Higgins, reelegido presidente de Irlanda
- Ostentará el cargo otros siete años tras vencer al controvertido empresario Peter Casey
- Después de la legalización del aborto en mayo, los irlandenses despenalizan la blasfemia
El recuento de las elecciones presidenciales celebradas el viernes en Irlanda ha confirmado la contundente victoria de Michael D. Higgins, quien ostentará durante otros siete años este cargo, principalmente de carácter representativo, en medio de un clima de creciente populismo.
Aunque todavía no hay resultados definitivos, los provisionales apuntan a que el veterano dirigente laborista, de 77 años, ha recibido en torno al 60% de votos, frente al 20% del segundo, el controvertido empresario Peter Casey, cuyo estilo ha sido comparado con el del mandatario estadounidense, Donald Trump.
El 70% a favor de despenalizar la blafemia
Algo más de tres millones de irlandeses estaban llamados el viernes a las urnas para votar en las presidenciales y en un referéndum sobre la eliminación de un artículo de la Constitución que ilegaliza la blasfemia, en el que habría ganado el "sí" con un 70 % de los votos, según los sondeos. Todos los partidos políticos irlandeses, grupos sociales de diversa índole y las iglesias protestante y católica habían pedido el "sí" a la despenalización de la blasfemia.
Los dirigente religiosos sostienen que ese es un concepto "totalmente obsoleto", mientras que para el Ejecutivo de Dublín su derogación representa un "paso importante" en el camino emprendido por Irlanda para mejorar su "reputación internacional", al tiempo que "daría ejemplo" a los países donde la blasfemia conlleva "la pena de muerte".
Popularidad frente a Populismo
El líder de la oposición, Micheál Martin, del partido centrista Fianna Fáil, también destacó que el electorado quiere a Higgins como presidente porque "conecta con la gente en las ocasiones importantes" y desempeña su cargo con "dignidad". Por contra, advirtió de que el avance de Peter Casey en las urnas es "muy, muy significativo", señal, dijo, de que "no toda la ciudadanía" está satisfecha con "el funcionamiento del sistema".
De las tres grandes formaciones irlandesas, solo el nacionalista Sinn Féin quiso poner a prueba la gran popularidad de Higgins con la candidatura de su eurodiputada Liadh Ní Riada, quien podría haber logrado en torno al 7 % de los votos, de acuerdo con los resultados provisionales.