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Rusia

Las Pussy Riot denuncian el posible envenenamiento de uno de los activistas que saltaron en la final del Mundial

  • Según la banda punk rusa, Piotr Verzilov se encuentra hospitalizado y su vida "corre peligro"
  • La pareja del activista ha asegurado que comenzó a sentirse mal y perdió "la vista, el habla y la movilidad"

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Un activista de Pussy Riot, hospitalizado por posible envenenamiento
Piotr Verzilov saluda a la salida de su declaración por la invasión de campo en la final de Mundial 2018.

El grupo punk ruso Pussy Riot ha denunciado este jueves el posible envenenamiento del activista Piotr Verzilov, uno de los que protagonizaron la invasión de campo que se produjo durante la final del Mundial 2018 entre Francia y Croacia.

La plataforma ha asegurado a través de un mensaje en la red social Facebook que Verzilov se encuentra hospitalizado en cuidados intensivos y que su vida "corre peligro, creemos que ha sido envenenado".

Piotr Verzilov, de 30 años, y otras tres mujeres afiliadas a la banda punk anti-Kremlin cumplieron una condena de 15 días por saltar al campo ante la presencia del presidente ruso, Vladimir Putin, y otros altos cargos durante la final celebrada en Moscú. El activista es el editor de Meduza, una publicación independiente online dedicada a denunciar la violación de derechos humanos dentro del sistema penal ruso.

[Mira las claves de las Pussy Riot]

"Comenzó a perder la vista y el habla"

La pareja de Verlizov, Veronika Nikúlsina, ha asegurado en declaraciones a Meduza que el activista comenzó a sentirse mal tras una vista en un tribunal el pasado martes. Se acostó sobre las seis hora local para descansar y cuando Nikúlsina llegó a su casa, dos horas después, "se despertó y dijo que estaba empezando a perder la vista".

"Entre las ocho y las diez su estado empezó a empeorar gradualmente. Primero su vista, luego su capacidad de habla y después la de moverse", ha afirmado.

"Cuando llegaron los paramédicos, respondió a todas sus preguntas y les aseguró que no había comido nada", añade.

Su estado empeoró rápidamente y empezó a convulsionar, cuenta la pareja del activista

Entonces su estado empeoró rápidamente y "empezó a convulsionar". En el camino al hospital, "en la ambulancia, ya estaba balbuceando, cayó en un estado medio inconsciente y dejó de responder y de reconocerme", cuenta Nikúlsina.

La mujer dice que inicialmente los médicos no hallaron "nada malo" en su diagnóstico, pero en torno a la una de la madrugada fue trasladado "repentinamente" a la unidad de toxicología del hospital.

El personal médico se negó a confirmarle que hubieran detectado algún signo de envenenamiento, alegando que únicamente era pareja de hecho del activista, por lo que no tenía "ningún derecho" a ser informada del resultado de los análisis.

El médico dijo que su estado era grave, pero que su salud empezaba a mejorar y él comenzaba a responder a su nombre", ha añadido.

Encerradas en prisión desde el mes de marzo, las componentes del grupo musical punk ruso "Pussy Riot" están haciendo desafinar al nuevo Gobierno de Putin. En Rusia se han unido fuerzas en torno al proceso judicial contra las cantantes, que amenazan con ser el estribillo de la canción de moda en aquel país: el himno de la oposición unida. Informe Semanal ha entrevistado en Moscú a familiares de las artistas y a sus abogados. Hemos recogido voces de la Iglesia Ortodoxa que, en pleno auge tras la caída de la URSS, apuntala las tesis oficiales. Y también nos hemos reunido con los portavoces de la oposición que acusa a Putin de usar el poder legislativo para acabar con cualquier tipo de disidencia. El Kremlin prepara leyes que califican a las ONG's de ser "agentes de desestabilización extranjeros", calificativo que no se oía desde la caída del muro o el final de la Guerra Fría.

La madre no pudo visitarle

Los amigos de Piotr Verzílov han relatado al mismo diario digital que su madre quiso visitarle en el hospital el miércoles pero el personal de la clínica no se lo permitió e incluso "rehusaron comentarle el estado de salud y el diagnóstico preliminar" de Verlizov.

"En el hospital, le dijeron que no tenían el permiso para dar esa información. Le dijeron que se fuera y fueron irrespetuosos. Dijeron que no podía quedarse e insistieron en que no podían darle ninguna dato sobre su hijo hasta que él mismo firmase la autorización", señala Meduza.

Pussy Riot alcanzaron notoriedad en 2012 cuando sus integrantes fueron encarceladas por protagonizar una protesta contra Putin en una catedral ortodoxa de Moscú. El grupo se ha convertido desde entonces en un símbolo de la protesta contra el régimen del presidente ruso.