Francia se blinda ante un nuevo fin de semana de protestas de los 'chalecos amarillos'
- Atracciones turísticas como la Torre Eiffel, Tullerías, Catacumbas y principales museos permanecerán cerrados al público
- Se han retirado más de 2.000 elementos de mobiliario urbano para evitar que sean usados como proyectiles
La capital francesa ha amanecido blindada y con sus principales monumentos cerrados ante la posibilidad de que las manifestaciones no autorizadas convocadas por los 'chalecos amarillos' puedan derivar en un estallido de violencia y disturbios, como ya sucedió el pasado sábado.
Así, los turistas presentes en la capital de Francia no podrán visitar este sábado ni la Torre Eiffel, el jardín de las Tullerías, las Catacumbas, la Ópera Garnier, el Grand Palais, la Casa de Víctor Hugo, ni los museos del Louvre, de Orsay, de la Orangerie o el de Arte Moderno.
Además, el Centro de Monumentos Nacionales (CMN) ha informado de que todos los sitios que gestiona en París permanecerán cerrados: el Arco del Triunfo, la Sainte Chapelle, las torres de la catedral de Notre Dame, el Panteón, el Palacio Real, la Conciergerie, la Capilla Expiatoria y el Hôtel de Sully.
Por su parte, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha indicado en una declaración institucional que se activará la célula de crisis para seguir en tiempo real junto a la Prefectura de Policía la evolución de la situación.
"Expresarse y manifestarse es un derecho que respeto sinceramente (...), pero esas reivindicaciones y luchas se oyen mejor cuando se expresan con calma y responsabilidad", ha dicho la regidora, quien ha pedido a los manifestantes que cuiden París, porque es una ciudad "que pertenece a todos los franceses".
Restricciones a la circulación y al aparcamiento
Asimismo, se han retirado más de 2.000 elementos de mobiliario urbano y cientos de barreras para obras para evitar que sean usados como proyectiles.
También se aplicarán, desde primera hora de la mañana, restricciones a la circulación y al aparcamiento en zonas sensibles como la plaza del Arco del Triunfo o las de República y Bastilla, y se cerrarán también algunos mercados, gimnasios, jardines y edificios municipales de atención al público.
La Prefectura de Policía ha recomendado a los comerciantes de la zona de los Campos Elíseos que cierren sus puertas y accesos.
El aviso insta además a proteger los establecimientos de eventuales daños, algunos de los cuales, tanto comercios como entidades bancarias, han instalado paneles en sus vitrinas.
"Una movilización excepcional" de 89.000 agentes
El Gobierno prevé "una movilización excepcional" de 89.000 agentes de las fuerzas del orden en todo el país -frente a los 65.000 del pasado sábado-, de los cuales 8.000 estarán en París, donde se recurrirá a una docena de vehículos blindados de la Gendarmería especializados en desmontar barricadas.
El ministro de Interior, Christophe Castaner, ha subrayado la deriva violenta en las tres últimas semanas de los 'chalecos amarillos', manipulados a su juicio por "grupúsculos extremistas", y ha destacado a su vez la caída de la movilización.
Desde las 282.000 personas que la policía contabilizó en la primera jornada de manifestaciones, el 17 de noviembre, se ha pasado a los alrededor de 10.000 actualmente, "una pequeña minoría", en sus palabras.
El ministro ha insistido en los elementos que preludian un nuevo sábado con altercados que podrían ser más graves que hace una semana, como la posible presencia incluso de armas de fuego entre los manifestantes.
"Frente a la violencia sistemática, organizada, nuestras fuerzas responderán con firmeza", ha advertido Castaner. Su Gobierno no se ha cansado de repetir la consigna para que los 'chalecos amarillos' que se consideran pacíficos no vayan a París porque corren el riesgo de verse atrapados por la violencia.
Decenas de partidos de fútbol suspendidos
Además, se han suspendido decenas de partidos de fútbol por toda Francia, eventos festivos e incluso otras manifestaciones que estaban programadas desde hace tiempo.
Este viernes, el primer ministro francés, Édouard Philippe, recibió a una delegación de 'chalecos amarillos' considerados moderados, que se desmarcaron de la violencia y que reclamaron la intervención del presidente, Emmanuel Macron, con medidas concretas y rápidas, sobre todo para recuperar el poder adquisitivo.
"El presidente tiene que tener en cuenta todo lo que hemos planteado", señaló a la prensa Jacline Mouraud, una de las portavoces de los que se hacen llamar 'chalecos amarillos libres' tras el encuentro con Philippe, que se prolongó durante una hora y media.
Además, los 'chalecos amarillos libres' hicieron un llamamiento para que los manifestantes se queden en sus respectivas regiones y que continúen con sus movilizaciones en las carreteras, en las rotondas y en las autopistas pero de forma pacífica, evitando, de este modo, París, ante el riesgo de que las protestas vuelvan a degenerar en violencia.