La Policía Nacional destapa un fraude de seis millones de euros por el cobro de pensiones de fallecidos
- Hay 9 detenidos por 53 delitos de fraude a la Seguridad Social, falsedad documental, estafa y apropiación indebida
- Para hacerse con el dinero ocultaban el fallecimiento del pensionista falsificando el certificado de Fe de vida y la firma del difunto
La Policía Nacional ha destapado un fraude de casi seis millones de euros a la Seguridad Social mediante el cobro indebido de pensiones personas fallecidas. La Policía ha arrestado a nueve de las 46 personas identificadas en 10 comunidades autónomas a quienes considera responsables de un total de 53 delitos de fraude, falsedad documental, estafa y apropiación indebida.
La mayoría de los implicados eran familiares de las personas fallecidas, aunque también se han encontrado casos de amigos o compañeros de vivienda. Para hacerse con el dinero ocultaban el fallecimiento del pensionista a la Administración llegando a falsificar el certificado de fe de vida y estado e incluso la propia firma del difunto, con el objeto de realizar reintegros en efectivo.
Según informa la Policía Nacional, la investigación comenzó tras recibir varias denuncias, en diferentes puntos del país, en las que se apuntaba a posibles fraudes a la Tesorería General de la Seguridad Social. Con las primeras pesquisas se averiguó que eran familiares o amigos de pensionistas fallecidos quienes seguían cobrando de forma ilícita las pensiones.
Los agentes localizaron casos similares en 17 provincias españolas -A Coruña, Albacete, Alicante, Barcelona, Burgos, Cádiz, Las Palmas, Madrid, Málaga, Murcia, Ourense, Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Tarragona, Valladolid y Vizcaya- y cuantificaron casi 6.000.000 millones de euros como cantidad defraudada a la Seguridad Social.
Además han identificado a 46 personas como responsables de un total de 53 delitos de fraude a la Seguridad Social, falsedad documental, estafa y apropiación indebida. Entre los motivos más comunes en los que se escudaban las personas que cobraban las prestaciones indebidamente para cometer el fraude están el desconocimiento de su abono -pese a que hacían uso de ese dinero-, necesidades económicas para la subsistencia personal o familiar, o la creencia de que, una vez que el banco había solventado el fraude de los últimos cuatro años, se podía disfrutar del dinero acumulado en los años anteriores.
Familiares y amigos de los fallecidos
Explica la Policía Nacional en una nota de prensa que la mayoría de los defraudadores son familiares de las personas fallecidas, aunque también han encontrado casos de personas cercanas, amigos o compañeros de vivienda.
Su modus operandi era similar, hacían creer a la Administración que el pensionista seguía con vida con diferentes argucias para conseguir hacerse con los ingresos de forma irregular. Para seguir cobrando las mensualidades de las pensiones de las personas fallecidas, los defraudadores falsificaban la fe de vida, la firma del fallecido y documentos mercantiles.
También realizaban usurpaciones de identidad, usaban tarjetas de crédito o débito a nombre de los muertos, o bien ocultaban el fallecimiento haciendo creer que el difunto vivía en el extranjero. Además, para no ser descubiertos en su entorno más cercano engañaban a sus allegados sobre la procedencia de los fondos que manejaban.
Uno de los defraudadores cobró hasta 92.000 euros
Un caso significativo, según la Policía Nacional, se dio tras una denuncia realizada en la provincia de Madrid sobre una pensionista de origen ucraniano que falleció en 2010, a la cual se le abonó indebidamente la cantidad de 91.926,50 euros durante seis años.
Una vez que los agentes analizaron los movimientos bancarios se observaron 209 compras, abonadas a través de una entidad financiera digital, con posterioridad al fallecimiento de la pensionista. Los policías llegaron a la conclusión de que la tarjeta bancaria de la pensionista la había robado un compatriota compañero de piso, quien a su vez compartía el número de la tarjeta con varios amigos suyos.
Otro caso, en la provincia de Albacete, un empleado de una entidad bancaria, donde se ubicaba la cuenta del fallecido, habría cobrado de forma ilícita casi 10.000 euros. Para hacerse con el botín aprovechó su posición, realizando reintegros en efectivo en provecho propio desde la muerte del pensionista en 2003 hasta 2017.
Un andador y ropa de anciano
En la provincia de Málaga, los agentes investigaron el cobro de más de 129.200 euros por prestaciones indebidas de un pensionista muerto en 1999, y que fueron abonadas hasta el año 2017. Gracias al análisis de la información bancaria se observaron varios traspasos posteriores al fallecimiento, y se identificó a varios familiares como responsables de estos hechos.
Los investigados, para poder seguir cobrando la ilícita pensión, aprovechaban el parecido de uno de ellos, que contaba con características físicas parecidas al pensionista, para hacerse pasar por el fallecido. Además, para la extracción de las prestaciones, se caracterizaba vistiendo ropa de persona mayor y portando como complemento un andador que le ayudaba a pasarse por el nonagenario pensionista.
En una gran parte de los casos los agentes han realizado informes patrimoniales de las personas implicadas, para que los organismos de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social puedan solicitar el embargo de aquellos bienes que considere pertinente, o en su caso que el juzgado que entienda de cada una de las causas pueda utilizarlos para cubrir las responsabilidades generadas.
En la actualidad los distintos organismos de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social cuentan con nuevas tecnologías que permiten la interconexión telemática entre administraciones. De forma que realizan de forma periódica controles de la fe de vida de los beneficiarios de prestaciones periódicas. Estos avances hacen que muchas de las comprobaciones se realicen en tiempo real, lo cual hace cada vez más difícil a los defraudadores conseguir el cobro indebido de prestaciones.