Hallan la diversidad genética que puede salvar a los koalas de la extinción
- Permanece unas 20 horas al día dormitando y utiliza las cuatro horas restantes para alimentarse con hojas de eucalipto
Un nuevo estudio publicado en Australia encontró poblaciones de koalas genéticamente diversas a lo largo del país, lo que abre la puerta a una gestión con enfoque geográfico que permita proteger a esta especie de la extinción.
Estudios anteriores señalaron que estos emblemáticos marsupiales tienen una baja diversidad genética, muchas veces como resultado del declive de su población provocado por la interferencia humana o por enfermedades.
La nueva investigación analizó el genoma del koala e identificó a varias poblaciones con diversidad genética anterior a la colonización europea y su caza intensiva para vender su piel a principios del siglo XX.
"Para poder proteger a los koalas en toda Australia así como gestionar su cautiverio debemos entender cuán diversos son genéticamente estas poblaciones y cuán saludables son", dijo Kyall Zenfer, de la Universidad James Cook (JCU), en un comunicado.
La investigación, publicada en la revista científica Heredity, indicó que los koalas, a pesar de sus requerimientos dietéticos específicos, viven tanto en los bosques subalpinos del estado de Victoria, en el sureste del país, como en las forestas tropicales del estado nororiental de Queensland.
Sin embargo, su distribución no es continua en este rango territorial y algunas poblaciones habitan en lugares que no les son comunes pero a las que fueron reubicados.
"Sabemos que no es prudente trasladar a estos koalas entre estas regiones porque viven en climas diferentes y se han adaptado a diferentes ambientes, pero el estudio nos da una primera indicación de la escala geográfica en la que se deben gestionar estos animales", añadió Shannon Kjeldsen, de la JCU.
El koala (Phascolarctos cinereus), que en lengua aborigen significa "sin beber" -en alusión a que el 90 por ciento de su hidratación proviene de las hojas de eucalipto que come-, está considerado especie vulnerable en los estados de Queensland y Nueva Gales del Sur y en el Territorio de la Capital Australiana.
Se trata de un animal muy delicado y especialmente sensible a cualquier cambio en el medioambiente, permanece unas 20 horas al día dormitando o descansando, y utiliza las cuatro horas restantes para alimentarse con hojas de varias especies de eucaliptos.