La Haya falla a favor de Chile y rechaza que deba negociar la salida al mar con Bolivia
- El gobierno boliviano no ha obtenido acceso soberano al océano Pacífico
- Después de cino años, el CIJ lo ha decidido por 12 votos a favor y 3 en contra
- El juez ha recordado que "la tradición no convierte la negociación en una obligación"
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha rechazado este lunes por 12 votos a favor y 3 en contra que Chile esté obligada jurídicamente a entablar negociaciones con Bolivia para que este país obtenga un acceso soberano al océano Pacífico.
Los jueces han decidido, por la misma diferencia de votos, rechazar las peticiones de Bolivia, que había pedido que se declarase que Chile había incumplido en el pasado esa obligación de negociar.
La CIJ ha concluido que las notas, actas y diferentes declaraciones entre ambos países a lo largo del siglo XX y principios del XXI implican que ha existido una intención de negociar por parte de Chile, pero ello no significa que este país haya adquirido una obligación jurídica.
La tesis de Bolivia de que todas esas declaraciones fuesen acumulativas también ha sido rechazada por la CIJ.
Juicio entre Estados
Los magistrados igualmente han desestimado el argumento de La Paz de que los diferentes contactos entre las partes le habrían generado "expectaciones legítimas", pues éstas sólo deben ser consideradas en "laudos arbitrales entre un inversor privado y un Estado", pero no en un juicio entre Estados.
Asimismo, ha añadido que las diferentes resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) conminando a ambos países a sentarse a negociar "no constituyen una base legal para establecer una obligación a negociar", rechazando otro de los argumentos de Bolivia.
No obstante, los magistrados han agragado en sus conclusiones generales que la decisión tomada este lunes "no debe impedir que las partes continúen su diálogo e intercambios en un espíritu de buena vecindad".
Dicho diálogo abordaría "los asuntos relacionados con el enclaustramiento de Bolivia", una solución para la cual "ambos han reconocido que es un asunto de interés mutuo".
Bolivia, tristeza ante el fallo
Hace más de un siglo Bolivia perdió unos 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de terreno y sus relaciones diplomáticas con el país vecino giraron en torno a esta cuestión. Hubo negociaciones voluntarias, pero no llevaron a nada. Bolivia consideró que esos encuentros obligaban a Chile a seguir negociando. El juez ha desestimado todos sus argumentos.
Este lunes el país ha recibido con tristeza el fallo adverso de La Haya en su demanda marítima contra Chile, que había generado una gran expectación en el país, donde se espera una reacción oficial del Gobierno boliviano.
Los actos previstos en espacios públicos, como plazas de las principales ciudades del país y sedes de distintas instituciones, han quedado suspendidos por la decisión favorable a Chile.
El opositor Luis Revilla, alcalde de La Paz y líder de Soberanía y Libertad, ha manifestado que "es un balde (de) agua fría para el país en su conjunto".
En Bolivia se instalaron puntos para seguir el fallo del tribunal en espacios como la plaza Murillo de La Paz, junto a las sedes del Gobierno y el Parlamento bolivianos, con pancartas en apoyo de la causa boliviana, banderas y actuaciones folclóricas.
En Santa Cruz, la mayor ciudad y capital económica de Bolivia, hubo una ofrenda a la Pachamama o Madre Tierra para rogarle su apoyo en la demanda.
Chile ofrece diálogo
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha afirmado que la corte de La Haya "ha hecho justicia" al rechazar la demanda marítima de Bolivia y ha tendido una mano al Gobierno de Evo Morales para colaborar y dialogar en los temas de interés bilateral.
"La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha hecho justicia y ha puesto las cosas en su lugar estableciendo de forma clara y categórica que Chile nunca ha tenido, tampoco tiene, ni ha incumplido ninguna obligación en materia de derecho internacional", ha dicho Piñera en una declaración en el Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo.
El mandatario ha considerado que la demanda boliviana "nunca tuvo ningún sustento" y ha acusado a Morales de haber creado "falsas expectativas" a su pueblo.