Carlos Saura: "En el cine cada vez hay menos productores y más financieros"

• El cineasta presenta en la Seminci un documental sobre el arquitecto italiano Renzo Piano

Carlos Saura presenta un documental en la inauguración de la Seminci

Carlos Saura es puro presente. “El pasado está bien, es tu vida y no puedes eliminarlo. Pero vivir pensando en el pasado es morirte en vida. Hay que pensar en el presente y en el futuro: Todo es tan rápido que están íntimamente unidos. Mi dinámica es estar siempre ocupado siempre. Es mi forma de vivir”.

En el Festival de Valladolid presenta Renzo Piano, un arquitecto para Santander, un documental sobre el proceso creativo del edificio Centro Botín, inaugurado en 2017 en el corazón del paseo marítimo de Santander. Piano, especializado en centros museísticos como el Centro Pompideu y obsesionado con la luz, diseñó un edificio elevado sobre el terreno para no interrumpir la visión del mar.

Piano (Premio Pritzker de arquitectura en 1998) comparte con Saura generación (81 y 86 años respectivamente) y cierto acervo cultural. “Tenemos una concepción muy parecida de las cosas: sobre todo en tener libertad para crear y modificar las cosas según tu forma de ver el mundo. Es un hombre inteligente, independiente y además un gran humanista”, describe Saura.

Aunque el documental está producido en parte por la familia Botín, Saura muestra las voces contrarias al proyecto desde que se proyectrase. “A mucha gente le parecía un error, pero lo curioso es que ha sido admitido en la ciudad y la gente lo vive. Es interesante ese cambio”.

En un momento del documental, Piano afirma que tanto él como Saura son 'buscadores de perlas, una especie en extinción'. “Fue muy bonito, aunque no estoy de acuerdo de forma tan tajante. Hay algo de razón: cada vez es más complicada para las personas que quieren hacer su obra. En el cine cada vez hay menos productores y más financieros. Ha desaparecido prácticamente la gente como Querejeta, que eran jugadores de póker, que se arriesgaban”, lamenta.

“La mayor parte de mis películas no se podrían hacer ahora mismo”

Una queja parecida a la de Martin Scorsese en su discurso al aceptar el Princesa de las Artes. “Estoy de acuerdo. Aunque él es un director que admiro y ha tenido todas las oportunidades de dinero para hacer películas estupendas. Estamos en lo de siempre: ¿qué es lo rentable? En el cine es impredecible. Scorsese tiene razón: el cine de los 60 y 70, el de Buñuel, Kurosawa, Fellini o Bergman ya no se puede hacer. La mayor parte de mis películas no se podrían hacer ahora mismo”,

Las tensiones entre el estudio de Piano (que alargaba plazos de construcción buscando el mejor resultado técnico) y la urgencia de la Fundación de Botín, se muestran desde dentro con grabaciones de las reuniones. Piano habla de su arquitectura como algo de vocación casi eterna. “Yo no tengo ese concepto. El cine es mucho más volátil. Pero comprendo que un edificio tiene que durar, pero es exagerado”, sostiene.

¿Se siente Saura más cerca entonces de su admirado Luis Buñuel, que afirmaba no importarle que todas las copias de sus películas ardieran? “Estoy de acuerdo. No me importaría. O que ardieran los miles de fotografías y dibujos que tengo. Te llevarías un disgusto quizá, pero momentáneo: en seguida está la posibilidad de volver a hacer otras cosas”. Puro presente.