El ministro de Exteriores ruso bromea con la implicación de Rusia en las elecciones catalanas

• Lavrov durante una rueda de prensa: "Estamos muy ocupados interfiriendo en Cataluña"
• Respondía así a la pregunta sobre la 'intención' de Rusia de atraer a los agricultores de Sudáfrica

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, durante la rueda de prensa tras participar en la 73 Asamblea General de la ONU el viernes 28 de septiembre de 2018.

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, ha bromeado este viernes con que su país no tiene tiempo de preocuparse de la situación que viven los agricultores sudafricanos porque "estamos demasiado ocupados entrometiéndonos en las elecciones de Cataluña".

En una rueda de prensa en la ONU tras participar en la 73 Asamblea General Lavrov fue preguntado por si Rusia estaba tratando de aprovechar el descontento de agricultores sudafricanos con la reforma de la propiedad de la tierra en ese país, que impulsará un cambio en la Constitución sobre la posibilidad de expropiar tierras sin compensación para lograr un sistema de propiedad más equitativo.

Sobre esa cuestión, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió a su secretario de Estado, Mike Pompeo, que estudiase con detenimiento la incautación y expropiación de tierras y granjas en Sudáfrica, y el "asesinato a gran escala de agricultores", lo que generó una fuerte polémica.

En 2017 se divulgó una supuesta interferencia de Moscú en la crisis catalana

En la ONU, preguntado sobre si Rusia estaba aprovechando esta situación en el área, Lavrov tiró de ironía y dijo: "No, esta vez estamos ocupados entrometiéndonos en las elecciones de Cataluña. No tenemos tiempo para esto. Es demasiado lejos".

Rusia ha protagonizado diversas polémicas por su presunta influencia en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 con ciberataques e informaciones falsas en las redes sociales.

En noviembre de 2017 se divulgó una supuesta interferencia de Moscú en la crisis de Cataluña, que tendría por objetivo promover el independentismo a través de internet, asunto que llegó a amenazar las relaciones bilaterales entre Rusia y España.

En ese momento, el ministerio ruso de Exteriores advirtió de que las acusaciones "infundadas" del Gobierno español contra Rusia podían dañar las relaciones entre los dos países y pidió a Madrid que presentara pruebas.