¿A qué sonaba España en 1978?
- Tras 40 años de dictadura, artistas, músicos, cineastas, periodistas y políticos se lanzan a la creación de un nuevo modelo cultural
- Especial 40 años de Constitución en RTVE.es | 40 años y 40 artículos en RNE
La Cultura asumió un papel determinante durante la transición española, donde fue utilizada como indicador de libertad y muestra de las corrientes de pensamiento de la sociedad, algo que tuvieron muy presente los padres de la Constitución.
En 1978, aún convivían los sueños de revolución cultivados diez años antes en París, con movimientos menos políticos que buscaban una ruptura –pactada o no– con el franquismo.
Sin tendencias dominantes, creadores de ámbitos y estilos diversos supieron alimentar a un público voraz y excitado que ansiaba probar y experimentar todo lo que antes estaba prohibido.
Coplas y punk
Qué hay en el 78? Pues es muy fácil, en las listas estaban Rocío Jurado, Lorenzo Santamaría y yo”. Así explica el cantante madrileño Ramoncín la extraña mezcla de estilos que compartían espacio en 1978
Los nuevos grupos buscaban referentes fuera de las fronteras españolas y las coplas y el pop melódico tuvieron que hacer hueco al rock protesta y el punk.
Para Julio Ruiz, director desde hace 47 años del programa Disco Grande, de Radio 3, 1978 “fue un buen año para esto de la música”.
Destaca que muchas de las canciones que fueron éxito entonces “aún hoy sobreviven, como "Darkness in the Edge of Town" de Bruce Springsteen, el "Miss you" de los Rolling Stones y su contagioso estribillo o la guitarra de Mark Knopfler en "Los sultanes del swing" de Dire Straits”.
Llegaron también a España nuevos trabajos de Status Quo, Johnny Winter o Boston.
Relevo en el rock español
La estética y el lenguaje de esos trabajos fue emulada en España. Aunque los sellos discográficos seguían sin apostar por las jóvenes bandas de rock de barrio que proliferaban por toda España.
“Yo fui el primero que grababa con una multinacional, el primero en sacar un single y el primero en lograr que sonase en las emisoras normales” afirma Ramoncín, que recuerda los “experimentos” en forma de festival que nacieron entonces y que ayudaron a popularizar grupos como Tequila o Triana.
Habla, por ejemplo, de ‘La noche roja’, un evento ideado por Miguel Ríos y el publicista Rafael Baladés –autor de "Libertad sin ira", popularizada por Jarcha– en el que el rock se mezclaba con el ideario comunista y la lucha obrera.
Para Ramoncín, estos movimientos “pergeñan lo que va a pasar a partir del 78. Toman relevancia bandas como Burning o Ñu en Madrid; y en Cataluña, Música Urbana o Pau Riba"
"Yo creo que la grabación de mi disco, el de Tequila o el de Asfalto, determinaron la ruptura con aquellos cantantes 'grasos' que llamábamos nosotros” dice Ramoncín, que recuerda, sin embargo, cómo muchos números 1 de aquel entonces habían pasado por el rock. “Lorenzo Santamaría había liderado hasta hacía poco Z-66 y Camilo Sesto, el gran éxito del 78, acababa de dejar Los Botines; pero a nosotros nos parecían cantantes melódicos insufribles. Además era la obligación que teníamos”.
Bailando en la sala de cine
La música ocupa un lugar privilegiado también en las carteleras. ‘La juventud baila’ al ritmo de la música disco de los Bee Gees y su Fiebre del sábado noche; y también al que marcan Olivia Newton John y John Travolta en Grease, que llegó a los cines españoles en septiembre del 78 como Brillantina.
En España, Fernando Colomo estrena ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?, una crítica al franquismo que se resistía a soltar las riendas del país.
“Podíamos decir que era la 'premovida'”, dice el director madrileño, quien advierte de la politización de la cultura en aquellos años: “Todo estaba marcado por la crítica y la política, algo que se perdió después en la Movida, o al menos se redujo”, señala.
“A Burning les dimos un título y un tema y crearon un himno (Fernando Colomo)“
El filme puso sobre el mapa a un grupo por entonces desconocido, Burning, a quienes Colomo encargó la banda sonora. “Les dimos el título y el tema y crearon un himno”, dice el cineasta, que admite el influjo de la música para convertir su obra en un clásico
El tango llega a España
El último tango en París (1972) de Bernardo Bertolucci, se ha convertido en un paradigma de la censura franquista.
Tras su estreno en Francia, y con el dictador aún vivo, la prensa internacional se hizo eco de la marea de españoles –cinéfilos y curiosos– que abarrotaron los cines de Perpignan para ver el filme. Habría que esperar al 16 de enero de 1978 para que el tango se bailase –por fin– en España.
La llegada de cintas hasta entonces prohibidas se suma a una numerosa creación nacional, ansiosa por abordar temas como la Guerra Civil, la posguerra, los años del hambre y la represión. En 1978, Luis García Berlanga estrena La escopeta nacional, un retrato de los últimos gobernantes franquistas.
Subtitulado por TVE.
Si señores, amigos y de los otros,
como cada noche aquí está "Solos en la madrugada".
Un espacio oportunista, cínico y reaccionario.
Lo más sangriento que nos permite la censura y la dirección.
-¿Quién es esa?
-Una antigua compañera de la facultad.
-¿Cómo quieres que me desnude?
En plan sexy...
¿Qué como es él?
-Muy distinto a ti.
-Te he dicho ya que soy el rey de la eyaculación prematura.
¿Qué a quien voy a votar?
A los de Afananza Pandillar desde luego que no.
-¿José te pasa algo?
-No, no me pasa nada. Son problemas propios de mi sexo.
Queridos inútiles ahí os quedáis.
Cansados, aburridos, sin esperanza, llenos de problemas,
hechos una mierda...
Como siempre.
Solos en la madrugada.
Porque el final es un desafío.
Ya no valen los paños calientes, ya no vale mirar atrás,
ya no vale decir; hemos sufrido mucho,
nos ha hecho mucho daño la vida en general.
Ahora estamos solos, lo que vaya a pasar a partir de ahora
depende única y exclusivamente de nosotros.
Es una chica muy simpática, y a ti te quiere mucho.
-Y yo a ella.
Y tendría que odiarla.
En la facultad me pisaba hasta los bedeles.
En un momento dado este personaje tiene conciencia
de que algo no funciona o no debió funcionar en su vida
como debió ser.
Pero es un personaje que en principio asume su entidad y su personalidad
con todas sus consecuencias.
Y no solamente como profesional sino como ser humano.
Me han dicho que la ley del divorcio puede caer para finales del 78.
-Eso no te lo crees ni tú ni tu caballo.
También aparecen filmes que reclaman la participación del pueblo en la toma de decisiones y la libertad de expresión, como ¡Arriba Hazaña!, de José María Gutiérrez Santos o Solos en la madrugada, de José Luis Garci.
El impulso del Nobel
La literatura fue, quizás, la manifestación artística que logró preservar con más fervor y éxito los ideales de democracia y libertad frente a la dictadura.
La obra de Cernuda, Alberti, Zambrano o Salinas fue incorporada con naturalidad al patrimonio cultural del país y su voz y sus enseñanzas se escuchaban en el programa ‘Los Escritores’ de TVE.
La creación de estos autores gozó también del reconocimiento internacional, como prueba, el Nobel de Literatura entregado a Vicente Aleixandre en 1977.
Otro exponente de la generación del 27, Dámaso Alonso, se hizo con el Premio Cervantes y Juan Marsé –que obtendría este galardón en 2008– fue reconocido con el Planeta por La muchacha de las bragas de oro.
Pero el gran éxito literario de 1978 fue Fernando Vizcaíno Casas, que colocó tres de sus libros –...Y al tercer año resucitó, La boda del señor cura y De camisa vieja a chaqueta nueva– en la lista de los diez más vendidos.