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Las esculturas de Antoni Miró llenan de erotismo y polémica la Marina de Valencia

  • Ha habido críticas por lo explícito de las piezas que se ubican en el paseo donde las pueden ver niños
  • El comisario de la muestra: "Parece que preocupa más el erotismo" que la corrupción o el terrorismo

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Esculturas de Antoni Miró llenan de erotismo y polémica la Marina de Valencia
Esculturas metálicas de reminiscencia griega con escenas sexuales muy detalladas, del artista alcoyano Antoni Miró.

Esculturas metálicas de reminiscencia griega con escenas sexuales muy detalladas, del artista alcoyano Antoni Miró, inundan la Marina de Valencia sin escapar de la polémica entre los que ensalzan la exposición por tratar el sexo con naturalidad y los que la consideran demasiado explícita para un espacio público de ambiente familiar.

Junto al emblemático edificio Veles e Vents y entre el agua y la antigua base del Alinghi, una hilera de más de una docena planchas metálicas de gran tamaño -tanto la figura como su molde- evocan desde este fin de semana el arte griego con volúmenes en los que se distinguen penes, genitales femeninos y pechos y que representan escenas en plena masturbación, a punto de realizar una penetración, una felación o practicar sexo anal.

Esculturas de Antoni Miró llenan de erotismo y polémica la Marina de Valencia

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Se trata la exposición impulsada por Presidencia de la Generalitat y la Conselleria de Cultura con la que se va a inaugurar "La base", el nuevo espacio creativo y cultural en la que era la sede del equipo suizo de la Copa del América de vela.

Paseando a pie, en bicicleta o patines, valencianos y turistas que pasaban por la zona han descubierto la muestra y han defendido que es simplemente arte y que representa la naturaleza y el cuerpo humano, mientras que otros, escandalizados, han criticado que es demasiado explícita y debería estar en un sitio donde no pasen tantos niños.

Escenas eróticas grecolatinas

Fernando Castro, el comisario de la exposición de las esculturas de Miró, ha mostrado su sorpresa por la polémica y ha sostenido que "parece que preocupa más el erotismo" que la corrupción o el terrorismo. La muestra forma parte de una revisión con varias series de las obras del artista alcoyano que se exhibirán posteriormente.

"Lo que de momento se ha visto es únicamente las esculturas del exterior. Esa serie se llama 'Suite erótica'", ha apuntado Castro, quien ha explicado que es una "visión de las escenas eróticas grecolatinas" y corresponden a piezas, grabados y pinturas de erotismo griego y latino de museos como el de Nápoles u otros de arte clásico.

"Con la cantidad de cosas de las que uno se puede escandalizar en el presente; si nos escandalizamos de imágenes que reproducen los grabados de la cuna de la civilización de Grecia y la Roma Imperial, apaga y vámonos", ha dicho.

Respecto a las críticas por lo explícito de las imágenes en un espacio de ambiente familiar Castro ha alertado de que a "esos mismos niños sus padres les ponen a jugar con videojuegos" de violencia y con armas militares.

Castro ha asegurado que la muestra "no tiene connotaciones pornográficas, salvo que en Grecia, pornógrafo significaba el que hace la crónica de los detalles de la vida cotidiana": el periodista, y ha recurrido al dicho de que "la perversión o la provocación está en el ojo del espectador".

"La cuestión de si los niños viéndolo se van a provocar es una visión unilateral de la infancia. Los niños son menos ignorantes de lo que creemos que son", ha apuntado y ha incidido en que si esos mismos niños pueden ver cuerpos desnudos en la Capilla Sixtina del Vaticano o escenas eróticas, de terror o violentas, como el Fusilamiento del 2 de mayo en el Museo del Prado