El libro de estilo de la RAE aborda el uso de emoticonos y la escritura digital
- El manual incluye recomendaciones sobre la comunicación en redes sociales y la pronunciación
- La RAE se reafirma en sus criterios sobre la gramática de género y el rechazo al lenguaje inclusivo
¿Cómo se escribe Wasap o WhatsApp? ¿Cuál es la diferencia entre género y sexo? ¿Cómo usar correctamente las onomatopeyas en el lenguaje online? ¿Y los signos de puntación?
Son algunas de las preguntas a las que responde con recomendaciones el primer Libro de estilo de la lengua española de la RAE, editado por Espasa con una tirada de 10.000 ejemplares (496 páginas que incluyen seis capítulos más un glosario).
Un texto que lejos de ser académico está orientado “a todos los públicos” y pretende ser una herramienta “práctica y muy abierta”, que también se enfoca por primera vez en la comunicación y la escritura digital a la que marcan el pulso las nuevas tecnologías.
Así lo ha explicado Víctor García de la Concha, coordinador del proyecto y director honorario de la RAE, acompañado del actual director, Darío Villanueva, en la presentación este lunes ante los medios.
Los académicos han señalado que el manual compila muchas de las dudas que reciben de los usuarios del Diccionario, que recoge sesenta millones de consultas mensuales.
No valida el uso de la @, la "e" o la "x" para referirse a los dos sexos
Una de las cuestiones que se han multiplicado por el “auge del feminismo y la visibilidad de la mujer”,- afirma De la Concha- son las relativas al género con el que, precisamente, arranca el capítulo de gramática, en pleno debate sobre la igualdad que también alcanza al lenguaje.
El libro señala que en español, el género masculino, por no ser el marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos, por lo que el masculino puede emplearse para referirse a seres de ambos sexos. "Desde un punto de vista lingüístico, no hay razón para pensar que este género gramatical excluye a las mujeres en tales situaciones", indica el texto.
El manual no considera válido el uso de la arroba, la "e" o la "x" para hacer referencia a los dos sexos y cree que estos recursos contravienen las reglas gráficas y morfológicas del español.
En el caso de desdoblamiento -"alumnos o alumnos y alumnas", por ejemplo- el manual especifica que "el carácter no marcado del masculino lo hace innecesario en la mayor parte de los casos". Si bien es cierto, define como "normal" el desdoblamiento como muestra de cortesía, por ejemplo, "al comenzar un discurso o en los saludos de cartas y correos electrónicos dirigidos a varias personas".
También desarrolla en el glosario, de 150 páginas, el uso correcto de género y sexo. Otra de las preguntas más frecuentes. Sexo se refiere la “condición orgánica” de un ser vivo y no debe confundirse con género que es “la propiedad de los sustantivos y de algunos pronombres por la que se clasifican en masculinos, femeninos o neutros”.
Un libro para escritores digitales
Una de las principales novedades del Libro, que se amolda a la norma panhispánica, es la relativa a la ortotipografía- relativa a la escritura no manual- y el lenguaje digital que está “cambiando el mundo porque todos nos convertimos en comunicadores”.
Este apartado delimita dos ámbitos: el “coloquial” de las redes sociales y la mensajería instantánea, y el profesional, académico y periodístico de los medios online, los llamados escritores digitales.
“El uso de emoticonos es solo la punta del iceberg del lenguaje visual que acompaña a los textos”, ha explicado el coordinador, que ha añadido que “la puntuación“ y la “integración de las imágenes y palabras con memes y etiquetas”, a veces plantea “problemas de comprensión”. Por eso, ha recordado que la escritura en los nuevos medios que se leen en pantallas debe respetar la norma general “con naturalidad”.
Más ejemplos: recomiendan no prescindir de los signos de apertura en exclamaciones o interrogaciones o cuidar la acentuación. Asimismo, advierten sobre el abuso de grafías anómalas en las onomatopeyas con fórmulas heredadas de los cómics como ZzZzz para expresar sueño o aburrimiento.
El libro de estilo dedica secciones a la pronunciación, la elocución y la ortografía con la “hispanización” de términos extranjeros como es el caso de Wasap derivado del inglés Whatshapp.
Víctor García de la Concha ha insistido en la necesidad del respeto al correcto uso de la lengua en referencia a “nuestro Parlamento”, ha dicho, y ha parafraseado a Ortega y Gasset que señalaba que la España caída no necesitaba de regeneración política sino sensibilidad, y esto solo se lograría mediante la regeneración de la palabra, ha afirmado.
El lenguaje inclusivo y la sucesión en la RAE
El director de la RAE, Darío Villanueva, ha vuelto a insistir en que no habrá sorpresas en el informe de la institución sobre la adecuación de la Constitución a un lenguaje inclusivo, que fue encargado antes del pasado verano por la vicepresidencia del Gobierno y ministra de Igualdad, Carmen Calvo.
La Academia finalizará en su pleno del próximo jueves la lectura del informe de la ponencia encargada de este asunto, aunque no será hasta diciembre cuando se someta a votación y, previsiblemente, también se elegirá al nuevo director de la institución.
Darío Villanueva ya había anunciado que no se presentaría a la reelección y apura sus últimas semanas en el cargo. Algunas voces apuntaban a la crisis interna en el seno de la RAE y a sus problemas de financiación como posibles causas de su salida.
De la Concha ha negado la división en la Real Academia de la Lengua, donde “siempre han convivido personalidades muy opuestas y de distinto signo político” entre sus miembros. El académico también ha añadido que el nuevo director sí debe mantener un perfil de “gestión de ayudas”.
A preguntas de los periodistas sobre si el nuevo cabeza de la institución podría ser una mujer ha explicado que “todos los académicos son elegibles”. “Como en el resto de entidades, las mujeres se han incorporado tardíamente pero tenemos un muy respetable número y muy valiosas académicas al servicio de la lengua”, ha relatado.
Acerca de las dificultades económicas de la RAE por la caída de ventas de sus diccionarios, la directora de Espasa, Ana Semprún, ha señalado que “las ventas del diccionario fueron buenas. Fueron 20.000 ejemplares aunque nuestras expectativas eran mayores y los libros en papel se siguen vendiendo”, ha remarcado durante la rueda de prensa en la sede de la Real Academia en Madrid.