Pseudoterapias y bulos, un problema creciente en el tratamiento del cáncer
- Entre el 80% y el 90% de mujeres con cáncer de mama recurren a terapias alternativas
- El cáncer de mama en cifras: una mujer diagnosticada cada 20 minutos en España
El aumento de casos de pseudoterapias en el tratamiento del cáncer en España es “escalofriante”, en palabras de la vicepresidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama (Fecma), Toñy Gimón, especialmente en aquellas mujeres que “van dejando de ir” a las consultas médicas para 'tratarse' por otras vías. "Todos los oncólogos podemos decir que tenemos pacientes que escandalosamente abandonan el tratamiento, lo cual es muy preocupante", lamenta en declaraciones a RTVE.es el oncólogo del Hospital Parc Taulì de Sabadell de Barcelona y portavoz de la Sociedad Española de Oncología (SEOM), Miguel Ángel Seguí.
[El cáncer de mama en cifras: una mujer diagnosticada cada 20 minutos en España]
Esta semana, con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el cáncer de mama, las pacientes de las 45 asociaciones españolas que conforman Fecma han firmado un manifiesto reflejando su preocupación ante terapias “inviables o sin evidencia científica”. Porque entre el 80% y el 90% de las afectadas recurren a “algo alternativo”, afirman la SEOM, cuando le dan el diagnóstico de cáncer, desde reiki, homeopatía, meditación o nutricionistas hasta clínicas ajenas al sistema sanitario español.
“Es razonable. Son personas vulnerables que tienen que recibir tratamientos complejos con efectos secundarios importantes y el cáncer es una enfermedad muy amenazante”, reconoce a RTVE.es la experta en oncología de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) Marta Blanco. Porque la mayoría de tratamientos oncológicos en los centros sanitarios combinan varias de estas técnicas: cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapia hormonal y biológica.
“Cuando te dicen que tienes que solucionar un conflicto emocional y que charlando te vas a curar, muchas personas optan por abandonar el tratamiento“
“La medicina ofrece tratamientos con evidencia científica pero son agresivos y cuando la alternativa que te ofrecen es solucionar un conflicto emocional y te dicen que charlando te vas a curar, muchas personas optan por abandonar el tratamiento médico”, añade la psicóloga de la AECC y responsable del canal de información a los pacientes Infocáncer, Patrizia Bresanello.
Pero desmontar estos tratamientos, según el doctor Seguí, es sencillo: "Un tratamiento milagroso para el cáncer que también lo es para el autismo, la esclerosis o el sida es fácil ver que no tiene sentido, es una clara estafa". Incide en que, si estuviera probado que esas técnicas funcionaran, estarían includias en el Sistema Nacional de Salud.
Terapias peligrosas
Pero las terapias sin base científica pueden ser “muy peligrosas”, defienden desde AECC. Una persona con perspectivas de curación, o incluso paliativos en caso de no tener cura, “puede morir con muchas complicaciones y mala calidad de vida”, expone Blanco.
El pasado mes de julio, el oncólogo Joaquim Boch-Barrera, del Instituto Catalán de Oncología, publicaba en su cuenta de Twitter su asombro ante una mujer que acudió “por fiebre” a Urgencias. Lo hizo con una imagen: un pecho femenino –pese a que no lo parece- lleno de tumores negros, pus y heridas. La imagen fue borrada después por su dureza. Tras preguntar a la paciente, la mujer explica que tiene cáncer de mama, pero que está en “tratamiento” con terapias alternativas. “Y tu terapeuta alternativo, ¿qué te dice de tu tumor?”, pregunta el doctor. “Dice que si sale hacia fuera es bueno, porque significa que se está oxigenando”, responde ella.
La mujer murió días más tarde por un cáncer no tratado y no por la fiebre con la que acudió a urgencias, y el oncólogo publicó lo ocurrido en un hilo de Twitter para denunciar las pseudoterapias, que “juegan con la salud y con la vida de personas humanas”. No era el primer caso: en Valencia murió un joven con leucemia tras rechazar el tratamiento oncológico y acudir a un curandero.
A raíz de la denuncia del doctor Boch-Barrera, el Colegio de Médicos de Girona abrió un expediente para saber si el “médico ortomolecular” engañó a la paciente y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya ha creado una comisión para poder confeccionar un protocolo de actuación ante estos casos.
Porque los casos están aumentando, por un lado, por “la disponibilidad de información respecto a estas prácticas que parecen inocuas” en Internet y, por otro, “en consoncancia con la moda de autocuidados en la salud”, expone Bressanello.
Bulos y pseudociencia en internet
Una simple búsqueda en internet refleja la facilidad con la que pueden accederse a este tipo de tratamientos o información. También en librerías genéricas hay infinitud de libros con títulos como El cáncer no es una enfermedad, de Andreas Moritz, disponible en plataformas de internet muy comerciales llegando a defender que los tratamientos contra el cáncer convencionales "pueden ser fatales" y promete revelar "qué es realmente lo que causa el cáncer y cómo eliminar los obstáculos que impiden que el cuerpo se cure por sí mismo". El autor murió a los 58 años por causas desconocidas.
En la red están también los casos de quienes dicen haberse curado o haber curado a otros de forma milagrosa y sin medicación. A veces “pueden parecer médicos, tienen clínicas, diplomas e incluso mienten directamente”.
Otras veces, las terapias parecen totalmente inocuas y ni siquiera incompatibles con la medicina convencional. En 2014, la médico de familia Odile Fernández publicó un libro que logró mucha fama, Mis recetas anticáncer. En él, defiende que la nutrición y el estilo de vida pueden ayudar a curar el cáncer. Fernández superó un cáncer pese a que tenía pocas probabilidades de sobrevivir. Años después, entrevistada en El País, reconoció que no sabía si la causa de que hubiera sobrevivido fue la quimio o la alimentación: “Lo que creo es que fue todo”.
“Productos ofertados como naturales pueden interferir con el fármaco que reciben, como el zumo de pomelo, que interfiere con la quimio“
Los médicos alertan, sin embargo, de que pese a ofertarse productos naturales, como suplementos de plantas, de vitaminas o infusiones, “pueden interferir con el fármaco que están recibiendo”, expone la doctora Blanco. “Por ejemplo, el zumo de pomelo interfiere con la quimio y la hace más tóxica y con más efectos secundarios”, añade. O la homeopatía, que el doctor Seguí define como "el agua más cara del mundo".
Pero “los casos más peligrosos que pueden aumentar el riesgo de abandono del tratamiento médico son los que ofrecen una causalidad del cáncer emocional: bioneuromoción, nueva medicina germánica, constelaciones familiares, etc”, recalca Blanco. Páginas que promueven este tipo de pseudoterapias abundan en la red sin ningún tipo de filtro ni evidencia científica.
“Te dicen que la causa de tu cáncer es emocional, un conflicto y que cuando soluciones ese problema te vas a curar, es peligrosísimo”, incide. El doctor Seguí añade que son terapias que "se basan en culpabilizar al paciente de lo que hizo o de lo que comió y no aporta nada".
“Juegan con la desesperación de la gente”
“Publicitan algo muy innovador, una curación maravillosa y usan palabras pseudotécnicas que hacen pasar por términos científicos“
Para que las personas con cáncer no caigan en estas trampas, las expertas de la AECC desmontan su ‘modus operandi’. Según Blanco, prometen “cosas absolutamente exageradas”, hacen publicidad de “algún producto o técnica innovador, que produce una curación maravillosa y rápida o efectos milagrosos”, cuando la medicina científica no hace promesas vanas. “Usan palabras pseudotécnicas, cuánticas o filosóficas que hacen pasar por términos científicos o se centran en que la causa de la enfermedad está en las emociones”, añade.
Además, “cuando intentas criticarlo y razonar que no son terapias, entran a hablar de conspiraciones de la industria farmacéutica y de los médicos”, lo que es fácilmente rebatible: el método científico cuenta con registros, un control y estudios reproducibles. Esos casos milagrosos “no son extrapolables” a otros pacientes, incide. “Intentan aislar muchas veces a los pacientes de los vínculos familiares para que no puedan recibir otro tipo de opiniones”, añade Bressanello.
Pero no todo lo que puede hacer el paciente por su curación es perjudicial. Llevar una vida sana, una correcta alimentación, descansar bien… todo aquello que el enfermo de cáncer quiera aportar a su tratamiento, debe consultarlo antes con los profesionales que le están tratando, inciden desde la AECC, para no interferir en la medicación ni perjudicarse. La comunicaión bilateral entre médico y paciente y la confianza es fundamental. Respecto a internet, las expertas recomiendan filtrar la información fiable de la que no, como “las que vienen de sociedades científicas o asociaciones de pacientes”.
La Asociación Española Contra el Cáncer dispone además de un servicio telefónico, Infocáncer, para que pacientes y familiares consulten todo aquello que les genera dudas: 900 100 036. Además, la Organización Médica Colegial de España tiene un observatorio para las pseudoterapias en el que registran casos contra el intrusismo profesional. La ciudadanía puede tanto consultar con ellos si una clínica es legal como informar de sus sospechas respecto a otra.