Enlaces accesibilidad

Los aspectos principales del acuerdo del 'Brexit': los europeos expatriados mantendrán sus derechos en el Reino Unido

  • El Reino Unido se compromete a evitar una frontera “dura” con Irlanda
  • Podrá solicitar una ampliación del periodo de transición antes del 1 de julio de 2020

Por
Las claves del acuerdo para el 'Brexit'

La Comisión Europea ha dado a conocer el borrador del acuerdo sobre el ‘Brexit’, que a lo largo de 585 páginas regula aspectos que van desde la duración del periodo de transición, la situación de la frontera con Irlanda o el escenario en el que quedarán los expatriados que residen en el Reino Unido, los cuales mantendrán los derechos que disfrutaban como ciudadanos de la Unión Europea tras la salida del bloque de Reino Unido.

Así lo ha corroborado el negociador jefe de la Unión Europea, Michel Barnier, en una rueda de prensa posterior al acuerdo, en la que ha asegurado que "los europeos que viven en el Reino Unido seguirán viviendo su vida como antes".

El documento, que es todavía un borrador y que puede estar sujeto a cambios, indica que aquellas personas que tengan implantada en el Reino Unido su residencia habitual antes de que finalice el periodo de transición, el 31 de diciembre de 2020, seguirán gozando de los mismos derechos, al igual que los residentes británicos en otros territorios comunitarios.

En total, son más de cuatro millones de ciudadanos afectados: 3,2 millones de europeos que viven en suelo británico y 1,2 británicos que residen en los Veintisiete. Además, según señala Efe, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea seguirá siendo la referencia para la protección de los derechos de los ciudadanos comunitarios en el Reino Unido y para los británicos que residan en países de la UE hasta que el final del año 2028.

Y aunque no se mantendrá la libre circulación de personas, el acuerdo especifica no será necesario el visado para turistas y estancias de negocios cortas. El borrador subraya, además, que el Reino Unido e Irlanda podrán seguir permitiendo el movimiento libre de personas en sus territorios, lo que evita los controles fronterizos en la frontera de Irlanda del Norte.

Unión aduanera y frontera con Irlanda

Porque uno de los puntos que mayor controversia había suscitado era el de la frontera con Irlanda del Norte. En este sentido, el documento señala que el Reino Unido se compromete a evitar una frontera "dura" entre Irlanda del Norte, incluyendo cualquier infraestructura física o controles en sus fronteras. El propio Barnier ha confirmado esta prevención en su rueda de prensa.

Para evitarlo, se establece una solución temporal: la creación de un "territorio aduanero único" en el que están incluidos tanto el territorio comunitario como Reino Unido, que, de esta forma, tendrá acceso al mercado único europeo, al menos durante el período transitorio. Tras conocer el preacuerdo, el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, se ha mostrado satisfecho con el resultado y ha celebrado que Reino Unido permita el acceso por tierra de los productos irlandeses al mercado de la Unión.

De hecho, el borrador especifica claramente que no se establecerán barreras para el paso de bienes desde Irlanda del Norte a Reino Unido, un extremo que constituía uno de los temores de los unionistas y de los partidarios del Brexit duro: que el país quedara troceado de facto. Pese a todo, en Irlanda del Norte seguirán rigiendo determinadas normas comunitaria "esenciales para evitar una frontera dura", como la normativa sanitaria para los controles veterinarios o las que afectan al IVA y a las ayudas estatales.

La primera ministra británica, Theresa May, anunció la pasada noche la fumata blanca tras un tenso debate de cinco horas con sus ministros. Finalmente, la mayoría del Gobierno británico respalda el principio de acuerdo que May ha negociado con Bruselas. Ahora la pelota está en el tejado del Parlamento británico y del Consejo Europeo.

En cualquier caso, la articulación definitiva de la relación en esa controvertida zona se aplaza hasta la negociación del acuerdo comercial definitivo entre Reino Unido y la Unión Europea: el borrador señala que ambas partes quieren establecer "acuerdos de aduana ambiciosos" en la futura relación y se dan hasta el 1 de julio de 2020 para pactar un nuevo acuerdo.

Periodo transitorio

En este sentido, se establece la posibilidad de prolongar el período de transición, que comenzará el próximo 30 de marzo de 2019 y duraría, en principio, 21 meses: ambas partes han acordado que Reino Unido podrá solicitar una ampliación en cualquier momento antes del 1 de julio de 2020. Barnier ha matizado que esa ampliación, que solo se podrá invocar una vez, será por un tiempo limitado.

Así, el borrador establece que tanto la UE como el Reino Unido "harán todo lo posible" para concluir, antes del 31 de diciembre de 2020, un acuerdo que reemplace a este pacto transitorio, definiendo la relación futura entre ambos.

Mientras tanto, Reino Unido no participará en las instituciones ni las agencias comunitarias, aunque su vinculación permence sin cambios en lo que concierne al acceso al mercado único, la unión aduanera y las políticas europeas "con sus derechos y obligaciones".

Esto incluye que Londres cumplirá sus compromisos financieros, incluyendo su aportación al presupuesto comunitario, en el marco del presupuesto plurianual comunitario para el período 2014-2020, cuyo final coincide con el del período de transición. Además, Reino Unido no participará en la toma de decisiones ni podrá firmar acuerdos de libre comercio en nombre de la Unión Europea, señala AFP.

Mercado financiero

Del resto de aspectos, destaca lo relativo a los mercados financieros, en los que Reino Unido y la Unión Europea han acordado respetar el actual sistema de acceso, conocido como principio de equivalencia.

Según Reuters, esto le daría al Reino Unido un nivel de acceso similar al área financiera comunitaria del que disfrutan los bancos y entidades estadounidenses y japoneses, aunque, sin embargo, lo vinculará a las normas financieras de la Unión Europea durante años.

Asimismo, ambas partes han acordado "compromisos para preservar la estabilidad financiera, la integridad del mercado, la protección de los inversores y la competencia justa, respetando la autonomía regulatoria y de toma de decisiones de las partes".