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Al menos 18 heridos leves y más de 300 desalojados por un incendio en la localidad portuguesa de Sintra

  • Más de 750 bomberos combaten el incendio, que comenzó la pasada medianoche en la zona de Peninha
  • Entre los efectivos desplegados hay más de 200 vehículos de extinción terrestre y ocho aviones

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Vista del incendio que afecta a la sierra de Sintra
Vista del incendio que afecta a la sierra de Sintra.

Al menos 18 personas han resultado heridas leves -un vecino y 17 bomberos- en el fuego desatado la pasada noche en la sierra de Sintra, a unos 30 kilómetros al norte de Lisboa (Portugal), donde más de 750 efectivos tratan de extinguir las llamas. El incendio -que las autoridades dan por controlado- ha obligado a desalojar a 347 personas de varias aldeas próximas y de un camping la localidad de Cascais y a cortar dos carreteras nacionales.

Las llamas, que se iniciaron cerca de la medianoche en la zona de Peninha, se descontrolaron durante la madrugada impulsadas por el fuerte viento en la zona, donde se han registrado rachas de 100 kilómetros por hora. Doce horas después, la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC) ha anunciado en su página web que el fuego está "en resolución". A favor de los trabajos juegan las condiciones meteorológicas: el viento es menos intenso y las temperaturas son más frescas.

El presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, se desplazó a la zona alrededor de la 01.00 hora local (02.00 hora peninsular española) para conocer de primera mano la situación junto al alcalde de Sintra. El ministro de Administración Interna, Eduardo Cabrita, se mantiene "en contacto permanente" con las autoridades de Protección Civil desde Lisboa, han indicado fuentes gubernamentales.

Portugal, en alerta por elevado riesgo de incendio

Portugal ha reforzado este año sus operativos de respuesta ante incendios tras las tragedias vividas en 2017, año en el que murieron más de 100 personas en fuegos declarados en junio y octubre.

Las autoridades lusas anunciaron a finales de septiembre que extenderían la alerta por elevado riesgo de incendio hasta mitad de octubre, debido a la previsión de elevadas temperaturas y escasas precipitaciones para las primeras semanas del mes. Ello implicaba mantener el operativo desplegado durante el verano como medida de precaución.

El fuego más grave registrado este año en el país se declaró a principios de agosto en el municipio de Monchique, en la meridional región del Algarve, donde las llamas, que tardaron una semana en ser controladas, consumieron más de 20.000 hectáreas. Además, 41 personas resultaron heridas, todas leves salvo una mujer de 72 años que sufrió quemaduras graves.