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Muere el cantante Charles Aznavour a los 94 años

  • El músico y compositor fue un mito de la canción romántica francesa y ha vendido más de cien millones de discos
  • Algunos de sus temas más conocidos e inolvidables son "La Bohème", "La Mamma" o "Take me"

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Muere Charles Aznavour a los 94 años

El cantante francés de origen armenio Charles Aznavour ha muerto a los 94 años en su domicilio de Alpilles. Aznavour es un mito de la canción en Francia a la altura de su gran amiga Edith Piaf y aún permanecía activo sobre los escenarios.

Recientemente, había regresado de una gira por Japón después de haber anulado algunos conciertos el pasado verano por una fractura en un brazo, aunque el artista achacaba su longevidad profesional a su curiosidad y ganas de seguir aprendiendo. De hecho, su última actuación en nuestro país fue en el Liceo de Barcelona el pasado junio donde cantó sentado en un taburete la mayor parte del tiempo.

Nacido en París como Shahnour Varinag Aznavourian de padres armenios, el cantante, actor y compositor ha vendido más de 100 millones de discos en 80 países. Por su carisma y elegancia ha sido descrito a menudo como el Frank Sinatra galo, en un estilo que mezcla a la perfección la canción melódica y el romanticismo de la "chanson" francesa.

La vida de Charles Aznavour, en imágenes

La vida de Charles Aznavour, en imágenes

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  • Charles Aznavour posa para una sesión fotográfica en noviembre de 2017

    La vida de Charles Aznavour, en imágenes

    Charles Aznavour posa para una sesión fotográfica en noviembre de 2017.
  • El artista franco-armenio Charles Aznavour posa con su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood

    La vida de Charles Aznavour, en imágenes

    El artista franco-armenio Charles Aznavour posa con su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en 2017.

Aznavour, que también ha mantenido un compromiso social constante con sus orígenes armenios, ha sido un infatigable embajador de la cultura francesa por todo el mundo y uno de los autores más prolíficos de su país, también se le conocía con el sobrenombre de Charles Aznavoice y se le atribuye la mítica frase show must go on (el show debe continuar).

Algunos de sus temas más conocidos e inolvidables son "La Bohème", "La Mamma" o "Take me", pero en su faceta como compositor escribió para Juliette Gréco, Gilbert Bécaud o Edith Piaf, quién fue una de sus grandes apoyos y amiga. Su carrera cinematográfica le convirtió, además, en astro mundial y contaba con su propia estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood desde 2017. En su faceta como actor, rodó a las ordenes de François Truffaut (Dispara al pianista), Volker Schlondorff (El tambor) o Claude Chabrol (Los fantasmas del sombrerero).

El incombustible embajador de la chanson francesa

Con más de 1.200 canciones, 80 películas, 294 álbumes, centenares de discos de oro, platino, de diamante y miles de conciertos en 94 países, Aznavour ha actuado y grabado en siete lenguas y sus canciones han sido versionadas por numerosos artistas como Elton John, Bob Dylan, Plácido Domingo, Céline Dion, Julio Iglesias, Liza Minnelli y Ray Charles.

Animado por su madre, desde muy joven tocaba el violín en las calles. Al término de la Segunda Guerra Mundial, su encuentro con el pianista Pierre Roche marcó el inicio de sus trabajos musicales, aunque es su relación con el editor musical Raoul Breton la que acabó siendo crucial para su carrera. Breton le presentó a Piaf.

Aznavour pasó entonces a ser un estrechó colaborador de "La Môme", a cuyo servicio trabajó como secretario, chófer y compositor.

"Escribí para ella varias canciones y me convertí en su confidente durante varios años", rememoraba el artista.

"Il pleut" (1948), "C'est un gars" (1950), "Il y avait" (1950), "Rien de rien" (1951), "Une enfant" (1951), "Je haïs les dimanches" (1951) figuran entre los títulos que la profunda voz de Piaf popularizó.

En los años 50, Aznavour se lanzó como intérprete. En medio de críticas al timbre de su voz y a su falta de magnetismo sobre el escenario, el cantante tardó varios años en sentirse reconocido, hasta que un recital en Casablanca en 1956 cambió su destino.

A partir de entonces, se subió a los más prestigiosos escenarios de París, como el Olympia y el Alhambra. Con temas como "Sur ma vie" y "Je m'voyais déjà", su carrera despegaba finalmente, cuando ya contaba con 36 años.

Después de vivir en Suiza y Estados Unidos, y de implicarse en la reconstrucción de Armenia, tras el terremoto que asoló ese país en 1988, el cantante prosiguió en los 90 y en los 2000 su intenso ritmo de conciertos, tanto nacionales, como internacionales.

El cantante, muy discreto sobre su vida privada, se casó tres veces y tuvo seis hijos, tres de ellos con su última esposa, Ulla, con quien estuvo casado durante más de 50 años.