El papa intenta calmar el recelo de los católicos chinos después del acuerdo suscrito con Pekín
- El pontífice dice entender la "confusión" y los "sentimientos encontrados" de los fieles
- En el acuerdo, el papa se compromete a reconocer a siete obispos de la iglesia oficial china
El papa Francisco ha intentado calmar el recelo de los católicos chinos ante el reciente acuerdo entre la iglesia oficial y la iglesia vaticana. En un intento por continuar con el diálogo entre ambas instituciones, el pontífice ha emitido un comunicado dirigido a la comunidad católica en el que dice entender la "confusión" y "sentimientos encontrados" que el principio de acuerdo puede causarles.
El papa ha hecho un llamamiento a la reconciliación de los 12 millones de católicos chinos, continuando el principio de entendimiento que se materializó el sábado pasado en la firma de un acuedo provisional entre El Vaticano y Pekín por el que el Papa reconocía a siete obispos nombrados por la iglesia oficial, y no por la Santa Sede.
Este principio de acuerdo pretende, en última instancia, acabar con la distinción actualmente existente entre la Iglesia Patriótica Católica, la iglesia oficial creada por las autoridades comunistas en 1949 sin reconocimiento vaticano, y la iglesia vaticana, clandestina en China.
Una de las voces más excépticas dentro de los fieles al Papa es el arzobispo emérito de Hong Kong, el cardenal Joseph Zen, que ha advertido este miércoles de que el acuerdo firmado podría provocar la eliminación de la iglesia clandestina, lo que supondría "una traición" a los fieles chinos.
“El gobierno chino acabará eliminando a la iglesia clandestina con la ayuda de la Santa Sede“
"El gobierno chino acabará eliminando a la iglesia clandestina con la ayuda de la Santa Sede", ha denunciado Zen al tiempo que señalaba que todas aquellas personas "contentas" con el acuerdo "están del lado ds el gobierno y no del de la iglesia".
Con este texto el papa Francisco pretende despejar las dudas y temores que la firma del acuerdo genera en muchos católicos y sacerdotes chinos que durante años han tenido que vivir en la clandestinidad o han sufrido cárcel por obedecer a Roma. En este sentido, el pontífice ha manifestado su "sincera admiración" por la fidelidad de la comunidad católica china.
Será el pontífice el que nombre a los obispos
El papa ha señalado que para restablecer la unidad es imprescindible afrontar la cuestión de los nombramientos episcopales, uno de los principales escollos durante décadas para la normalización de relaciones. Por ello, ha confirmado "conceder la reconciliación a los siete obispos oficiales vivos ordenados sin mandato pontificio".
En contrapartida, les pide "que manifiesten, a través de gestos concretos y visibles, la restablecida unidad con la Sede Apostólica y con las Iglesias dispersas por el mundo", ha indicado el pontífice que este martes a la vuelta de su gira de cuatro días por los países bálticos dejó claro que los obispos serán nombrados siempre por el pontífice aunque buscando "de forma conjunta buenos candidatos".
El papa Francisco se ha dirigido específicamente a los jóvenes católicos chinos, para pedirles "colaboración en la construcción del futuro del país".
Intereses más allá de la religión: Taiwán
Los lazos diplomáticos entre China y el Vaticano son oficialmente inexistentes desde 1951 por la excomunión por parte de Pío XII de dos obispos designados por Pekín. Un gesto al que las autoridades chinas respondieron con la expulsión del nuncio apostólico, que se asentó en la isla de Taiwán.
El Vaticano es uno de los 17 países, y el único en Europa, que reconocen a la República de China, el Gobierno establecido por los nacionalistas chinos en la isla, que Pekín considera parte de su territorio.
Para establecer relaciones diplomáticas, China exige a cualquier país que no reconozca a Taiwán, por lo que el Gobierno de Taipei tiene razones para la inquietud, aunque ha asegurado que la Santa Sede le ha dado garantías de que no hay un cambio de postura.