Trump flexibiliza el uso de carbón y asesta un nuevo golpe al legado de Obama
- El Gobierno ha presentado una iniciativa que permite a los Estados preservar el carbón como fuente energética
- Prevé reducir en 400 millones al año los costes energéticos y reducir las emisiones de CO2 un 1,5% en 2030
Donald Trump se ha propuesto poner fin a la "guerra contra el carbón" iniciada por Barack Obama durante su mandato y cuyo objetivo era la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero. El Gobierno de Estados Unidos ha presentado este martes una propuesta que reemplaza la legislación medioambiental del expresidente y que deja en manos de los estados la regulación de las emisiones de las centrales térmicas de carbón, reduciendo así los costes energéticos en los que incurren las empresas.
De esta manera, la nueva medida, bautizada plan de Energía Limpia Asequible (ACE, por sus siglas en inglés), prevé reducir en 400 millones de dólares (349,5 millones de euros) al año "la carga" que tiene que soportar la industria local debido a la anterior normativa, según ha informado este martes la Agencia de Protección Ambiental (EPA).
Antes de llegar a la Casa Blanca, Trump ya prometió que acabaría con el plan medioambiental de Obama y auguró una liberalización del sector y una recuperación de la industria del carbón en Estados Unidos como objetivos a alcanzar durante su mandato. De hecho, una de sus primeras medidas fue la retirada en junio de 2017 del Acuerdo de París para la lucha contra el cambio climático.
La nueva propuesta entraría en vigor por decreto del presidente Donald Trump, aunque corre el riesgo de ser bloqueada en el Tribunal Supremo en caso de que se presente una demanda, tal y como de hecho le pasó al Plan de Energía Limpia (CPP, por sus siglas en inglés) del expresidente Obama.
Reducción de los costes energéticos y de las emisiones de CO2
El administrador interino de la EPA, Andrew Wheeler, ha asegurado que la nueva normativa permitirá a los consumidores ahorrar dinero y a los trabajadores mantener sus puestos, al tiempo que se protege el medioambiente.
Según fuentes del organismo, en comparación con el CPP, esta nueva regulación permitirá reducir los costes energéticos de las industrias entre un 0,2 y un 0,5% de aquí en 2025.
Además, según aseguran, la nueva normativa reducirá en última instancia las emisiones de CO2 previstas para 2030 en torno a un 1,5% gracias a "una mejora de la eficiencia" en la producción industrial.
Con esta nueva medida, el Gobierno dará un plazo de tres años a los estados para establecer sus propios estándares para la regulación del uso del carbón y que deberá, a continuación ser aprobado por la EPA en un año. En caso de no ser aprobada la propuesta estatal, el Gobierno federal podrá implantar su propia normativa.
Críticas a la medida
Durante la anterior Administración, la EPA estimó que el Plan de Energía Limpia de Obama podría prevenir de 2.700 a 6.600 muertes prematuras y de 140.000 a 150.000 ataques de asma en niños. Por este motivo, diversos movimientos sociales y legisladores han rechazado este martes el anuncio del Gobierno.
"La regulación propuesta debilitaría los esfuerzos realizados por el Gobierno federal para limitar las emisiones dañinas que provienen de las plantas de energía más sucias. Sin embargo, no va a poder detener a las ciudades, Estados y empresas de EE.UU. que están definiendo su rumbo tomando como guía a la ciencia y no a la política", ha dicho en Carter Roberts, presidente WWF.
El CPP impulsado por Obama requería que los Estados cumplieran con los estándares específicos de reducción de emisiones de dióxido de carbono basados en su consumo individual de energía.
Sin embargo, la EPA responde: "La ACE que reemplaza el anterior CPP, que era una norma excesivamente restrictiva y costosa, devuelve el poder a los Estados, promueve la independencia energética y facilita el crecimiento económico y la creación de empleo".