Rosalía, el ascenso imparable de la reina del flamenco pop
- En RTVE.es analizamos las claves del éxito de la cantaora que es la sensación musical del momento
- Su último disco, El mal querer, coproducido con El Guincho, ha logrado dos Grammy latinos
Rosalía Vila ha puesto patas arriba el panorama musical español cómo hace tiempo no se veía. La cantaora aúna las bendiciones de crítica y público y ya es fenómeno mundial, aupada por su último disco, El mal querer (Sony).
Uno de los trabajos más esperados de 2018, que tan solo dos semanas después de su lanzamiento ya bate récords: se ha situado como el álbum de estudio más vendido y con más streams en la historia de Spotify en nuestro país, según informa su discográfica.
Un conjunto de canciones conceptuales que ha producido ella misma junto al músico canario, Pablo Díaz-Reixa, El Guincho. Un disco que narra por capítulos una trágica relación sentimental, inspirada en un libro anónimo del siglo XIV.
Rosalía explica que ahonda en el “lado oscuro del enamoramiento como los celos o la posesión”, en unas letras que son su “fetiche“ y que tardó más de dos años en alumbrar. El resultado es una emocionante alquimia de sus raíces flamencas con trap, R&B y música electrónica, cuajado de detalles en las armonías: desde un sampleo de Justin Timberlake (reconocido), a melodías de coros o un minipoema recitado por Rossy de Palma. Pura fusión entre tradición y vanguardia.
Prueba del empuje de “la Patti Smith de los tablaos”-como la llaman- es que los dos primeros y aclamados singles de El mal querer, “Malamente” y “Pienso en tu mirá”, fueron éxito súbito, aunque tampoco faltaron críticas que apuntaban a la apropiación cultural en sus videos de simbología del pueblo gitano, de Andalucía o del mundo taurino.
En cualquier caso, sus dos temas adelanto han traído bajo el brazo una actuación en el programa musical más prestigioso de la BBC y ha logrado dos Grammy Latinos: mejor canción alternativa y mejor fusión/interpretación urbana, ambas por "Malamente".
La barcelonesa podría coronarse en La Vegas como reina del flamenco pop. La prensa internacional especializada ya le dedica al disco calificativos como ”impactante y de impresionante sonoridad” (Revista Rolling Stone, EE.UU.). Los titulares apuntan directos a Rosalía y parece estar en todas partes.
Una tesis de fin de carrera que se convierte en disco
Pero más allá del boom mediático, ¿cuál es la clave del meteórico ascenso de esta joven que busca el “sentío” en la música antigua? La artista, de 25 años, ya ha comentado en varias entrevistas que su primer contacto con el flamenco fue casual, escuchando en la calle a Camarón entre amigos. Un flechazo visceral que le encaminó a su formación académica, aunque de adolescente probó suerte en algún talent show televisivo sin demasiada fortuna.
Inició sus estudios con 16 años en la escuela Taller de Músics de Barcelona. Allí conoció a su maestro, el cantaor José Miguel Vizcaya, “El Chiqui de la Línea”, al que la compositora siempre recuerda con cariño y que le mostró el camino de la investigación.
“Para mí el flamenco era Camarón, algo de estética gitanista, y al ir hacia atrás encontré muchas otras cosas que me encantaron”, ha asegurado. Tras estos primeros pasos, Rosalía cursó una carrera de cuatro años en la Escuela superior de música de Cataluña (Esmuc). Vizcaya fue de nuevo su profesor y vislumbró su valía.
“En las clases yo veo que tiene aptitudes. Capacidad de estudio, disciplina y sobre todo un gran oído musical. Me pareció especial la pasión que ponía, su voracidad de conocimiento y ambición para buscar lo que quiere”, explica a RTVE.es el docente de la Esmuc. “El Chiqui de la Línea” añade que se siente “muy orgulloso“ del triunfo de su alumna que se licenció en Interpretación del Cante Flamenco.
El mal querer es su trabajo de fin de carrera donde ha volcado su manera innovadora de comprender la música “aquí y ahora, imperfecta y espontánea”. “Me niego a creer que solo exista una forma de entender el flamenco”, ha apuntado Rosalía que canta, compone y crea a partes iguales.
Los ecos de su tesis también resuenan en su disco debut, Los Ángeles (Universal, 2017), cuyo hilo conductor es la muerte y que ideó junto al guitarrista Raül Fernández, “Refree”.
Un primer éxito enfocado en acordes de flamenco más ortodoxo, con el que llamó la atención y fue candidata a los Grammys como Mejor Nueva Artista. El mismísimo Pepe Habichuela alabó su talento y afirmó que a pesar de su juventud Rosalía poesía una "voz vieja", en referencia a su hondura.
Un fenómeno que ha explotado con El mal querer, que vino aparejado de un cambio de discográfica, en el que ha trabajado año y medio mano a mano con El Guincho. Un intercambio de ritmos, en el que se han atrevido a experimentar con ruidos de motos y alarmas descontextualizados con el "Pregón" flamenco de Macandé. Unos temas, ocho de los cuáles Rosalía firma junto a su expareja, el trapero C. Tangana, “que se han cocinado a fuego lento y con mucho ensayo-error”.
“Ella me ha contagiado a mí con el flamenco que yo nunca había explorado. Y se lo contagia a todo el mundo en la forma que habla sobre los palos, de los cantaores y cantaoras... Yo por mi parte intenté que se tradujera lo que ella tenía en la cabeza a una realidad en forma de canción”, explica el productor Pablo Díaz-Reixa, en una entrevista a RTVE desde Las Vegas horas antes de los Grammys.
El Guincho pone el acento en el valor de Rosalía “como intérprete”, ya que “cantantes hay muchas”, y en su inmensa capacidad de trabajo: ”Se ocupa de cada detalle y está encima de todo opinando y valorando”. Todas las fuentes consultadas para este reportaje coinciden en el perfeccionismo de la catalana que ha generado un universo propio.
Una labor en la que le echan una mano desde los comienzos su madre Pepi (conocida en internet como Daikyri) y su hermana, que actúan como asesoras en la parte estética y en la intensa promoción. La cantaora también ha dado en la diana en su dominio de las redes sociales y con los resortes del márquetin, que le han dado impulso internacional.
Su foto en Instagram con el CEO de Apple, Tim Cook, dio la vuelta al mundo o el lanzamiento por todo lo alto de su trabajo en las pantallas gigantes de Times Square fue otro acierto viral.
Otra de las patas de la “marca Rosalía” se sostiene en sus cinematográficos videos, con un aire muy a lo Bigas Luna, que suman millones de reproducciones en Youtube. Detrás de las imágenes está la mano de la productora barcelonesa CANADA.
En cuanto a su llamativo vestuario, la cantante mantiene como uno de sus diseñadores de cabecera a Palomo Spain que ha creado para ella varias prendas exclusivas. Mezclan las raíces aflamencadas de volantes y flecos con toques urbanos propios del hip-hop americano.
"Su música me ayuda a crear, me inspira, valoro mucho su trabajo y por eso me ha hecho tanta ilusión crear estos looks para su nuevo proyecto. Mis diseños se confeccionan de forma muy tradicional pero con una visión de futuro y contemporánea, como la propuesta de Rosalía. Esto nos conecta enormemente y quisimos trabajar juntos en este momento tan importante de nuestras carreras. Siento que seguimos caminos paralelos", ha comentado Alejandro G. Palomo en un comunicado.
Un estilismo de diva que equiparan, mitad exageración mitad verdad, con el de la estadounidense Beyoncé, a la que, por cierto, también brinda un guiño musical en El mal querer. Su conquista en la moda avanza y el huracán de Sant Esteve de Sesrovires ya ha presentado su propio sello de ropa esta semana.
Al margen de esta vorágine, el magnetismo de la cantaora sobre el escenario es innegable. Ha sabido conectar con su letras, con cierto trasfondo feminista, con un público millennial que se ha aproximado al flamenco a través de su prisma.
Unos jóvenes que siguieron hipnotizados el concierto gratuito de presentación de su segundo disco en la madrileña Plaza de Colón, al que acudieron 11.000 personas. La actuación de Rosalía en la reciente gala de los MTV EMA de Bilbao ha supuesto otro hito en su carrera.
“Creo que el éxito es una mezcla de talento, las ganas que tiene de mejorar y la versatilidad como artista. También el sonido innovador del álbum ha hecho que llegue a gente que quizás no le atraía tanto”, apunta El Guincho que también es director musical de su espectáculo, en cuyas coreografías siempre aparece arropada por un cuerpo de bailarinas.
En apenas dos años y medio, Rosalía ha transitado del anonimato y ser conocida en círculos muy restringidos a colaborar con el músico J. Balvin o a contar entre sus admiradores a Lana del Rey o Pedro Almodóvar. La intérprete ya ha debutado como actriz en el rodaje de la última película del manchego, Dolor y gloria. Es el ascenso imparable de una estrella emergente y global.