Tráfico investiga si el accidente de Avilés fue causado por una indisposición del conductor
- La ausencia de frenada y la trayectoria del vehículo apuntan a esa posibilidad
- Cuatro heridos siguen hospitalizados, dos de ellos en situación "extremadamente grave"
La Guardia Civil investiga si una indisposición del conductor pudo causar el accidente del autobús de la compañía Alsa que el lunes provocó en Avilés (Asturias) la muerte de cinco personas.
El Sector de Tráfico, que ha asumido la investigación del siniestro, trata de determinar si el conductor pudo haber sufrido una indisposición que le impidiera controlar el vehículo antes de empotrarse contra el pilar del paso elevado.
La ausencia de frenada en la calzada, la trayectoria que siguió el vehículo, con una salida de vía por el carril derecho e invasión del izquierdo para continuar en línea recta antes de arrollar los conos que delimitaban la zona de obras son las "claves" en las que el Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Asturias centra sus investigaciones.
Para los investigadores, estos elementos son "básicos" pues aportan pistas "importantes" para determinar si el conductor del autobús, O.L.M., de 40 años, pudo haber sufrido una indisposición al volante, según han confirmado a EFE fuentes del caso.
La hipótesis que más fuerza ha cobrado en las últimas horas es que el conductor hubiera sufrido un desvanecimiento, mareo, bajada de glucosa o infarto, como se planteó en un primer momento.
Aunque en el lugar donde se produjo la colisión, en la AI-81 de acceso a Avilés, la velocidad está limitada a 70 km/h y las primeras averiguaciones apuntan a que el autocar circulaba "entre 80 y 90 km/h", la tesis del exceso de velocidad no es la principal línea de trabajo, según las fuentes.
Desde la empresa ALSA han señalado que el conductor pasó satisfactoriamente su último reconocimiento médico el pasado mes de abril, y que el autocar había superado su última ITV en marzo y su último mantenimiento el pasado 19 de agosto.
"Un referente en seguridad vial"
La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, ha confirmado estas hipótesis y ha señalado que no hay rodadas en la calzada donde tuvo lugar el accidente, lo que demostraría que el conductor "es una víctima también" y que no tuvo capacidad de reacción.
"Si hubiera sido un despiste, hubiera tenido capacidad, porque los propios pivotes le hubieran alertado", ha declarado Losa, que ha añadido que "lo más probable es que haya sufrido un problema de salud que le haya hecho perder el control".
Por su parte, el director de la DGT, Pere Navarro, ha explicado que aún es "prematuro" para saber lo que ha ocurrido y que hay que esperar que la Guardia Civil lleve a cabo una reconstrucción del siniestro. No obstante, ha insistido en que Alsa, la compañía que operaba el autocar, "es un referente en seguridad vial, muy comprometida y para ellos la seguridad es una obsesión". "Insisto en que ALSA no es una empresa pirata o extraña; probablemente sea la más importante en transporte de pasajeros y siempre ha sido un referente”, ha remarcado.
Dos heridos "extremadamente graves"
De los quince heridos que fueron hospitalizados tras el siniestro, once ya han sido dados de alta mientras que cuatro permanecen ingresados, dos de ellos en estado "extremadamente grave".
En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, están entubadas y con respiración asistida dos mujeres, mientras que una tercera pasajera y el conductor presentan una situación menos grave y están "clínicamente estables".
Tanto el conductor como las tres pasajeras, de 44, 56 y 62 años, presentan traumatismos craneoencefálicos, abdominales, de tórax y extremidades.
Luto en Avilés
Este martes centenares de personas han guardado cinco minutos de silencio en Avilés como señal de duelo por las cinco personas fallecidas en el peor accidente de tráfico en las carreteras del Principado de los últimos 20 años.
Además de Avilés, toda Asturias vive este martes una jornada de luto en la que las banderas de los edificios oficiales ondean a media asta. Las víctimas mortales son tres hombres y dos mujeres de entre 52 y 77 años.