"Toda la iglesia de Brasil rezó por Bolsonaro"
- Millones de cristianos evangélicos que han sido claves en la victoria de Jair Bolsonaro.
- Esta noche, 'El soldado de Dios', En Portada, en La 2 de TVE
Eduardo, pastor evangélico de una minúscula iglesia en una de las favelas más conocidas de Brasil, Rocinha, no esconde sus preferencias. Bolsonaro es su presidente, y dice que Dios ha escuchado sus plegarias para llevarlo a Planalto.
"Toda la iglesia de Brasil rezó por Bolsonaro", nos cuenta. Y como él, miles de pastores, y sus rebaños: millones de cristianos evangélicos que han sido el fiel de la balanza en la victoria de Jair Bolsonaro.
De entre todos los lugares donde estuvo el equipo de En Portada, pocos como este explican mejor el triunfo de Bolsonaro. No más de 12 personas, en trance, repitiendo en bucle "Gloria a Deus, Gloria". Un local destartalado. Pobres de una devoción absoluta. La infantería espiritual del capitán Bolsonaro.
La victoria del nuevo presidente en los barrios acomodados de Sao Paulo o Río se daba por descontada, pero que también lo hayan votado pobres, negros y mulatos de Rocinha, es un enorme salto: cualitativo y cuantitativo. Y en ello la religión ha tenido mucho que ver.
Como el resto de Latinoamérica, Brasil asiste desde mediados de los años 80 al progresivo ascenso de las iglesias neopentecostales, de inspiración estadounidense.
Ultraconservadoras en temas morales, ultraliberales en economía
Ultraconservadoras en temas morales, ultraliberales en economía, defienden la llamada Teología de la Prosperidad: el dinero es sagrado, ser rico es una bendición. El reverso de la moneda es que quejarse de la pobreza no es una opción. "Jesús dijo que debíamos disfrutar de la abundancia aquí en la tierra".
Uno de los que disfrutan de esa riqueza es el pastor Silas Malafaia, que casó a Bolsonaro en su última boda (la tercera). Malafaia, cuya fortuna ronda los 150 millones de dólares según la revista Forbes, puede presumir de haber apoyado al nuevo presidente desde hace años, cuando este era un simple diputado por el estado de Río de Janeiro.
Conviene no olvidar que Bolsonaro, durante buena parte de su carrera política, fue una especie de outsider, para muchos un freak, que daba titulares continuamente, que gritaba y gesticulaba, pero a quien no se prestaba mucha atención: "Las cosas de Bolsonaro ", decían en los pasillos del Congreso.
Ese personaje por momentos estrambótico es hoy el presidente del país más poblado, de mayor tamaño y con la principal economía de Latinoamérica. Y en ese súbito recorrido su aproximación al movimiento evangélico ha sido tácticamente un éxito monumental.
"No mereces que te violen porque eres muy fea"
Frente a este panorama y a la previsible implantación de una agenda conservadora en el Congreso, En Portada entrevistó a dos viejos enemigos del nuevo presidente, un gay y una mujer, izquierdistas ambos: Jean willys y María do Rosario.
Willys es el único diputado homosexual reconocido dentro del Congreso, y nos dibuja un panorama sombrío. "La única forma de que un incompetente como Bolsonaro pueda gobernar es por medio de la violencia. Este gobierno va a ser una dictadura electa".
Do Rosario, también diputada, sabe bien cómo se las gasta el próximo jefe de Estado, que le dijo, "no mereces que te violen porque eres muy fea". "Tengo miedo por Brasil", confiesa a En Portada en el mismo lugar, el salón verde del Congreso Nacional donde Bolsonaro le dedicó aquel lamentable exabrupto.
Estamos pues ante una polaridad extrema, la mayor en la historia democrática de Brasil. Y con tamaño historial de frentismo y cainismo a sus espaldas difícilmente sea Bolsonaro el más indicado para superar esa grieta.