Una inscripción de hace 2.000 años aclara por fin la fecha exacta de la destrucción de Pompeya
- La erupción del Vesubio ocurrió el 24 de octubre y no el 24 de agosto del 79 d.C., como se creía
- Lo demuestra un escrito a carboncillo descubierto en la pared de una de las casas sepultadas
Una inscripción a carboncillo descubierta en las paredes de una de las casas de Pompeya acaba finalmente con la duda histórica sobre la fecha de la erupción del Vesubio que sepultó a la ciudad y que fue el 24 de octubre y no el 24 de agosto del año 79 d.C como se había creído.
El descubrimiento ha sido presentado por el parque arqueológico de Pompeya y calificado por el ministro de Cultura italiano, Alberto Bonisoli, como "extraordinario".
Hasta ahora en muchos libros y guías se señalaba que el día de la erupción fue el 24 de agosto del año 79 d.C. basándose en una carta de Plinio el Joven enviada a Tácito, pero otros expertos apuntaban que se debió a errores de transcripción y hablaban del 24 de octubre.
"Decimosexto día antes de las calendas de noviembre"
El hallazgo anunciado pondría fin a estas dudas ya que en una de las paredes de una de las casas que están surgiendo en las nuevas excavaciones de la llamada "Regio V" se encontró una inscripción fechada en el "decimosexto día antes de las calendas de noviembre", que según nuestro actual calendario correspondería al 17 de octubre y, por lo tanto, una semana antes de la terrible erupción.
Bonisoli afirma que en estos días "se está, con humildad, escribiendo los libros de Historia" y también avanzó que quizá algún "amanuense se equivocó al transcribir la carta de Plinio el Joven en la Edad Media".
Descubrimientos de gran importancia
En esta nueva zona de excavaciones, que comprende cerca de tres kilómetros, están surgiendo descubrimientos de gran importancia y ya han salido a la luz tres nuevas "domus" dotadas de balcones, nuevos esqueletos y utensilios que están aportando más datos a la historia de la ciudad.
El último fue un espectacular larario, el altar que se construía en las casas romanas para rendir culto a las divinidades, donde se aprecia muy bien conservada una decoración que representa un jardín.