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El Gobierno aprueba que las enfermeras puedan recetar fármacos, entre ellos vacunas

  • Un nuevo real decreto permitirá al personal de enfermería vacunar sin la autorización previa de un médico
  • Celaá: "Tenemos un colectivo de enfermería muy cualificado y queremos que ayuden al profesional médico"

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Una enfermera revisa los datos de un paciente
Las enfermeras demandaban una revisión de la normativa ante la próxima campaña de vacunación de la gripe.

El Consejo de Ministros ha aprobado la puesta en marcha de la denominada prescripción enfermera, que permitirá a estos profesionales, la mayoría mujeres, indicar y autorizar la dispensación de determinados medicamentos -entre ellos, vacunas- en función de protocolos y guías de práctica clínica asistencial.

La portavoz del Gobierno, Isabel Celáa, ha anunciado la entrada en vigor del nuevo real decreto que regula la prescripción médica y que permite a los enfermeros vacunar sin necesidad de la autorización previa de un médico.

El jueves, la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, anunció la "inmediata" aprobación de esta medida si el Consejo de Estado emitía durante la jornada su dictamen sobre el real decreto y este era favorable

Este viernes, el Ejecutivo ha justificado esta prescripción enfermera por la necesidad de "aportar seguridad jurídica" al manejo de medicamentos que este colectivo usa ya "habitualmente".

Prescripción con "carácter colaborativo"

"Esta cuestión de medicamento siempre se referirá a medicamentos sujetos a prescripción médica y que se desarrollen con un marcado carácter colaborativo y aparecerán en los protocolos y guías de práctica clínica y asistencial", ha anunciado la portavoz del Gobierno y ministra de Educación tras la rueda de prensa del Consejo de Ministro.

El texto del real decreto, cuyo contenido ya se difundió en verano, señala que las actuaciones de indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos suscritos a prescripción médica por parte de los enfermeros se desarrollarán en un marco de "carácter colaborativo" y con la finalidad de "garantizar la continuidad asistencial" y la seguridad de los pacientes.

En cuanto a la acreditación, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, explicó que correrá a cargo de las comunidades autónomas y se requiere un año de ejercicio profesional para que esta acreditación sea automática. Los que lleven menos de un año tendrán que realizar un curso de formación intensiva gratuita.

De esta forma, se modifica el real decreto anterior que se aprobó con Alfonso Alonso como ministro de Sanidad, que fue bien acogido por los médicos pero muy criticado por los enfermeros, quienes lo tacharon de una "ilegalidad absoluta" que rompía con el Estado de Derecho, y vulneraba la reforma de la Ley del Medicamento que el Congreso había aprobado por unanimidad en diciembre de 2009 para habilitar nuevas competencias a los enfermeros.

No obstante, con Dolors Montserrat como ministra de Sanidad, los médicos y enfermeros, en el seno del Foro Profesional, acordaron modificar la normativa y, poco tiempo más tarde, la propia ministra anunció que la Cámara Baja ya había iniciado el trámite de consulta pública para modificar el Real Decreto.

Regulación de "acuerdo con el sector"

“El colectivo de enfermería usa ya de manera habitual” la administración de vacunas, ha subrayado la portavoz del Gobierno, y ahora contará con una regulación mediante un “acuerdo con el sector”, según Celaá. Y es que “tenemos aquí un colectivo de enfermería muy cualificado y queremos que ayuden al profesional médico”, añadió.

Hasta ahora y tras la entrada en vigor del actual real decreto de prescripción enfermera en 2015, estos profesionales necesitaban contar con el diagnóstico e indicación previa del médico para poder administrar las vacunas de forma individualizada a cada paciente. Sin embargo, ahora podrán administrar estos medicamentos sin ese paso previo.

Las enfermeras ya advirtieron del "grave conflicto asistencial" que se produciría durante la próxima campaña de vacunación de la gripe si no se aprobaba este decreto para liberar a las enfermeras del diagnóstico e indicación previa del médico correspondiente a la hora de vacunar a sus pacientes.