Los planos de fabricación de armas de plástico en 3D, disponibles en internet pese a la orden judicial que lo prohíbe
- Su creador alega que el veto afecta sólo a su distribución gratuita, y él cobra lo que el cliente quiera pagar
- Justicia apoya el levantamiento de la suspensión, pero el fiscal general denuncia que esas armas son indetectables
Los planos para fabricar armas de plástico con impresoras 3D ya están en internet, a pesar del mandato judicial estadounidense que prohíbe su difusión. Así lo ha anunciado su inventor, Cody Wilson, quien alega que ese veto se refiere a "la distribución gratuita de los planos" y eso se evita con la fórmula que ha empleado, por la que cobra por los planos lo que el comprador quiera pagar.
Wilson, que es director de Defense Distributed (DD), explica que la orden del juez federal del Distrito del estado de Washington, Robert Lasnik, se refiere también a la forma de envío de los mismos en base a cuestiones de seguridad, no a su comercialización responsable.
"La orden nos impidió simplemente regalar las cosas, se trata solo de una autorización para poder venderlo, ya que podemos enviarlo por correo electrónico o en una memoria USB, de manera segura", ha señalado durante una rueda de prensa en Austin (Texas), donde se encuentra la sede de DD.
De momento, el fiscal general estadounidense, Jeff Sessions, ha asegurado que perseguirá la producción y posesión de armas de fuego hechas con impresoras 3D, que suponen una amenaza porque son indetectables por los dispositivos de seguridad y carecen de números de serie.
Casi 400 pedidos en una hora
Cody Wilson, un joven empresario, anarquista y libertario radical de 30 años, empezó a difundir sus tutoriales en 2013, pero fue bloqueado por varias demandas presentadas por la Administracion Obama. Sin embargo, no ha dudado en desafiar a los jueces al afirmar que "todos los que quieran estos archivos en Estados Unidos los tendrán".
Su compañía, según ha revelado él mismo, recibió 392 pedidos de planos de armas 3D en la hora aproximada que duró la conferencia de prensa, con ofertas "de entre 1 y 15 dólares".
La empresa no establece ningún precio para los archivos, aunque Wilson reconoce que "la publicidad generada por la pelea legal" les ha permitido recaudar 200.000 dólares en donaciones en una semana, la mitad del dinero que pretenden obtener para continuar el desarrollo del proyecto.
La orden del juez, emitida este lunes, llegó después de que el pasado día 15, el Departamento de Justicia registrara un documento apoyando el fin de la suspensión temporal a las actividades de distribución de Wilson, al alegar fallos en la argumentación de los demandantes, formada por 19 estados y el Distrito de Columbia.
En medio de la controversia, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, opinó que no tenía "mucho sentido" que se pudieran imprimir estos dispositivos en casa, pese a que su propio Gobierno lo había permitido.
"Estoy viendo [el tema de] las armas de plástico 3D que se venden al público. Ya he hablado con la NRA [siglas en inglés de la Asociación Nacional del Rifle], ¡no parece tener mucho sentido!", escribió Trump en la red social Twitter, sin dar más detalles. Esa asociación reúne a partidarios de la posesión de armas y fabricantes de las mismas.
Luz verde del Gobierno federal en junio
Wilson anunció que el 1 de agosto pasado iba a volver a publicar en su web manuales de instrucciones para reproducir pistolas y rifles en impresoras en tres dimensiones, después de alcanzar un pacto con el Gobierno federal, que bajo el mandato de Obama, inició en 2013 una ofensiva legal contra las actividades de Wilson con el argumento de que sus manuales violan las leyes de exportación de armas de fuego.
Sin embargo, en una decisión por sorpresa, la Administración Trump llegó a un pacto en junio con Defense Distributed para permitir la distribución de las instrucciones de impresión por internet.
Además, el acuerdo estableció que esos tutoriales de impresión están aprobados "para publicación de cualquier forma" y que el Gobierno estadounidense pagaría los 40.000 dólares de las costas legales en que incurrió Cody Wilson.