La policía británica lanza una orden de arresto contra dos rusos por el envenenamiento de Skripal
- El exespía ruso fue envenenado junto a su hija con una neurotóxina en Salisbury en marzo
- Los sospechosos llegaron a Londres desde Moscú el 2 de marzo y regresaron el día 4
La policía británica ha lanzado una orden de arresto contra dos ciudadanos rusos por intentar asesinar al exespía ruso Sergei Skripal, envenenado con un agente neurotóxico junto a su hija en la localidad británica de Salisbury el pasado mes de marzo.
La policía antiterrorista ha informado de que los sospechosos llegaron al aeropuerto de Gatwick procedentes de Moscú el 2 de marzo y regresaron a Rusia el día 4 por la tarde en un vuelo que partió de Heathrow con destino a la capital rusa. En su cuenta de Twitter la policía metropolitana de Londres ha publicado imágenes de los sospechosos, que responden a los alias de Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, y ha hecho un llamamiento para recabar el testimonio de posibles testigos.
La primera ministra británica, Theresa May, ha afirmado en la Cámara de los Comunes que Petrov y Boshirov pertenecen al GRU, el servicio de inteligencia militar de Rusia y actuaron "bajo instrucciones de altos funcionarios del Estado ruso", según se desprende de la investigación. Un caso que ha provocado la mayor crisis diplomática desde la guerra fría.
Scotland Yard y la Fiscalía británica consideran que hay suficientes pruebas para acusar a ambos de intento de asesinato, delito del que están acusados en la euroorden emitida, y de manejar un arma química prohibida. Entre los detalles que han ofrecido apuntan que los sospechosos rondan los 40 años, viajan con auténticos pasaportes rusos, ya habían visitado Reino Unido antes del ataque y se alojaron en el City Stay Hotel en Bow Road al este de Londres.
Los Skripal estuvieron hospitalizados varias semanas tras ser envenenados con el agente nervioso Novichok, de fabricación rusa, lo que llevó al Gobierno británico a culpar al Kremlin del ataque. Una acusación que respalda ahora el jefe de los servicios antiterroristas del Reino Unido, Neil Basu.
Basu añade que se han encontrado restos de Novichok en la habitación del hotel en la que se alojaron los sospechosos. El agente nervioso fue introducido dentro de un frasco falsificado de un perfume de Nina Ricci y rociado con un spray en la puerta de la casa del exespía.
Semanas más tarde una mujer británica falleció al rociarse con el agente nervioso por error al encontrar el spray en un contenedor y creer que era perfume.
La Fiscalía británica, sin embargo, no ha solicitado la extradición a Rusia de los sospechosos porque la Constitución rusa no permite la extradicción de sus ciudadanos, pero en el caso poco probable de que visitaran algún país europeo podrían ser detenidos por la euroorden.
Rusia niega cualquier relación
Por su parte, el Ministerio de Exteriores ruso ha indicado que esos nombres no le dicen nada y apela a una estrecha cooperación con Londres y "un cuidadoso análisis" para resolver casos como el del ataque a Skripal y su hija. También ha denunciado "una manipulación de la información" y rechaza cualquier acusación.
Moscú ha citado al embajador británico en Moscú para exigirle las huellas dactilares de los primeros sospechosos pero Reino Unido se ha negado a entregar "ningún material", según ha anunciado la portavoz de Exteriores rusa, María Zajárova.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskok, afirma que su posición no ha cambiado y "no tenemos ningún nuevo detalle porque el gobierno británico se negó a invitarnos a cooperar en este incidente". Ha añadido que espera "oír algo razonable sobre este asunto". La televisión pública rusa usa imágenes satíricas antes de informar sobre las órdenes de arresto de Petrov y Boshirov, en línea con el Kremlin, que lamenta que "en vez de una investigación auténticamente independiente", Londres haya recurrido "a la diplomacia de la megafonía antirrusa".
Rusia ha enviado a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW por sus siglas en inglés) un documento en el que alega que no tuvo nada que ver con el envenenamiento, según recoge la agencia rusa RIA.