Eva Llorach, la gema revelada del cine español

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'Eva Llorach', protagonista de Quién te cantará.

Varios meses atrás. Es la primera proyección de Quien te cantará para su reparto. Eva Llorach y Natalia de Molina se levantan de la butaca con síntomas de mareos. Llorach siente que se va a caer. Un extrañamiento parecido vivió hace cuatro años a Bárbara Lennie con Magical Girl. ¿Qué está pasando? “¡No me reconocía! Era una sensación tan extraña”, recuerda la actriz.

¿Hay una prueba más empírica de que Carlos Vermut es un autor total? “Te hace actuar y expresarte en una realidad que es la suya. Es una sensación muy extraña: todo eso es Carlos. Te lleva al límite y requiere una concentración absoluta. El resultado es increíble”, define Llorach.

El resultado es Quién te cantará, la tercera película del fenómeno de culto del cine español. Lo que empezó como una revelación underground (Diamond Flash, 2012), se consagró con una de las películas españolas de este siglo (Magical Girl, 2014) y ahora, bajo la producción de Enrique Lavigne, se confirma como un universo cinematográfico único.

Quién te cantará es una vuelta de tuerca a la historia del admirador y el ídolo. Lila (Najwa Nimri) es una estrella musical que pierde la memoria tras un accidente frente al mar. Y Violeta (Eva Llorach) es una camarera que imita en tugurios de karaoke a Lila. Cuando Lila encuentra un vídeo de Violeta en internet, recluta a su fan para qué le enseñé quién es ella misma.

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La elección es todo menos casual: Para Lila, la pop-star, escogió a Najwa Nimri. Para su admiradora, una mujer que solo se siente ella misma cuando actúa, eligió Eva Llorach, una actriz que se enamoró de las cámaras pasados los 30 y que ha conseguido su primer protagonista pasados los 40.

De la Violeta de Diamond Flash a la de Quién te cantará

Para Vermut y Llorach, todo cambió con Diamond Flash, una película autoproducida por el propio director, en la que Llorach también interpretaba a una madre también llamada Violeta. “Cuando me llamó me dijo que Quién te cantará era como cerrar lo que empezamos en Diamond Flash con tanto cariño y poquísimos medios. Y de pronto, en siete años, el cambio ha sido brutal”.

Llorach suena como favorita para el Goya a mejor actriz revelación, categoría que parece indicar la extraña cualidad de que alguien estaba en negativo, esperando una luz que le positivase. No es en realidad el caso de Llorach, bregada en teatro, cortometrajes y series de televisión tras la revelación, ahí sí, de Diamond Flash.

En un reparto con la intrigante Nimri y la infalible Natalia de Molina, Eva Llorach se lleva la película como su absoluta protagonista. Las dos tramas de la historia pivotan sobre ella: la metafísica búsqueda de la identidad con Lila y la asfixiante relación de dominación-sumisión con su hija.

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“Tu identidad está formada por lo que admiras, es verdad”, afirma sobre el corazón de la película. “No soy mitómana, pero mi identidad está muy marcada por el cine, aparte obviamente de las personas que quieres y re rodean”.

Llorach se define como “superexpresiva” y “pasional”. Lo contrario a Violeta. Pero fue la relación con su abusona hija lo más complicada. “Era una relación tan tóxica que tuve que trabajarla mucho. Lo hice viendo Hermano mayor, uno de los programas más violentos que he hecho en mi vida. La relación con la maternidad es algo a estudiar en el cine de Vermut y hay algo con lo que me identifico. En su cine, tener un hijo te mata la vida”, analiza.

En las películas de Vermut, las interpretaciones sueles estar ecualizadas: todos los personajes hablan despacio y las escenas se hacen cada vez más absorbentes. “En Diamond Flash lo llamábamos buscar la estepa. Vacío absoluto. Poner cara de nada”, recuerda entre risas. “Pero es muy tramposo: debajo está todo, como un iceberg, un mundo por explotar”. Debajo del iceberg, en fecto, había un volcán.