Enlaces accesibilidad

CaixaBank vende su participación del 9,36% en Repsol tras 22 años de relación

  • La compañía estima que perderá unos 450 millones de euros con la operación
  • Lo hará mediante un programa de ventas antes de que concluya el primer trimestre de 2019

Por
Sucursal de CaixaBank
Sucursal de CaixaBank

El Consejo de Administración de CaixaBank ha decidido vender su participación accionarial del 9,36% en la petrolera Repsol, un paquete con valor de mercado superior a los 2.500 millones de euros, mediante un programa de ventas antes de que concluya el primer trimestre de 2019. La compañía, que mantenía una histórica relación de 22 años con la energética, estima que perderá unos 450 millones de euros con la operación.

Según ha informado la entidad bancaria a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía saldrá del capital de Repsol en varias operaciones. Por un lado, a través de la liquidación anticipada de dos contratos de permuta de renta variable ('equity swap') que representan un 4,61% del capital. El 'equity swap' es un derivado que permite a la entidad bancaria asegurarse un precio de venta y mantener los derechos políticos a costa de ceder temporalmente a un tercero los derechos económicos de la participación.

Y por otro, mediante la venta en el mercado del 4,75% restante, con el objetivo de finalizarlo antes del primer trimestre de 2019. Las ventas se limitarán diariamente a un máximo del 15% del volumen negociado en el día.

Tras la decisión, los consejeros dominicales de CaixaBank en el consejo de administración de Repsol, Jordi Gual, presidente de la entidad financiera, y Gonzalo Gortázar, consejero delegado, han presentado su renuncia al cargo.

Pérdidas de 450 millones en el primer trimestre de 2019

La entidad financiera estima que este programa de ventas de la participación en Repsol resultará en una pérdida extraordinaria neta de, aproximadamente, 450 millones de euros en la cuenta de resultados del tercer trimestre de 2018.

CaixaBank enmarca esta operación en los objetivos del plan estratégico 2015-2018 de la entidad, entre los que se incluía reducir el peso del consumo de capital de la cartera de participadas, que al cierre de 2014 alcanzaba el 16%.

De este modo, la compañía sale del capital de una de sus dos grandes participadas, y se mantiene por el momento en el de Telefónica, donde controla aproximadamente el 5%, parte de este porcentaje también en 'equity swaps'.