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Una de cada tres empleadas domésticas vive por debajo del umbral de la pobreza, según un estudio

  • Oxfam y la Universidad Carlos III denuncian que 163.925 empleadas de hogar no están dadas de alta en la Seguridad Social

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Empleada de hogar en una imagen de archivo
Empleada de hogar en una imagen de archivo.

Una de cada tres empleadas domésticas vive en hogares que están por debajo del umbral de la pobreza (el 16% en la población general) y duplican los retrasos en el pago del alquiler o la hipoteca respecto a cualquier otro trabajador.

Según un informe de Oxfam Intermón y de Instituto de Estudios de Género de la Universidad Carlos III, la pobreza laboral y la precariedad afecta de manera importante a las trabajadoras de ese sector (la mayoría mujeres y el 57% extranjeras), cuyos trabajos con alta tasa de temporalidad y de informalidad ocasiona situaciones de pobreza en el 34,3% de sus hogares.

Uno de cada tres hogares dependiente de este tipo de trabajo llega a fin de mes con dificultad o mucha dificultad; el 5,4% ha sufrido algún retraso en los 12 meses anteriores en el pago del alquiler o hipoteca, una incidencia que multiplica por 2,13 veces en el resto de población asalariada. Además, más de uno de cada dos de estos hogares declaran que no pueden afrontar gastos imprevistos.

Los responsables del análisis han recalcado que se trata de un sector "infravalorado" cuyas trabajadoras sufren "en mucha mayor medida que el resto" de los trabajadores las consecuencias de la informalidad o la precariedad.

Más empleadas pero menos dadas de alta

Hay más de 630.000 personas dedicadas al empleo del hogar, casi el 4% de la población activa, y 163.925 no están registradas en la Seguridad Social y por tanto casi una cuarta parte no cotizan ninguna de las horas trabajadas, lo que limita sus derechos laborales en el presente y en el futuro. Además, "muchas" empleadas no cotizan por todas las horas trabajadas.

Según una encuesta realizada entre 205 empleadas del hogar, sólo 18 cotizaban por todo su trabajo y el 43,4% ni una sola hora al mes (89 trabajadoras).

La cifra global de personas dedicadas al trabajo del hogar ha aumentado ligeramente, sin embargo, el número de las que están dadas de alta ha disminuido, según desvela el informe. "Se genera empleo de menor calidad y se aumenta la brecha entre las que cotizan y las que no cotizan", asegura la especialista en política laboral de Oxfam Intermón, Liliana Marcos.

El estudio calcula que si este sector económico estuviera legalmente remunerado equivaldría al 2,8% del PIB, por ello reclama cambios normativos para que se equiparen los derechos laborales de las trabajadoras del hogar al del resto de los asalariados, facilitando la cotización del empleo doméstico.

Un tercio son temporales

Respecto a la temporalidad del sector, los datos indican que uno de cada tres contratos es temporal y el contrato temporal medio dura 70 meses. Según ha explicado el investigador de la UC3M Luis Gómez, la consecuencia principal de esto es la "altísima" rotación que existe en este colectivo.

La tasa de parcialidad (contratos a tiempo parcial) del conjunto de mercado laboral ronda el 15%, pero en este trabajo es "casi cuatro veces superior", ya que alcanza el 62,2%, según señala el informe. Así, las tasas de parcialidad no deseada (involuntaria) es entre 12 y 15 puntos superior que en el resto de empleos.

Asimismo, el estudio pone de manifiesto que las empleadas del hogar hacen una media semanal de horas efectivas de trabajo de 60,92 horas; de las que el 16,5% trabaja más de 70 horas y un 4,5% supera las 90 horas a la semana. Además, hay aproximadamente 6.000 mujeres mayores de 65 años que viven solas y que necesitan trabajar limpiando o cocinando en otras casas.

Durante la presentación de informe, se ha puesto de manifiesto que esto supone un incumplimiento "flagrante" de la legalidad a la que el Estatuto de los Trabajadores obliga a que el descanso sea de 12 horas entre jornada y jornada. "Es matemáticamente imposible si se trabajan 90 horas semanales", ha afirmado Marcos.

Asimismo, los responsables del estudio han manifestado las empleadas del hogar se ausentan del puesto de trabajo por enfermedad o accidente en "la mitad" que en el resto de trabajos. "No pueden permitirse por la informalidad o los bajos salarios ausentarse de sus trabajo por cuestiones de salud como sí puede un trabajador normal", ha dicho Gómez.

Trabajo invisible

"Nosotras cuidamos, pero a nosotras nadie nos cuida", lamenta la miembro del colectivo Territorio Doméstico de trabajadoras del hogar, Rafaela Pimentel, que recalca que "mucha gente" puede ir a trabajar gracias a que ellas se dedican a los cuidados del hogar.

"Si no hiciéramos ese trabajo realmente la sociedad no funcionaría -ha agregado- Es un sector que siempre ha estado invisibilizado y no se ha tenido en cuenta ni ha sido reconocido públicamente", subraya Pimentel. La trabajadora conocer varios casos que evidencian la precariedad del colectivo, como que hay empleadas que con 70 años siguen trabajando porque no tienen pensión, o migrantes sin papeles.

También exige políticas públicas que acaben con este régimen de "semiesclavitud", al tiempo que denuncia el "vacío" que existe porque estas trabajadoras ni tienen derecho a paro, ni permisos en caso de enfermedad, para cuidados para familiares dependientes, o embarazos. "No tenemos compensaciones económicas que nos amparen", incide.

Pimentel avisa de la "desprotección" de las empleadas domésticas y reclama que sean incluidas en el Régimen General, frente al Sistema Especial para Empleados de Hogar impulsado en 2011, así como la ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos con el fin de respetar, proteger y cumplir sus derechos.