La presunta víctima de Kavanaugh no duda en señalarle como el chico que intentó abusar de ella en el instituto
- Christine Blasey Ford comparece en el Senado: "El ataque de Brett marcó toda mi vida"
- La supuesta víctima reconoce no recordar todos los detalles sobre la fiesta
Christine Blasey Ford, la primera mujer que acusó al juez Brett Kavanaugh de abuso sexual, ha comparecido este miércoles ante el Comité Judicial del Senado sobre el supuesto episodio. Preguntada por la identidad de su agresor Ford se ha mostrado segura de que era Kavanaugh: "Estoy tan segura de ello como de que ahora estoy hablando con usted", ha sentenciado en una comparecencia en la que ha insistido en que el supuesto ataque de Kavanaugh le ha "marcado toda la vida" aunque ha reconocido no acordarse de todos los detalles de esa fiesta en el verano de 1982.
“Estoy tan segura de ello como de que ahora estoy hablando con usted“
Al comienzo de su intervención Ford ha manifestado estar "aterrorizada" pero decidida a hablar. "Estoy aquí porque creo que es mi deber como ciudadana" para que "se replanteen la nominación del señor Kavanaugh a la Corte Suprema", ha expresado.
Ford ha confesado haber "agonizado" durante meses desde que supo de la nominación de Kavanaugh al Supremo, tratando de reunir el valor para hacer pública su historia.
Se sometería a una prueba con polígrafo
La presunta víctima ha reconocido no recordar todos los detalles sobre la fiesta donde supuestamente fue agredida sexualmente. "No tengo todas las respuestas, no recuerdo todo lo que me gustaría". Sin embargo, "los detalles de aquella noche que ahora hacen que este aquí no los podré olvidar nunca. Me han estado quemando y me han perseguido episódicamente de adulta", ha explicado Ford.
Ford tenía 15 años cuando tuvo lugar la fiesta en la que Kavanaugh habría intentado abusar de ella. Ford ha relatado que Kavanaugh la introdujo en una habitación a la fuerza cuando ella iba al baño. "Empezó a tocarme, hincaba sus caderas en mí. Grité esperando que alguien abajo me escuchara e intenté escaparme pero pesaba demasiado", ha recordado. En la habitación también se encontraba Mark Judge, un amigo del juez. "Pensaba que Mark me iba a ayudar pero no fue así", ha señalado.
“Empezó a tocarme, hincaba sus caderas en mí. Grité esperando que alguien abajo me escuchara e intenté escaparme pero pesaba demasiado“
"Intentó quitarme la ropa pero le costaba porque iba borracho y yo llevaba un bañador debajo. Pensaba que me iba a violar, intenté gritar pero Brett me puso la mano en la boca, eso fue lo que más me asustó", ha seguido explicando Ford que finalmente consiguió escapar y se encerró en un cuarto de baño hasta que escucho que Kavanaugh y Judge abandonaban la habitación. "Les escuché salir, se iban riendo entre ellos", ha puntualizado.
Una vez acabado el relato de los hechos, Ford ha respondido a las preguntas de los miembros del Comité. Preguntada por si tiene dudas sobre la identidad de su agresor Ford ha respondido "en absoluto".
Preguntada por si se sometería a una prueba de polígrafo, Ford ha accedido reconociendo que sería algo "muy tenso". "Daría toda la información y que la máquina diga lo que tenga que decir", ha sentenciado.
Ford sufrió ansiedad y fobia tras la agresión
Desde esa noche de verano de 1982 Ford ha asegurado que ha sufrido, a causa de ello, "ansiedad, fobia y síntomas similares al estrés postraumático" como claustrofobia o pánico.
"Durante mucho tiempo estaba tan aterrorizada que no se lo pude decir a nadie, hacía como si nada hubiera pasado" hasta que se lo contó a su pareja en 2002 antes de casarse.
Mientras Ford testificaba, un grupos de mujeres activistas se han manifestado a las puerta de sala en silencio; con la boca tapada con papeles en los que se ha leído Believe the survivors ("Creed a las supervivientes") o Believe women ("Creed a las mujeres").
Kavanaugh ha seguido la comparecencia de Ford desde el despacho del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, en el Senado. El equipo legal de la supuesta víctima pidió que en ningún momento Kavanaugh y Ford se cruzaran.
Tras el filtro del comité, la votación se pasaría al pleno del Senado, donde los republicanos solo tienen dos votos de margen. La clave puede recaer en la dirección del voto de dos senadoras republicanas moderadas.