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Las críticas a la oposición protagonizan el inicio del congreso de los conservadores británicos

  • Theresa May confía en que el Brexit será un éxito
  • Hay posiciones dispares dentro de los tories sobre las negociaciones con la UE

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Theresa May asiste al congreso del Partido Conservador
Theresa May entre los asistentes al congreso del Partido Conservador en Birmingham

Faltan solo seis meses para el Brexit, para la salida del Reino Unido de la Unión Europa y los conservadores británicos han comenzado su reunión anual en Birmingham. Y lo hacen divididos y con la primera ministra Theresa May en una difícil posición.

La primera ministra no hablará hasta el miércoles, pero hoy en una entrevista con la cadena BBC ha dicho que confía en que el Brexit será un éxito, "independientemente" del resultado de las negociaciones con la UE, que atraviesan un momento crítico.

El plan, que propone la creación de un mercado común de bienes británico-comunitario con equivalencia regulatoria, fue considerado defectuoso por el Consejo Europeoo (Austria), al concluirse que vulneraría la integridad del mercado único y no resuelve el asunto clave de la frontera irlandesa.

Pero May ha afirmado este domingo que es "ambiciosa" con el Reino Unido y ha insistido en la idoneidad de su plan de Chequers para abandonar el bloque comunitario.

May ha reconocido en la BBC que los meses finales de las negociaciones con Bruselas pero que su Ejecutiva seguirá centrándose en "llegar a un buen acuerdo".

Críticas al Partido Laborista el primer día del congreso

Las críticas al Partido Laborista han protagonizado el arranque del congreso anual de los conservadores que se celebra hasta el próximo miércoles en la ciudad inglesa de Birmingham. El presidente de la formación que ocupa el Gobierno del Reino Unido, Brandon Lewis, ha abierto la veda en contra del principal partido de la oposición y su líder, Jeremy Corbyn.

Lewis ha afirmado que los laboristas quieren "destruir" todo lo que ha conseguido el Reino Unido como país y devolverlo a "la casilla de salida" y ha tildado las ideas izquierdistas de Corbyn como peligrosas.

Para el presidente "torie", el jefe de la oposición es un hombre "que a través de sus acciones y sus palabras" durante muchos años "se ha mostrado como poco cualificado, indigno de confianza y no apto para gobernar este gran país".

El ministro británico de Comercio Internacional, Liam Fox, se ha sumado a los reproches y ha censurado los "intentos" del Partido Laborista por "frustrar" el plan del Brexit de la primera ministra Theresa May.

Fox aseguró que "el Reino Unido tiene el potencial de ser una superpotencia exportadora del siglo XXI", al tiempo que ha opinado que "lo que realmente temen los inversores globales" es un Gobierno laborista.

Desavenencias internas sobre las negociaciones con la UE

Para el ministro, el congreso anual de la formación, que se encuentra inmerso en desavenencias internas respecto a cómo debe el Gobierno negociar la salida del país de la Unión Europea (UE) con Bruselas, debe servir para "mostrar optimismo y confianza" en el futuro del Reino Unido.

Por su parte, el responsable de la cartera de Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt, ha lamentado que el Partido Laborista ya no está dirigido por "patriotas" sino por "extremistas".

Además, Hunt, que ocupó el cargo el pasado mes de julio tras la dimisión del exministro Boris Johnson, quien abandera la corriente contra el plan del Brexit de May dentro del Partido Conservador, se ha preguntado donde han ido a parar la "confianza y los ideales" del sueño europeo.

El antiguo fiscal británico Dominic Grieve, defensor de la permanencia en la Unión Europea (UE) antes del referéndum de 2016, ha advertido a May desde las páginas de The Sunday Telegraph que hace frente a una "rebelión" por parte de los diputados conservadores más pro-europeos.

Además, aseguró que varios de ellos estarían dispuestos a secundar la celebración de un nuevo plebiscito si el Ejecutivo no es capaz de llegar a una acuerdo de salida con los Veintisiete.