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Ascienden a 20 los migrantes fallecidos en el naufragio de la patera ocurrido en Caños de Meca

  • Este viernes ha sido hallado el cuerpo sin vida de un migrante en una playa cercana al lugar del hundimiento

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Agentes de la Guardia Civil junto al cadáver hallado en las inmediaciones de la playa del Faro de Trafalgar (Cádiz)
Agentes de la Guardia Civil junto al cadáver hallado en las inmediaciones de la playa del Faro de Trafalgar (Cádiz).

El hallazgo este viernes de un nuevo cadáver eleva a 20 el número de víctimas mortales del naufragio de la patera ocurrido el pasado 5 de noviembre en las inmediaciones de Caños de Meca (Cádiz), según han informado fuentes de la Guardia Civil a la agencia Efe.

El cuerpo sin vida del migrante ha sido localizado en la playa conocida como Marisucia, en las inmediaciones del Faro de Trafalgar y del lugar del naufragio de la patera, en el que hubo 22 supervivientes, muchos de ellos menores de edad.

La embarcación, en la que viajaban más de 40 personas, chocó contra unas rocas a 150 metros de la orilla, lo que provocó que se abriese una vía de agua que la hizo naufragar.

Tanto el patrón como su ayudante (organizador del viaje) -dos jóvenes marroquíes de 32 y 21 años- fueron detenidos como presuntos autores de varios homicidios y de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Para ambos se decretó su ingreso en prisión.

Obligados a sentarse unos encima de otros

Según indicó la Policía Nacional cuando los arrestó, el piloto, una vez que los tripulantes de la embarcación pagaron el viaje para cruzar el Estrecho, les obligó a subir en un solo bote aun sabiendo la existencia del exceso de aforo. Así los manifestaron los testigos, que declararon haber pagado 1.500 euros.

Ante la inexistencia de espacio, se vieron obligados a sentarse unos encima de otros e ir turnándose entre ellos. además, solo la mitad del pasaje llevaba chaleco salvavidas y muchos de ellos no sabían nadar.

Pese a que cuando partieron las condiciones climatológicas eran buenas, a mitad de trayecto el estado de la mar empeoró. La consecuencia es que tuvieron que achicar constantemente agua.

Además, los testigos afirmaron que estuvieron más de 25 horas en alta mar en condiciones de hacinamiento y que, debido al empeoramiento de las condiciones climatológicas, temieron por su vida en muchos momentos de la travesía.