Trump plantea acabar con el derecho a la ciudadanía para los hijos de inmigrantes nacidos en EE.UU.
- El endurecimiento de su política migratoria coincide con el fin de campaña para las elecciones del 6 de noviembre
La Unión Americana de Libertades Civiles le acusa de "borrar" la Constitución
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha afirmado este martes que planea poner fin a la "ridícula" ley que permite el derecho a la ciudadanía a todos los niños nacidos en territorio estadounidense, algo establecido explícitamente por la Constitución de los Estados Unidos
"Somos el único país en el mundo donde una persona viene y tiene un bebé, y el bebé es esencialmente un ciudadano de EE.UU. por 85 años, con todos los beneficios", indicó Trump en una entrevista con el diario digital Axios. Trump no mencionó que, además de EE.UU., también Canadá -entre otros países- tiene una norma similar que otorga la ciudadanía a los nacidos en su territorio. "Es ridículo. Ridículo. Y tiene que acabar", agregó.
Durante la campaña electoral de 2016, Trump ya exploró la idea, aunque los expertos consideran que se enfrenta a notables obstáculos y desencadenaría un prolongada batalla legal por ser parte explícita de la Constitución del país. En la decimocuarta enmienda de la Carta Magna de EE.UU. se establece que "todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetos por tanto a su jurisdicción, son ciudadanos norteamericanos y del estado en el que residen".
Duras políticas migratorias para el fin de la campaña electoral
"Siempre me han dicho que necesitabas una enmienda constitucional. ¿Y sabes qué? No hace falta (...) Ahora dicen que puedes hacerlo solo con una orden ejecutiva", dijo Trump, quien no ofreció detalles al respecto y se limitó a señalar que había discutido la cuestión con sus asesores legales de la Casa Blanca.
El plan estaría dirigido a los hijos e hijas de inmigrantes en situación ilegal en el país y no se aplicaría a personas con permiso de residencia. Desde su llegada a la Casa Blanca en 2016, el mandatario republicano ha defendido una política de mano dura contra la inmigración y llegó a prohibir la entrada en EE.UU. de los ciudadanos de varios países de mayoría musulmana al asegurar que suponía un riesgo para la seguridad nacional.
El endurecimiento de su política migratoria coincide con el final de la campaña electoral para las legislativas del 6 de noviembre, en las que los republicanos buscan mantener la mayoría en el Congreso.
Una medida que "borra" la Constitución
El director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), Omar Jadwat, ha acusado a Trump de "sembrar división" e intentar "borrar" la Constitución con su intención de poner fin a la ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos.
"El presidente no puede borrar la Constitución con una orden ejecutiva, y la garantía de ciudadanía de la enmienda 14 es clara", dijo Jadwat, que agregó en un comunicado: "Este es un intento transparente y descaradamente inconstitucional para sembrar la división y avivar las llamas del odio anti-inmigrante" ante las legislativas del 6 de noviembre.
También el Comité Nacional Demócrata (DNC) ha tachado de "inconstitucional" esta propuesta de Donald Trump. "Su intención es clara: incitar al miedo, dividir a nuestra nación y hacer que las comunidades vulnerables se sientan inseguras", ha asegurado en un comunicado el portavoz de la dirección demócrata, Daniel Wessel.
El vicepresidente Pence respalda la propuesta
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, por su parte, ha respaldado la propuesta y ha aprovechado para recordar que es un asunto sobre el que nunca se ha manifestado el Tribunal Supremo.
"En primer lugar hemos de reconocer que tenemos una crisis en la frontera sur (...) Y la ciudadanía por nacimiento es parte de ello", consideró Pence durante una conferencia organizada por el diario Politico en Washington. El vicepresidente aseguró que la actual legislación migratoria no funciona, por lo que es necesario cambiar las leyes, ya que en la actualidad "los vacíos legales" existentes ejercen de "imán" para quienes quieren entrar ilegalmente en el país.
La decimocuarta enmienda de la Constitución estadounidense establece que "todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas por tanto a su jurisdicción, son ciudadanos de Estados Unidos y del estado en el que residen", por lo que algunos analistas han aseverado que el mandatario no podrá actuar por decreto y los demócratas han tachado su propuesta de "inconstitucional". "El Tribunal Supremo nunca se ha manifestado sobre si se refiere a gente que se encuentra en el país ilegalmente", declaró Pence.