"No sé si la paz de Colombia tendremos que pagarla con la vida"
- Tres activistas de los derechos humanos en Colombia viajarán a Madrid el próximo año
- El programa "Madrid Protege" les dará formación y ayudará a difundir su lucha
"Mi esposo lo desaparecieron hace 27 años. Me asesinaron dos hermanos, el mayor de la casa y el niño. Decido ser defensora de los derechos humanos buscando las raíces y la verdad".
“No sé si la paz de Colombia tendremos que pagarla con la vida“
Rudy Estela Posada ha perdido su hogar cinco veces, desplazada por el conflicto armado colombiano primero, y ahora por la construcción de una inmensa represa que generará energía eléctrica: la hidroeléctrica Hidroituango, en el río Cauca. Sólo en la región de Antioquia la presa ha supuesto el desplazamiento de 3.000 personas, los más pobres: campesinos, pescadores, arrieros y barequeros (extractores artesanales de oro). Sus casas están ahora a 30 metros bajo el agua.
Denunciar el alto coste ecológico y social de esta obra pública pone en peligro la vida de los activistas de organizaciones como el Movimiento Ríos Vivos al que Posada pertenece. "Hemos tenido cuatro muertes este año de lideresas y líderes de la organización. Yo he estado amenazada verbalmente, por mensaje de texto, carta, grafittis... pero no sé si la paz de colombia tendremos que pagarla con la vida", cuenta a RTVE.es la activista. Segun la ONU, más de 100 defensores de los derechos humanos fueron asesinados en Colombia en 2017.
Madrid Protege
Por eso es el país elegido para la primera edición del Programa de Acogida Temporal de Personas Defensoras de los Derechos Humanos (madridprotege.org) que financia el Ayuntamiento de Madrid y materializa la Fundación Mundubat.
"Es un proyecto que viene del Plan de Derechos Humanos del Ayuntamiento. Va a atender a un reducido número de personas que luego puedan volver a su país de origen y continuar con su labor de defensa de los derechos humanos" dice a RTVE.es el tercer teniente de alcalde de la capital, Mauricio Valiente.
Ahora mismo están en fase de selección de los tres beneficiarios del programa: hasta el siete de noviembre se pueden presentar candidaturas, que serán analizadas por un comité formado por representantes del Ayuntamiento de Madrid, el Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas de la Universidad Carlos III, la Red ONGD de Madrid y la Fundación Mundubat. La estancia tendrá lugar entre febrero y abril de 2019.
Programas parecidos ya se llevan a cabo en comunidades autónomas como Asturias y País Vasco y ciudades como Barcelona.
Un altavoz internacional para su lucha
Valiente explica el programa: "Vienen durante tres meses a Madrid, realizan una tarea de sensibilización y de formación. Les sirve para bajar el nivel de riesgo que tienen, para establecer contacto con las asociaciones e instituciones de Madrid, y este conocimiento mutuo va a permitir que si les amenazan o tienen una situación de riesgo se pueda actuar de forma más directa".
El objetivo fundamental es servir de altavoz internacional a problemas locales. "Se trata de que se conozca el problema tanto por la ciudadanía, como por representantes políticos que puedan favorecer los procesos en los que estan en lucha estas comunidades", cuenta a RTVE.es el coordinador de "Madrid Protege", Nacho Aznar, de la Fundación Mundubat.
“Que en su estancia en Madrid hayan adquirido algunas herramientas que les puedan servir para afrontar mejor las situaciones de lucha“
También se busca el descanso de los activistas, que deben pertencer a una organización local que tenga contacto con alguna madrileña. Salen de su país para volver con más fuerza: "Es importante la formación de las personas que vienen, de tal forma que después de su estancia en Madrid haya adquirido algunas herramientas que les puedan servir para afrontar mejor las situaciones de lucha", asegura Aznar.
Colombia: sin paz en las zonas rurales
"Colombia vive una difícil transición hacia la paz" dicen desde Mundubat, desde que hace dos años el gobierno firmara los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC. Sin embargo disidentes, narcos, paramilitares ocupan territorios y dominan a sus comunidades, y sirven también a los intereses económicos de la zona.
Lo sabe bien Carlos Fernández, politólogo y activista en la Comisión Justicia y Paz en la zona del Putumayo, desde donde reclama depurar las responsabilidades de 50 años de conflicto armado.
“Hay una apuesta decidida del Gobierno de no permitir el acceso a la verdad en Colombia“
"Hay intereses económicos y políticos que se encargaron de desplazar, torturar y asesinar en distintas regiones del país. Pero hay una apuesta decidida del Gobierno de no permitir el acceso a la verdad", le ha contado Fernández a TVE.
Los defensores de los derechos humanos viven amenazados y han sufrido 400 agresiones en el primer semestre del año. La Comisión Justicia y Paz denuncia que, a pesar de que su protección está estipulada en los acuerdos de paz, se sienten abandonados por los poderes públicos: "La Fiscalía de Colombia insiste en que la agresión no tiene relación directa con la labor que desarrolla el activista. Hasta lo recoge el ministro de Defensa, que plantea que la protesta social en Colombia está financiada por el narcotráfico" dice Fernández.
La activista colombiana Rudy Estela Posada coincide: "Con el proceso de paz estábamos muy contentos, pero es un fracaso por los incumplimientos del gobierno colombiano y se ha incrementado más la guerra, estamos peor que antes. En el territorio hemos tenido cuatro masacres. Ahora nos enfrentamos a otros grupos armados".
La guerrilla, los paramilitares, proyectos mineros y desde 2009 la presa de Hidroituango han alejado a la comunidad de Rudy Estela, descendiente de los indígenas Nutabe, de su río Cauca. "Somos defensores de los derechos humanos, del agua, de la naturaleza y de la tierra, los tres elementos que necesita todo ser para vivir".
Si algún día consiguen recuperar un trozo de tierra donde establecerse, Estela ha pensado en bautizarlo como Cibeles, la Madre Tierra que la ha acogido, momentáneamente, en Madrid. Quizá ella no sea la elegida para volver con el programa "Madrid Protege", pero en pocos días ha experimentado todas sus ventajas y vuelve a Colombia con más fuerza para luchar por su territorio.