El cómic contra la discapacidad
- Ocho personas del centro Centro Ignacio Claver de Martillué han realizado un cómic
- Cuentan la historia del centro, que celebra su 30 aniversario
Hacer un cómic no es fácil, y mucho menos para personas con discapacidad intelectual. Pero ese desafío y ese esfuerzo puede resultar muy beneficioso para ellos. Por eso destacamos el que han realizado ocho usuarios del centro Ignacio Claver de Atades Huesca, ubicado en Martillué (Jaca), que celebra su 30 aniversario, y que han presentado en el Salón del Cómic Hispano-Francés de Jaca.
Tania, una de la monitoras del centro encargadas de coordinar la historia asegura que: "Lo primero es que no hay diferencia entre unos y otros, todos somos capaces, cada uno a su manera y en la medida de sus capacidades, de hacer muchas cosas, con más o menos ayuda, como el grupo de ocho 8 usuarios de ATADES HUESCA que ha realizado este cómic".
"Además -continúa- todo se ha hecho entre todos, con tormentas de ideas para decidir entre todos qué querían hacer y lo que no. Fuimos tachando lo que no nos convencía... Y todo se ha votado. Ellos han vivido este cómic como una responsabilidad, porque tenían fecha de entrega y se han puesto las pilas y han aportado todas las ideas posibles. Ha sido muy enriquecedor para todos".
Cómo hicieron el cómic
En cuanto a cómo hicieron el cómic, Tania asegura que: "Primero escribimos una historia con el personaje y lo que queríamos contar y luego lo dividimos en viñetas. Contamos la historia del centro, su evolución, y cómo ha cambiado en estos treinta años, desde 1988 hasta 2018".
“Y todo –continúa- a través de la historia de un peregrino fránces que pone el mapa al revés y se pierde, apareciendo en Martillué. Se encuentra con el centro, que solo llevaba un mes y apenas contaba con seis usuarios y tres trabajadores. Le prestan ayuda y treinta años después vuelve el peregrino. La primera vez viajaba en burro y ahora en bicicleta. Y vuelve a encontrarse con Rockefeller, que lo atendió en el 88 y que vuelve a recibirle en 2018. Rockefeller es un poco el personaje principal y ha sido creado por Roberto, el usuario que más tiempo lleva en el centro. Y eso nos permite contar los cambios que ha habido en estos treinta años".
"En cuanto a los dibujos -continúa- sacamos fotografías sobre el centro y su historia. Y luego cada uno ha dibujado como podía, calcándolos en la ventana o a mano. Y luego los han pintado con lapiceros acuarelables. Roberto ha dibujado a Rockefeller muchas veces y cada vez de una manera. Pero como es su autor puede hacer lo que quiera y siempre mantiene la esencia del personaje".
"El año pasado -añade- ya hicimos un cómic más rudimentario que les sirvió para aprender los elementos de los tebeos: qué es un bocadillo, una viñeta... y este año ya hemos hecho algo más elaborado. Nos hemos lanzado a realizar un cómic contando la historia del centro.
El cómic como terapia
La encargada de presentar el acto ha sido Marta Gasca, pedagoga terapeuta y directora de Cultura RSC (Responsabilidad Social Corporativa). "El cómic es una herramienta de comunicación fantástica. Ayuda a poner en lectura fácil historias muy diferentes. Se puede usar para enseñar a leer, porque es una forma muy sencilla de hacerlo y con gran apoyo visual. También sirve para crear lectores".
"En el caso concreto de personas con discapacidad -continúa Marta- nos ayuda a ver que todos podemos aportar. Y ellos pueden expresarse de una forma más sencilla porque lo pueden hacer mediante un dibujo o con frases muy concretas. Y les sirve para expresar y transmitirnos sus emociones".
"De esta forma -añade-, hacer un cómic les va a resultar mucho más fácil y gratificante que escribir un libro, por ejemplo. El cómic es una herramienta muy versátil que nos puede ayudar a comunicarnos a todos y poner en valor a esas personas con discapacidad. Por eso el cómic se utiliza mucho en estos casos, tanto en los centros de educación especial como en centros más asistenciales. Cuando haces terapia ocupacional te sirve para trabajar distintas habilidades, desde lo grafo-motriz a la parte cognitiva. Por eso se usa mucho el cómic con discapacitados y gente mayor"
El cómic también es ideal -concluye- para trabajar tu imaginación y mantener la mente activa, para trabajar la grafo-motricidad, lo que es el dibujo, la escritura... Y no hace falta saber dibujar. Puedes hacer un monigote como Cutlass y contar una historia increíble o una viñeta super-elaborada como las de Calderón. Depende de la habilidad de cada uno. Está demostrado que todo lo que es colorear, dibujar... ayuda a estar más relajado y a aliviar los niveles de estrés y ansiedad. Por eso para las personas mayores, que además tienen mucho tiempo, dedicar un tiempo a crear, a pensar y a dibujar tu historia, puede ser algo muy terapéutico"
Tras el éxito de la experiencia, los 8 artistas del cómic aseguraban que el Salón de Jaca les estaba dando muchas ideas para el próximo cómic.
30 años en el Pirineo
El centro Ignacio Claver de Atades Huesca, inició su andadura en 1988. Al principio funcionó como centro de día con apenas 10 usuarios, y posteriormente, a partir de 1991, como Residencia. En 2010, el centro vacacional comenzó a funcionar a pleno rendimiento y se creó una Granja Escuela. El centro ha seguido creciendo con un nuevo taller ocupacional, un Centro Vacacional con pista de educación vial, varios bungalós y un albergue de peregrinos que será inaugurado el próximo mes de octubre.