Leandro Cano viste 'Los cuerpos perdidos'
- El modista sube su trabajo al escenario del Teatro Español
- Algunas prendas llevan impresas palabras y frases del texto
- El color y los estampados se convierten en el hilo conductor
Sus desfiles huyen de lo convencional y desafían lo establecido para buscar otras formas de expresión. Su tijera rompe barreras y su talento se adentra en espacios infinitos en los que el arte se declina en diferentes formatos.
Leandro Cano es más que un modisto. Es un artista. Hablamos de un creador que posee un universo complejo en el que se maneja movido por sus emociones, sentimientos, pasiones… Un universo que muestra y comparte cada temporada a través de una colección artística de la que derivan otras más sencillas pero igual de interesantes.
Ahora el destino le ha llevado al escenario del Teatro Español y firma el vestuario de Los cuerpos perdidos , un texto, intenso y dramático, que pone el foco de atención en los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez (México). “La obra era tan dura que al principio no quería leerla y además tampoco quería meterme en los personajes, pero terminé haciéndolo. Me ha gustado mucho hacer este trabajo, pero era algo especial y algo difícil, por eso me llamaron ya que querían algo arriesgado”, dice. “Además Carlota me ha dejado mucha libertad y sin quererlo han salido prendas que tienen guindas de mis colecciones anteriores. ¡Este vestuario es muy yo!”.
Ha hecho a medida los trajes de diecisiete personajes y además algunas prendas de acompañamiento. Un trabajo que ha sido muy satisfactorio por varios motivos, entre ellos el hacer ropa para hombre. “Es la primera vez qeu hago prendas para chico y me ha encantado, ¡son prendas que me pondría yo!”, cuenta. “¡Creo que me voy a animar a hacer ropa para hombre!”.
Los brochazos de color y el patchwork de texturas aportan una fuerte carga dramática a las piezas que conviven con otras más sencillas como los monos, que vemos en blanco o en naranja fuerte con aplicaciones de flores. Hay prendas lenceras, frágiles, que contrastan con otras como el traje de hombre, simbolo de la dominación y el machismo. Los estampados tienen un gran protagonismo y algunos incluyen palabras con intencionalidad y textos de la obra. "Como un mono naranja de un preso con la palabra 'libre' que expresa esa dualidad", cuenta.
Ese mundo de la artesanía y las tradiciones en el que tan bien se maneja Cano presta sus códigos ahora a prendas únicas que visten una historia de miedos, dominación, fragilidad y dolor. Cano tenía que vestir a cada uno de los personajes de forma independiente pero sin querer al final todos los trajes tienen un hilo conductor. “Sí, el color. Carlota quería prendas en tonos nude y piel pero pensé que había que introducir colorido, y después pensé en estampados. Al final, el lenguaje del estampado relaciona unos personajes con otros”.
Pero detrás de cada uno hay una actriz o un actor. Y algunos tan conocidos como Verónica Forqué, ganadora de cuatro premios Goya. “El primer día es muy chocante pero se han portado muy bien conmigo. Estoy feliz, ellos han estado muy dispuestos a colaborar. ¡El teatro no tiene nada qué ver con el mundo de la moda!”.
Es un perfeccionista y la primera vez que vio la obra estuvo pendiente de cada detalle, de cómo estaba abrochado un vestido o atado un zapato. “Son cosas que solo nosotros vemos pero luego cuando salen todos juntos a saludar se olvida todo y te quedas con ese momento de grandiosidad”, añade.
Y mientras ha ido tejido y dado forma a la que será su próxima colección. Todavía no sabe cuándo la presentará, ni dónde, ni en qué formato. Cano experimenta, apuesta siempre y gana. Su último trabajo, expuesto de forma tetral y casi mística, resultó fascinante. Pero para enero de 2019, cuando se celebre la Madrid Fashion Week, todavía no sabe si presentará su colección más artística o alguna más comercial que se derive de ella.
Lo que sí sabe son dos cosas. “Habrá mucho punto”, dice y destaca su segunda nominación al prestigioso Internacional Woolmark Prize. Otra cosa que tiene clara es sus ganas de salir fuera. “Me apetece hacer algo más internacional”.