Enlaces accesibilidad
Hungría | Derechos Humanos

HRW denuncia el "trato inhumano" de Hungría por negar alimentos a los solicitantes de asilo

  • Según la ONG, el Gobierno ha dejado de proporcionar comida a las personas cuya solicitud de asilo ha sido rechazada
  • Los activistas creen que el Gobierno del ultraderechista Viktor Orbán pretende ahuyentar a los migrantes de sus fronteras

Por
Reparto de alimentos a los refugiados en la estación húngara de Hegyeshalom
Voluntarios reparten alimentos a los refugiados en Hungría en octubre de 2015.

La ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este miércoles que el Gobierno húngaro ha dejado de proporcionar alimentos a los solicitantes de asilo cuyas peticiones fueron rechazadas en las fronteras de HungríaUna vez rechazadas sus solicitudes, los migrantes permanecen en las zonas de tránsito en las fronteras a la espera de que se resuelvan las apelaciones a los trámites y es allí donde Hungría "viola los derechos humanos".

Según la organización, las autoridades húngaras dejaron de repartir alimentos en los centros de retención de las personas a principios de agosto y llegaron incluso a prohibir a madres compartir los alimentos con sus familiares.

El Gobierno húngaro se ha inmerso en un nuevo nivel de inhumanidad al rechazar alimentar a las personas bajo su custodia

"El Gobierno húngaro se ha inmerso en un nuevo nivel de inhumanidad al rechazar alimentar a las personas bajo su custodia", ha asegurado la investigadora de la organización en Europa del Este, Lydia Gall, que añade que, aunque es "completamente absurdo y escandaloso", hay personas que han tenido que recurrir a los tribunales "para obtener una rebanada de pan.

Con la medida, Budapest actúa con "cinismo" y pretende forzar a la renuncia de los refugiados y ahuyentarlos del país, según los activistas.

Prohibido repartir alimentos entre familiares

Como ejemplo, HRW cita los casos de dos familias afganas y una pareja de hermanos sirios a los que se les negó la comida. Aunque una mujer con un bebé recién nacido y los niños de las familias sí recibieron alimentos, se les prohibió compartirlo con sus familiares, según han contado sus representantes legales a la ONG.

El pasado 10 de agosto, la ONG Comité Helsinki Húngaro llamó la atención sobre la difícil situación de los refugiados, agravada desde que entró en vigor en julio la nueva legislación por la que Hungría rechaza todas las demandas de asilo de las personas que han llegado desde un país considerado seguro, como Serbia.

Las mañanas de RNE - Hungría emplea gases lacrimógenos para impedir que los refugiados crucen la frontera

En su comunicado, la ONG recuerda que, aunque no existe una legislación explícita que obligue al Gobierno húngaro a alimentar a los solicitantes de asilo, Hungría sí está obligada a no violar el Derecho Internacional ni las leyes de Derechos Humanos como país perteneciente a la Unión Europea. "Esto incluye darles alimentos, agua, acceso a la higiene y tratamiento médico", señala la ONG.

Hungría se escuda en su ley que considera delito asistir a migrantes

Desde julio, el Gobierno decidió no proporcionarles alimentos al ampararse en la ley que proviene del denominado 'paquete para detener a Soros', por el que se considera delito conceder asistencia humanitaria o acoger a las personas solicitantes de asilo.

De hecho, la organización ya ha demandado a las autoridades húngaras ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que ha obligado al país a alimentar a las seis familias de refugiados denunciantes en una sentencia inmediata y provisional.

Aunque el Gobierno ha cumplido la sentencia, la ONG denuncia que sigue aplicando su medida "inhumana" en muchos otros casos: el pasado domingo, las autoridades negaron el acceso a un centro de tránsito a un pastor que quería entregarles comidas.

Por último, HRW insta a la Unión Europea a actuar y a añadir esta última vulneración de derechos humanos "a la larga lista de preocupaciones humanitarias en Hungría, y enviar un claro mensaje de que abusar de los solicitantes de asilo y saltarse las leyes de la UE tendrá serias consecuencias". La dureza de la política migratoria del ultraderechista presidente Viktor Orbánfue condenada en junio por la Comisión de Venecia (Consejo Europeo) y por las instituciones europeas.