Theresa May, sobre el 'Brexit': "Sigo creyendo que un acuerdo negociado es el único camino y que es posible"
- La frontera de Irlanda del Norte y la República de Irlanda continúa en el foco de las diferencias
- Josep Borrell ha descartado que Gibraltar "pueda ser un problema para la firma del tratado" del Brexit
"Entramos en en la fase final de la negociación del Brexitha afirmado este lunes la primera ministra británica, Theresa May, en el Parlamento de su país. Los plazos se están agotando y el acuerdo que regule la salida de Reino Unido de la Unión Europea no acaba de definirse. Es un pulso en el que Londres y Bruselas se juegan las ventajas de la libre circulación de bienes, servicios y personas, y también de la autonomía para emprender acciones fuera de la disciplina de la Unión.
La proximidad de la cumbre del próximo jueves, marcada en el calendario como el día en que debía estar disponible un borrador de acuerdo, ha puesto presión en los intentos de Londres por aproximarse a Bruselas. Pero el último encuentro entre el negociador comunitario, Michel Barnier, y el ministro británico para el Brexit, Dominic Raab, celebrado en la noche del domingo, se saldó sin acuerdo, una vez más.
El principal foco de tensión es Ia polémica frontera terrestre de Irlanda del Norte (Reino Unido) con la República de Irlanda (UE). Un punto de contacto y un "asunto crítico", dice May, que si no es bien regulado podría convertirse en una frontera de permeabilidad imprevisible, un sumidero de problemas o privilegios para uno u otro lado y que trae de cabeza a los negociadores casi desde el principio.
Irlanda, el punto sensible
"Hemos hecho grandes progresos en el tema de Irlanda del Norte", ha afirmado este lunes May, y ha invocado la necesidad de "preservar una paz ganada duramente". Un guiño que desplaza la tensión económica a la política y social.
Por el momento, sobre la mesa predominan las intenciones sobre el consenso objetivo y los acuerdos cerrados. Londres pelea por la libre circulación a medida, bienes y servicios pero no personas, y Bruselas no renunciará a un peaje a la altura del agravio que supone este divorcio. Y en medio la trampa de la frontera irlandesa, verdadero epicentro de este pulso.
"No vamos a quedarnos atrapados en un mercado único que nos impida cerrar acuerdos comerciales significativos", ha advertido May. No obstante, la mandataria ha concluido su alocución con una afirmación clara: "Sigo creyendo que un acuerdo negociado es el único camino y que es posible".
El hecho determinante es que el DUP, el Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte, sostiene a una May renqueante. Un apoyo que ha amenazado con retirar si a cuenta de las negociaciones este territorio integrante del Reino Unido acaba bajo un régimen jurídico diferenciado. Este lunes, Sammy Wilson, portavoz para el Brexit del DUP, afirmó que una salida dura, sin acuerdo, es casi inevitable, y contempla el proceso como "una batalla por la unión".
Dublín: no habrá acuerdo hasta diciembre, con suerte
En declaraciones a los medios en Dublín, al primer ministro irlandés, Leo Varadkar, ha afirmado este lunes que la firma de un acuerdo sobre el Brexit podría retrasarse hasta diciembre. "Nadie sabe seguro" cuándo se podrá lograr un pacto para diseñar una salida ordenada, ha apuntado.
"Nos encontramos en una fase clave y sé que algunos eran optimistas respecto a la posibilidad de lograr un acuerdo esta semana, yo siempre he creído que era improbable e imagino que la mejor oportunidad será en noviembre o diciembre", ha dicho Varadkar sobre las conversaciones.
El "taoiseach" (primer ministro) se ha citado este lunes en Dublín con Arlene Foster, la líder norirlandesa del DUP, y rechaza las propuestas planteadas por Bruselas para mantener abierta la frontera entre las dos Irlandas tras el Brexit, clave para sus economías y el proceso de paz.
Bruselas y la frontera irlandesa
Salvo que Londres presente un plan alternativo viable, la UE quiere que la provincia siga alineada con algunas normas del mercado interior y la unión aduanera, una salvaguarda inaceptable para los unionistas, pues creen que situaría la futura frontera en el mar de Irlanda y les aislaría del resto del Reino Unido.
El DUP, además, culpa al Ejecutivo irlandés de animar al negociador jefe de la UE, Michel Barnier, a ser "duro" respecto a esta cuestión, traslada Efe, y poner a las economías de la isla "al borde del precipicio" por su intransigencia, por lo que se prevé que el encuentro entre Varadkar y Foster será tenso.
En este contexto, el portavoz unionista del Brexit, Sammy Wilson, ha afirmado este lunes en el diario Belfast Telegraph que es "probablemente inevitable" que las negociaciones sobre este divorcio concluyan sin un acuerdo. "Debido a la manera en que la UE se está comportando y ha acorralado a Theresa May no existe ahora mismo un acuerdo que pueda ser aceptado por la mayoría del Parlamento británico. Por lo tanto, es probablemente inevitable que lleguemos a un escenario de no acuerdo", ha señalado Wilson al citado medio.
Donald Tusk: el no-acuerdo, un abismo posible
Una posibilidad, hasta ahora formulada más como hipótesis teórica que como riesgo real, ha sido la de un Brexit duro llevado al extremo, una salida de la UE sin ningún tipo de acuerdo. Esto abocaría a Reino Unido a convertirse en un país tercero más y tirar por la borda casi medio siglo de integración, con un más que probable perjuicio enorme para Londres.
Pero lo que hasta ahora, no había pasado de ser un condimento especulativo, picante, se ha convertido en una amenaza creíble, "más probable que nunca", ha afirmado este lunes el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Es la conclusión tras una semana de infructuosas conversaciones, que continuarán porque "hay buena voluntad", ha señalado, pero haciendo un llamamiento a la objetividad: "Debemos preparar a la UE para un escenario sin acuerdo, que es más probable que nunca",ha escrito Tusk en su tradicional carta de invitación a la cumbre a los líderes de los Veintiocho.
España: si hay acuerdo, Gibraltar "no será un problema"
Otro punto fronterizo terrestre sensible, aunque menos polémico, es Gibraltar. Este lunes, el ministro español de Exteriores y Cooperación, Josep Borrell, ha descartado que este tema pueda ser un "problema" en el caso de que se llegara "mañana" mismo a un acuerdo sobre el Brexit. El ministro lo justifica "porque el protocolo que acompaña al acuerdo está en muy buenas vías de solución", ha dicho Borrell en una rueda de prensa al término de un Consejo de ministros de Exteriores comunitario en Luxemburgo.
El ministro español ha señalado la diferencia entre el "protocolo que acompaña" al Brexit, y que "establece las condiciones de aplicación a Gibraltar", de los "memorandos anexos", acuerdos "bilaterales, entre Reino Unido y España", acuerdos específicos que se negocian de forma separada "y se pueden aprobar ahora o no, no afectan al tratado", ha subrayado.
Por este motivo, ha recalcado Borrell, aunque estos memorandos "no estuvieran terminados", Gibraltar "no sería el problema para evitar la firma del Brexit, aunque se puede avanzar más o menos en la solución de muchos problemas que hay en la relación entre Gibraltar y España".