Dos ministros dimitidos y varios conatos de crisis en apenas 100 días de Gobierno de Pedro Sánchez
- Carmen Montón renuncia a la cartera de Sanidad por la polémica sobre su máster
- Se une a la dimisión de Máxim Huerta y a otras crisis de gestión del gobierno socialista
La dimisión de la ministra de Sanidad, Carmen Montón, a consecuencia de las presuntas irregularidades del máster que cursó en la Universidad Rey Juan Carlos en 2011, es el segundo gran varapalo que recibe el Gobierno de Pedro Sánchez en apenas 100 días de existencia, después de la renuncia exprés que el pasado mes de junio protagonizó el ministro de Cultura, Màxim Huerta, que solo duró seis días en el cargo al conocerse que había cometido un fraude fiscal entre 2006 y 2008.
La información publicada por eldiario.es sobre varias supuestas irregularidades en el máster que cursó Montón sobre estudios de género, organizado por el Instituto de Derecho Público de la URJC, el mismo de los polémicos postgrados de Cristina Cifuentes y Pablo Casado -bajo investigación judicial-, ha desencadenado esta última crisis en el Gobierno, saldada en dos días con la dimisión de la ministra.
De nuevo, un escándalo del pasado de un ministro supone su salida del Gobierno y una nueva mancha sobre la histórica foto que presentó el Ejecutivo de Pedro Sánchez en las escalinatas de Moncloa, con un gabinete en el que por primera vez había más mujeres que hombres y destacaba por su variedad de perfiles.
También de nuevo, el dimisionario se marcha convencido defendiendo que no hay nada turbio en su proceder y que su decisión se debe a su compromiso con la transparencia y la reputación del Gobierno. Pero lo cierto es que cuando el 14 de septiembre se cumplan cien días desde que se presentó el gobierno del PSOE, dos de sus ministros ya han tenido que dimitir por polémicas personales no relacionadas con la gestión de sus respectivos ministerios.
Otros ministros cuestionados
Además, en este simbólico período que suele considerarse "de gracia" y cortesía para los gobiernos debutantes, los partidos de la oposición han pedido la dimisión de otros dos ministros: el titular de Agricultura, Luis Planas, hasta que fue desimputado de un delito ecológico por una trama de robo de agua en el entorno de Doñana; o la titular de Justicia, Dolores Delgado, por sus declaraciones sobre cómo defendería el Ejecutivo al juez Pablo Llarena ante la Justicia belga.
"Goles por la escuadra", "globos sonda" y otras rectificaciones
A otra escala, otros ministros han sufrido en poco tiempo sus primeras crisis de gestión. A finales de agosto, la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, reconoció que la aprobación por parte de la Dirección general de Trabajo de un sindicato de trabajadoras sexuales suponía uno de los disgustos "más gordos" de su vida profesional. "Me han colado un gol por la escuadra", dijo entonces.
Valerio tuvo que recurrir a la Abogacía del Estado para que anule ese sindicato que salió de su departamento en clara contradicción con el proclamado feminismo del Gobierno. El caso no provocó la dimisión de la ministra, pero sí de la directora ganeral de Trabajo, Concepción Pascual, quien firmó la autorización.
En otras de las banderas del Gobierno, el ecologismo, se ha visto comprometido su mensaje cuando Pedro Sánchez anunció una futura subida del impuesto al uso del diesel y pocas horas después, la ministra de Industria, Reyes Maroto, calificaba de "globo sonda" el anuncio de su jefe, que ella desconocía.
Hace unos días, la polémica también afectó al Ministerio de Defensa, que encabeza Margarita Robles, con la noticia de que paralizaba la venta de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí ante la posibilidad de que fueran usadas contra la población civil en Yemen, un anuncio que ha tenido que enmendar ante las consecuencias que podría tener en forma de cancelación del encargo de Arabia de cinco corbetas al astillero de San Fernando en Cádiz.