"Rompo el silencio": el grito de las víctimas de abuso sexual en la infancia
- 'Save the Children' lanza una campaña con testimonios de personas que sufrieron abusos siendo menores
- La mitad de las denuncias por abusos sexuales tienen a un menor como víctima. Sólo el 30% de los casos llega a juicio
"Mi padre abusó de mí desde los siete hasta los doce": con estas palabras Nadia hace público el secreto que guardó durante 20 años. Consiguió contarlo cuando fue madre y vio a su padre y abusador con su hija en brazos. Provocó una catarsis en su familia: su madre y su abuela contaron que también habían sufrido abusos. Ahora quiere evitar que sus hijas puedan pasar por algo así.
Su caso forma parte de la campaña "Rompo el silencio" de la ONG 'Save the Children', que cuenta con testimonios de víctimas de abuso sexual cuando eran menores y pide al gobierno un impulso a la tramitación de la Ley de Protección Integral frente a la Violencia contra la Infancia, cuyo anteproyecto pasó el mes pasado por el Consejo de Ministros. La ONG calcula que al menos el 10% de la población sufre algún tipo de abuso en su infancia.
"Sus testimonos son una muestra inequívoca de que existe una problemática arraigada en nuestra sociedad. Seguimos sin las herramientas jurídicas necesarias para garantizar la protección de los menores", explica a EFE Andrés Conde, director general de 'Save the Children'.
Más de 4.000 denuncias al año
La mitad de las denuncias por abuso sexual tienen a un menor como víctima. La ONG calcula que hay más de 4.000 denuncias anuales, y crecen cada año. Pero el dato más doloroso es que 'Save the Children' cree que que se denuncian solo el 15% de los casos reales.
De los que se atreven a dar el paso muy pocos consiguen llegar a juicio. Las denuncias son desestimadas, o bien porque en la instrucción no se observan pruebas suficientes (en la mayoría de los casos solo se cuenta con el testimonio de la víctima), o bien porque el delito ha prescrito.
Con 50 años, Emiliano se atrevió a contar los abusos que sufrió en su estapa escolar: un cura del seminario en el que estaba interno acudía por la noche a los dormitorios comunes. Todos lo sufrían, ninguno lo contaba: "Nadie me hubiera creído en aquella época, o me hubieran metido en un psiquiátrico, 'este niño está loco, no sabe lo que dice'". Pero las secuelas le han acompañado toda su vida. "Llegué a un punto de pensar en tirarme hasta a un pozo, en suicidarme, quitarme la vida", confiesa.
'Save the Children' pide que se creen más recursos de atención a las víctimas y juzgados especializados en menores para que los casos afloren. Ahora solo vemos la punta del iceberg.
"Yo era una niña sucia, provocaba lo que me hacía"
Los menores están especialmente desprotegidos porque sus abusadores suelen ser personas de confianza, incluso familiares. Cuando Nadia lloraba su padre le decía "esto es lo que hacen todos los padres con sus hijas, tú no te preocupes, no te pongas triste".
Gloria era gimnasta y competía a nivel internacional. La persona encargada de su formación y de su cuidado en los viajes era también su abusador. "Yo era la campeona de puertas para afuera, pero estaba convencida de que era una niña mala y sucia, y que yo provocaba el abuso".
La relevancia social de su agresor también la intimidaba: "Él era un gran entrenador, le admiraban los padres, le admiraban las otras niñas, y yo no era más que una niña".
La vulnerabilidad de los niños los hace especialmente manipulables, sobre todo cuando el abuso se produce por parte de alguien cercano. Alexandra recuerda las miradas de advertencia del amigo de sus padres que abusó de ella cuando tenía siete años. "Tienes miedo. Y la culpa y la vergüenza son los pilares para que sigas en silencio y no puedas decir nada hasta que pasan los años y empiezas a recordar desde la consciencia".
'Save the Children' considera imprescindible que los profesionales que traten con menores tengan una formación específica para detectar casos de abusos.
Cómo sobrevivir al abuso
Es habitual que las víctimas se nieguen a sí mismas lo que han vivido. Álex lo sufrió con trece años en el colegio, por parte de su profesor de gimnasia. "Siempre supe que eso no estaba bien pero nunca lo había verbalizado, no lo había pasado por el filtro de la consciencia; al no ponerle un nombre no era tan violento para mi mismo".
Fue su manera de sobrevivir, pero no de curar: "Nunca se va a cerrar. Esto queda para toda la vida. Es una herida psicológica y no se va cerrar así como así, seguirá supurando hasta que muera".
Decidió dar el paso cuando se multiplicaron las denuncias del "caso Maristas". Afortunadamente tenía 22 años: "Si denuncio al día siguiente no estaría penado porque ya tendría 23 años. La prescripción de un delito tiene que estar en relación con el daño causado", explica.
La mayoría de los delitos prescriben
El cambio en la prescripción de los delitos es una de las modificaciones legales que se piden en esta campaña de 'Save the Children'. "La ley actual protege al abusador, tiene en cuenta los aspectos administrativos, no los aspectos emocionales de la persona que sufre la violencia" dice Gloria.
Los abusos sexuales a menores de edad prescriben entre 5 y 10 años a partir de la mayoría de edad de la víctima. Las agresiones entre 10 y 15 años después. Una vez prescrito un delito, no se puede perseguir penalmente.
"Cuando tu ya tienes capacidad para empoderarte y para querer tomar una decisión que es muy complicada el delito ha prescrito", añade Nadia, que denunció a su padre con 33 años.
Una nueva ley para proteger a los menores
'Save the Children' destaca los puntos más importantes a tener en cuenta para proteger a las víctimas de abusos sexuales en la infancia:
- Garantizar la educación afectivo-sexual en la enseñanza reglada y desde edades tempranas.
- Incluir la formación sobre violencia y protección en los currículums formativos de maestros, profesores y directores de centros educativos.
- Dotar a todos los colegios de un protocolo de detección y gestión de casos de violencia contra la infancia.
- Crear una Fiscalía específica y juzgados de instrucción especializados en violencia contra la infancia.
- Dar prioridad a la tramitación de los procedimientos de abusos a menores y que se dé formación específica a todos los profesionales involucrados en el proceso.
- Fortalecer y ampliar los recursos autonómicos de tratamiento y atención especializados, garantizando que sean públicos y gratuitos.
- Aumentar el plazo de prescripción de los delitos sexuales cometidos contra menores de edad hasta que la víctima cumpla 50 años.