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'Brexit'

Reino Unido y la Unión Europea alcanzan un principio de acuerdo técnico para el 'Brexit'

  • Theresa May convoca reunión de urgencia con su gabinete este miércoles y miembros de los 27 harán lo propio en Bruselas
  • La solución para la frontera con Irlanda pasaría por la permanencia temporal de Reino Unido en la unión aduanera, según RTE

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Londres y Bruselas logran un principio de acuerdo para el 'Brexit'

El Gobierno de Reino Unido y la Unión Europea (UE) han alcanzado un principio de acuerdo "técnico", aunque no definitivo, para el 'Brexitque encarrila definitivamente las negociaciones a falta de que tanto el gabinete de Theresa May como los 27 den su visto bueno a los detalles del mismo.

De hecho, la primera ministra británica, Theresa May, ha convocado una reunión de urgencia con todo su gabinete para este miércoles a las 14:00 hora local (15:00 hora peninsular) para analizar los siguientes pasos, ante la creciente presión para poder convocar una cumbre europea a finales de mes. Los representantes de la UE harán lo propio.

Como paso previo, los ministros británicos han acudido a Downing Street uno a uno a lo largo de la tarde para conocer los detalles del borrador pactado entre Londres y Bruselas. Más allá de las objeciones que encontrará May entre sus ministros más euroescépticos, cabe recordar que cualquier acuerdo final deberá ser aprobado en el Parlamento británico y el Parlamento Europeo.

Ante la perspectiva de que Londres y Bruselas sellen un acuerdo, la libra esterlina ha alcanzado su máximo en siete meses, con una subida del 0,70% frente al euro y un 1,17% respecto al dólar.

Posible solución para la frontera irlandesa

A falta de confirmación oficial, la cadena irlandesa RTE ha adelantado que las dos partes habrían acordado una solución para la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, el principal escollo en las negociaciones. El acuerdo, siempre según el medio, que matiza que continúan las negociaciones, incluye una salvaguarda para evitar el restablecimiento de una barrera física entre la provincia británica tras el divorcio en marzo, exigencia que contentaría así a Londres.

No obstante, dicha solución se traduciría en la permanencia de todo Reino Unido en la unión aduanera de forma temporal, además de provisiones específicas para reforzar el alineamiento de Irlanda del Norte con la eurozona y las reglas del mercado único comunitario, condición que no ha sido bien recibida entre los euroescépticos, como el exministro de Exteriores, Boris Johnson.

La frontera con Irlanda del Norte ha sido en todo momento el principal asunto que impedía acordar un texto de divorcio. De hecho, May se vio obligada a rechazar una salvaguarda única para Irlanda del Norte aceptada en diciembre de 2017 ante las críticas del sector eurófobo del Partido Conservador.

La frontera en Irlanda, el principal obstáculo para el 'Brexit'

El Gobierno irlandés insiste en que siguen las negociaciones

Por el momento y a falta de confirmación oficial sobre la frontera, el gobierno irlandés ha recordado que todavía hay "asuntos pendientes". "Las conversaciones entre la UE y el Reino Unido sobre un acuerdo de salida siguen en marcha y no han concluido", ha declarado en un comunicado un portavoz del viceprimer ministro irlandés, Simon Coveney. En la misma línea se ha expresado la oficina del primer ministro Leo Varadkar, que ha asegurado que Dublín no ha sido "informado oficialmente" sobre el texto.

Si el acuerdo significa que las leyes se hacen en Bruselas, esto es inaceptable

El partido unionista DUP, el socio de Gobierno de May, ha criticado la noticia y ha abierto la puerta a retirar el apoyo que sustenta el Gobierno de May. "Si el acuerdo significa que las leyes se hacen en Bruselas, esto es inaceptable", ha indicado el número 2 del partido, Nigel Dodds.

En octubre, el bloqueo en las negociaciones se evidenció ante la falta de avances durante la última cumbre europea, en la que Bruselas recriminó la falta de propuestas concretas a May. Entonces, la líder tory se mostró dispuesta a extender el periodo de transición tras el 'Brexit' con tal de evitar una frontera física en Irlanda.