Los padres de Nadia niegan haber utilizado a su hija para enriquecerse
- Están acusados de estafar más de un millón de euros por lo que la Fiscalía pide seis años de cárcel
- En el juicio han seguido insistiendo en que "la vida de Nadia corre peligro"
Fernando Blanco y Margarita Garau, la pareja acusada de un delito de estafa por quedarse con 1,1 millón de euros en donativos que recaudaron en una campaña solidaria fingiendo que los fondos eran para tratar a su hija Nadia de una enfermedad rara, han asegurado no haber utilizado a la niña para enriquecerse.
Además el padre ha insistido en que su hija corre aún "un riesgo inminente de muerte" en la primera sesión del juicio celebrada en la audiencia de Lleida, donde la Fiscalía pide una condena de seis años de cárcel para cada uno.
Además, Blanco ha explicado que antes de crear la fundación con la que supuestamente cometieron la estafa, él mismo había sufragado diversos tratamientos y operaciones, a los que Nadia habría sido sometida en hospitales tanto nacionales como internacionales, para tratar de mejorar su calidad de vida y, en la medida de lo posible, alargársela. Ha dicho que pudieron ir pagando los tratamientos con sus ahorros ya que trabajó durante años en una tienda de vinos en Fígols i Alinyà (Lleida) y que, además, impartía conferencias de motivación por las que llegaba a cobrar "hasta 8.000 euros".
Así crearon la Asociación Nadia Nerea
Decidieron crear la Asociación Nadia Nerea para la Tricotiodistrofia y Enfermedades Raras de Baleares para que la niña "pudiera ser tratada y operada por otros médicos", ya que en su opinión en la sanidad pública desconocían cómo abordar la enfermedad rara de la pequeña.
El padre de Nadia ha dicho que no recuerda el importe total que se llegó a recaudar con la asociación pero que, en todo caso, lo gastaron en tratar a su hija en centros situados fuera de España. Sí que ha hablado de los supuestos tratamientos que recibió Nadia en París y ha explicado que a través de una punción en la nuca de "los especialistas le extraían genes, los mutaban y los volvían a introducir al cabo de un mes".
Por otra parte, Blanco ha afirmado ante las preguntas del ministerio fiscal que en 2012 se llevó a cabo una campaña para recaudar 50.000 euros y poder operar a Nadia en Houston , EE.UU.. El fiscal ha preguntado a Blanco si en enero de 2013, cuando se tendría que haber llevado a cabo la intervención de la menor, él y su esposa disfrutaban de unos días de vacaciones en un hotel de Mallorca y Blanco, ante dicha pregunta, se ha limitado a decir que no sabía responder al respecto.
La madre de Nadia: "Él se encargaba de todo"
Por su parte, la madre de Nadia, Margarita Garau, ha asegurado que era su marido el que "se encargaba de todo", aunque ha subrayado: "ni Fernando ni yo engañamos, ni hemos utilizado a nuestra hija".
En relación a los tratamientos que recibió Nadia, Garau ha confesado no haber acompañado nunca a su hija a ninguno de ellos porque, aparte de "tener pánico a volar", es también muy "aprensiva".
Preguntada por si vio en su momento las punciones en la nuca de Nadia, tal como ha explicado Fernando Blanco durante su intervención, Garau ha dicho: "nunca le aparté el pelo para verlos porque confiaba en lo que me había comentado mi marido".
Durante la sesión han continuado las contradicciones: Garau ha afirmado que ella nunca había dicho que su hija no hubiera estado en Houston, aunque después ha confesado que no disponía de pasaporte.
En cuanto al manejo económico de fundación, de la que era tesorera, ha señalado que desconocía el estado de las cuentas y que ni siquiera disponía de tarjeta de crédito para poder extraer fondos.
En estos momentos, la pequeña Nadia Nerea vive con una tía materna en Binissalem, Islas Baleares, municipio al que se trasladó en diciembre de 2016 cuando el juzgado decretó prisión para su padre y libertad con cargos para su madre, quien perdió su costodia y solo puede verla durante los fines de semana.