May recalca que no excluirá a Gibraltar de las negociaciones sobre la relación futura con la UE, como exige España
- La primera ministra británica ha respondido a un diputado en el Parlamento que el Peñón estará "cubierto"
- "Queremos un acuerdo que sirva para toda la familia de Reino Unido y eso incluye a Gibraltar", asegura
La cuestión de Gibraltar amenaza con convertirse en un obstáculo para el preacuerdo del Brexit: después de que España exigiera a lo largo de la semana que se especifique que la relación futura de la Unión Europea con la colonia se negociará de forma separada a la de Reino Unido, la primera ministra británica, Theresa May, ha recalcado este miércoles que su Gobierno no excluirá al Peñón de las conversaciones.
"No excluiremos a Gibraltar de las negociaciones sobre la relación futura", ha asegurado May en respuesta a la cuestión planteada en la Cámara de los Comunes, durante la sesión de control al Gobierno, por el diputado conservador Bob Neill, quien ha aludido al temor de que España quiera "excluir a la gente de Gibraltar".
El parlamentario ha dejado claro que no permitirá "bajo ninguna circunstancia" que dichas garantías, que no ha especificado, puedan estar en riesgo, a lo que la primera ministra ha respondido recordando que su Gobierno es "absolutamente firme" en su Gibraltar.
“Queremos un acuerdo que sirva para toda la familia de Reino Unido y eso incluye a Gibraltar“
May ha afirmado que el Peñón estará "cubierto" en las futuras negociaciones y ha recordado que ya ha estado "plenamente implicando" en la fase previa de diálogo. Así, y en aras de ser "clara", ha subrayado: "Queremos un acuerdo que sirva para toda la familia de Reino Unido y eso incluye a Gibraltar".
Además, ha apuntado que el protocolo sobre Gibraltar incluido en el acuerdo forma parte de un "amplio abanico" de compromisos suscritos entre Londres y Madrid para mantener la "cooperación" en los próximos meses, en alusión a los cuatro memorandos de entendimiento y a un acuerdo fiscal.
Un obstáculo para ala ratificación de los Veintisiete
Así las cosas, las divergencias sobre Gibraltar podrían enquistarse y convertirse en un obstáculo para la ratificación del principio de acuerdo sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea, que los 27 países miembros que quedarán en el club comunitario abordan este domingo en una cumbre extraordinaria de líderes.
España ya ha avisado de que votará en contra de ese borrador si no se aclara el articulado o bien se incluye una mención explícita de la diferenciación de Gibraltar en la declaración política que debe acompañar al texto y en la que se establecerán las directrices para negociar la relación futura con Reino Unido.
Las reglas de la Unión Europea establecen que el Tratado debe ser aprobado por una mayoría cualificada de Estados miembros, por lo que no sería necesaria la unanimidad habitual en las cumbres de líderes y podría ser adoptado sin el apoyo de España. No obstante, en un asunto de tanta importancia para el futuro de la UE es previsible que se busque la unanimidad.
En cualquier caso, la ratificación de los Veintisiete no será el último trámite que deberá superar el acuerdo, ni siquiera el más difícil, ya que también tiene que superar una votación en el Parlamento británico, donde, a día de hoy, May no parece contar con los apoyos necesarios. De hecho, la primera ministra ha vuelto a advertir este miércoles a los diputados de que el Brexit estar en peligro si no respaldan el preacuerdo.
Así, ha subrayado que un voto contrario supondría "o bien más incertidumbre, más divisiones o podría poner en riesgo el Brexit", en un intento de sofocar las voces que reclaman un segundo referéndum.
Merkel espera que se resuelva la "reserva" de España
La canciller alemana, Angela Merkel, espera que se resuelva la objeción de España por el futuro de Gibraltar. "Tenemos la reserva de España. No puedo decir exactamente cómo vamos a solucionar este tema. Espero que se resuelva para el domingo", ha declarado en su intervención ante el Parlamento alemán.
El texto del preacuerdo entre Bruselas y Londres cuenta con el apoyo de Alemania, que reconoce que ha sido un proceso "complicado" con un "difícil debate" en Reino Unido, según ha señalado Merkel.