El número de beneficiarios de una prestación por desempleo, el más bajo desde hace diez años
- A finales de septiembre de 2018, la cifra superaba por poco los 1,7 millones de personas, la menor desde junio de 2008
- Las prestaciones que reciben ahora los parados son de peor calidad: hay menos contributivas y más subsidios
El número de beneficiarios de prestaciones por desempleo está en su nivel más bajo de los últimos diez años, según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y que ha recopilado RTVE.es. A finales de septiembre de 2018, la cifra superaba por poco los 1,7 millones de personas, la menor desde junio de 2008.
La diferencia entre junio de 2008 y septiembre de 2018 es que entonces el número de parados registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal era de algo más de 2,4 millones, casi 800.000 desempleados menos que los 3,2 millones de parados que hay en la actualidad. Así, la tasa de cobertura en junio de 2008 era del 85,84%, mientras que hace dos meses se situó en el 56,6%, casi treinta puntos menos.
"Lo que reflejan los datos son los problemas del propio sistema. En el momento en el que el paro se alarga hay mucha desprotección si no se consigue volver al mercado laboral", asegura Mari Carmen Barrera, secretaria de políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT, a RTVE.es, quien califica de "paradójica" la situación que se vive.
"La tasa de paro está bajando [ahora es del 14,55%] y, al mismo tiempo, el volumen de parados sin protección es muy alto: casi un millón y medio de personas se encuentra ahora en esa situación". En este grupo se hallan, por ejemplo, los que acaban de entrar en el mercado laboral -que no han acumulado este derecho- y los que se encuentran en situación de paro de muy larga duración, que han agotado todos los subsidios.
"Hay mucha gente que se ha quedado sin subsidio y hay tener en cuenta que mucha gente que no tiene derecho a este no se apunta en el SEPE", destaca Lola Santillana, secretaria confederal de Empleo y Cualificación profesional de CC.OO., a RTVE.es, por lo que la realidad podría ser aún peor. "Hay mucho drama detrás de estos datos", señala.
Menos beneficiarios y peores prestaciones
Otra de las realidades que reflejan los datos es que las prestaciones que reciben ahora los desempleados que sí tienen protección es de peor calidad que la de hace diez años.
"Desde 2017 ha mejorado la calidad media de las prestaciones, aunque en septiembre de 2018 el 55% eran prestaciones asistenciales y solo un 45% contributivas [las que se se perciben tras la pérdida involuntaria de un empleo], reflejo de la cronificación del desempleo", señalan desde CC.OO. En junio de 2008, hace diez años, este porcentaje era a la inversa: las contributivas suponían el 59% del total.
Además, las personas que reciben ahora una Renta Activa de Inserción -un programa para desempleados con especiales necesidades económicas y dificultad para encontrar empleo- es más del doble que hace diez años.
Desde el Ministerio de Empleo, Migraciones y Seguridad Social se asegura a RTVE.es que antes los trabajadores tenían mejores contratos, de más larga duración, lo que les daba derecho a una prestación contributiva. Sin embargo, ahora los empleados se enfrentan a contratos de menor duración, más precarios, por los que no llegan a cotizar para obtener ese tipo de prestación.
Además, según el Ministerio, hay que tener en cuenta que el número de parados de larga duración es muy elevado. Este lunes, la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, aseguraba que a octubre de 2018 el número era de 1.113.000 personas.
Los sindicatos mayoritarios piden revisar el sistema de protección
Los sindicatos aseguran que la reforma laboral del PP y la larga duración de la crisis han provocado esta situación. "Lo venimos diciendo desde hace tiempo", dice Santillana (CC.OO.), para quien es preciso que se aplique el acuerdo entre sindicatos y gobierno para la recuperación del subsidio de mayores de 52 años "que fue eliminado por el anterior gobierno" (lo elevó a los 55 años).
"Hay que dar cobertura a la gente que peor lo está pasando, que es gente que las empresas no contratan", afirma Santillana cuando habla de ese grupo de la población, "que suelen ser parados de larga duración". El problema de mucha gente que pertenece a este colectivo es que, según Barrera (UGT), "se van a una pensión mínima directamente para toda la vida porque no cotizan".
Por eso ambas centrales sindicales piden políticas activas de empleo eficaces y un plan de empleo para los parados de larga duración. Y no solo para los mayores, también para los jóvenes. "Hay unos 300.000 jóvenes que vienen de la construcción, que salieron del sistema educativo y que aún siguen sin trabajo", asegura la secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT.
Las centrales sindicales mayoritarias, además, piden revisar el sistema de protección. Entre las actuaciones más urgentes, prorrogar los planes Prepara y PAE (Programa de Activación para el Empleo) -que decaerán en enero al haber bajado la tasa de paro del 15%- e, incluso, consolidarlos. "El objetivo no es darle un subsidio al que no quiera trabajar, si no darle una protección mínima, y con exigencias, mientras la persona vuelve a encontrar trabajo", señala Barrera.
Desde el Ministerio de Trabajo se asegura que el Gobierno está poniendo en marcha numerosas medidas para mejorar la calidad del empleo entre las que destaca las reuniones de diálogo social, el Plan Director por un Trabajo Digno (.PDF) -que desde julio hasta septiembre logró que 46.554 empleos temporales pasaran a indefinidos, según datos ofrecidos por la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio- o el plan de choque para promover el empleo juvenil anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y que se espera que se ponga en marcha antes de que acabe el año.
Brecha de género en las prestaciones
Desde Comisiones Obreras, además se pone la atención en la brecha de género que existe en la protección frente al desempleo. En septiembre, según sus datos, la tasa de cobertura de las mujeres (52%) es once puntos inferior a la de los hombres (63%), algo que "viene sucediendo desde hace tiempo" y que tiene que ver "con las peores condiciones laborales de las mujeres", asegura Santillana, como -por ejemplo- los contratos a tiempo parcial (que se hacen más a mujeres) y la propia brecha salarial.