunió con Erdogan. Ese capital, según ha concretado el ministro de Finanzas y yerno del presidente turco, Berat Albayrak, se canalizará a través de los bancos y el sistema financiero turco.
En un comunicado, el Gobierno de Doha aseguró que la ayuda del reino catarí se materializará en "proyectos económicos, inversiones y depósitos".
El año pasado, Ankara mantuvo su apoyo a Catar cuando su monarquía fue acusada por Arabia Saudí y otros Estados árabes de financiar el terrorismo, unas acusaciones negadas en reiteradas ocasiones por Doha.