Berézina, cuando Napoleón tuvo que huir de Rusia para salvar su vida
- Frédéric Richaud e Iván Gil adaptan la novela histórica de Patrick Rambaud
- Narra la desastrosa campaña de Rusia en la que Napoleón perdió su ejército
Uno de los mejores cómics históricos de los últimos años fue La batalla (Ponent Mont, 2015) (Premio Historia 2014 a la mejor bande dessinée histórica), en la que el guionista francés Frédéric Richaud y el dibujante madrileño Iván Gil adaptaban la premiada novela de Patrick Rambaud sobre la primera derrota importante de Napoleón en la batalla de Essling (1809), que se saldó con cuarenta mil muertos. Ahora el mismo equipo creativo adapta otra novela de Rambaud, Berézina (Ponent Mon), que narra la desastrosa campaña de Rusia en la que Napoleón perdió casi todo su ejército (cerca de 500.000 hombres) y que fue el principio del fin de su imperio.
“Berézina –nos cuenta Iván- relata en forma de historia coral, histórica y realista, nada apologética la campaña de Rusia de Napoleón, centrándose en la toma de Moscú y en la retirada. El Título lo toma del río Berézina que fue protagonista del último gran combate del ejercito de Napoleón, clímax de esta tragedia humana y curiosamente victoria táctica francesa, pese a que la expresión coloquial en francés "c'est la Berézina" signifique "es el desastre" actualmente”.
El cómic relata cómo, en Septiembre de 1812, Napoleón y su Grande Armée entraron en Moscú sin encontrar resistencia alguna. La ciudad estaba completamente vacía, sin habitantes y sin víveres. Esa misma noche comienza un gran incendio que se extiende como la pólvora y contra el que no se podía luchar. Fue una trampa de los rusos que marcó el principio del fin para el ejército de Napoleón.
Pero qué pretendía Napoleón derrotando a Rusia. “Napoleón –asegura Iván- pretendía muchas cosas que en realidad no importan a la historia que contamos (sería largo de contar). Era el entonces amo de Europa perdiendo el miedo al fracaso y cometiendo error tras error tras una larga vida con "buena estrella". Simplificando mucho: Quería dejar claro que nadie podía toserle. Necesitaba una Europa amansada para aplastar a los ingleses”.
Un Napoleón más envejecido y acomodado
Pero… ¿Qué relación tiene este cómic con el anterior? ¿Con La Batalla? “Es otra novela del mismo escritor y adaptada por los mismos autores, de modo que hay una continuidad artística importante –asegura Iván-. Y editada por la misma editorial en el mismo formato. Pero en cuanto al contenido, salvo los personajes históricos, tiene muy poco en común. La batalla eran 48 horas de acción y Berézina son varios meses de larga agonía”.
Además, en los 3 años que pasaron entre ambos episodios Napoleón había cambiado, como nos cuenta Iván: “Es un Napoleón mucho más envejecido por las circunstancias, acomodado y gordo tras años de vida burocrática en París que hace frente a un titán que supera su desmedida ceguera y ambición: la inmensidad de Rusia y de la resistencia de los rusos. Sin olvidar el frío, claro”.
La campaña de Rusia fue un desastre que contribuyó a la caída de Napoleón que se produciría el 18 de junio de 1815 en Waterloo. “Cada error estratégico y táctico en la carrera de Napoleón fue importante –afirma Iván- pero la desastrosa campaña fue sin duda de las debacles que más marcaron su caída. La práctica totalidad de veteranos de sus años gloriosos que no habían muerto en España dejaron sus huesos en la estepa”.
Uno de los inviernos más crudos del siglo
De los 500.000 hombres que salieron de Francia, menos de 30.000 volverían a cruzar el río Niemen. Murieron 200.000 soldados y más de 150.000 fueron hechos prisioneros. Sin olvidar que otros 130.000 desertaron. En el bando ruso también murieron 300.000 hombres, la mitad de ellos en combate.
“Solo un tercio del inmenso ejercito era francés –nos cuenta Iván- y una parte importante no eran soldados, sino miles de civiles, artesanos y burócratas que acompañaban al ejército, amén de mujeres e incluso niños. Esa pobre gente no pudo aguantar. Las condiciones además fueron terribles, un infierno de emboscadas, ataques, hambre, sed, enfermedades y sobre todo y por encima de todo: frío. Uno de los inviernos más crudos del siglo según los estudios.
“Damos el protagonismo a los soldados y los civiles”
Aunque Napoléon sea uno de los grandes protagonistas del cómic, los personajes principales son otros. “En realidad Napoleón es como una excusa que mueve al ejército y la trama –afirma Iván-, pero nosotros en realidad a quien seguimos es al hombre y mujer de a pie de esta epopeya: los soldados y los civiles. Yo destacaría al capitán d'Herbigny y a su sirviente Paulin; y a Sebastien y la panda de actores de Teatro que se ven envueltos en esta tragedia”.
En cuanto a la historia de Patrick Rambaud en la que se basan, Iván destaca que: “Gran parte de las anécdotas son reales y basadas en las memorias de contemporáneos, incluso las más rocambolescas (como el superviviente encontrado en las entrañas de un caballo tras meses de la batalla de Borodino) y el contraste y frialdad que ofrece la perspectiva del estado mayor y los destinos de los miles de soldados”.
Destacar la fabulosa adaptación de Frédéric Richaud que, en el prólogo, nos comenta que esta campaña de Napoleón fue, en realidad, para neutralizar a Inglaterra, después de que Francia perdiese su flota en Trafalgar (1805). Napoleón ya controlaba Europa occidental y quería dejar a los británicos aislados sin el apoyo de Rusia.
“El guion de Frédéric Richaud está fabulosamente escrito, fácil de entender y con una narrativa impecable -asegura Iván-. Un logro enorme por ser una adaptación de otro medio. Un verdadero placer”.
Recreando el Moscú de 1812
Destacar de nuevo la excelente documentación de Iván que dedica varios meses a buscar información antes de ponerse a dibujar. “Recrear una ciudad que fue destruida por el fuego –nos comenta el dibujante- supuso semanas de ardua documentación tras viejos cuadros y grabados anteriores a la invasión. Sin duda y pese a estar habituado al periodo, los uniformes eran distintos y el personaje principal de la historia era Moscú y Rusia...fue muy duro”.
En cuanto a sus futuros proyectos, tras estos seis álbumes históricos, Iván nos comenta que: “Tras 7 años y medio dedicado de lleno a las guerras napoleónicas he decidido tomar un pequeño descanso del período (aunque no significa que no vaya a retornar). Pero no de los cómics históricos”.
“Actualmente –añade- preparo una historia con Gregorio Muro Harriet, veterano guionista y actual editor de Harriet ediciones, sobre soldados españoles a finales del siglo XVIII en América. Una historia muy desconocida pero fascinante para los amantes del género que tardará aún un tiempo en llegar a las librerías”.
Un tiempo que esperaremos ansiosos para poder volver a disfrutar de cómics espectaculares que recrean la historia con todo lujo de detalles y rigurosidad, pero de la forma más emocionante, como estas guerras napoleónicas de Frédéric Richaud e Iván Gil.