May se enfrenta a una cuestión de confianza interna por el ala dura de su propio partido
- Al menos 48 tories han enviado cartas para cuestionar formalmente el liderazgo de la primera ministra británica
- La conservadora promete a sus compañeros que no se presentará a la reelección en los próximos comicios
La primera ministra británica, Theresa May, se ha enfrentado esta tarde a una cuestión de confianza impulsada por el sector eurófobo de su propio partido. El proceso ha obligado a suspender, de momento, los planes de la líder conservadora para negociar una solución de su acuerdo del Brexit con sus socios comunitarios que contente al Parlamento.
En una breve declaración a las puertas del número 10 de Downing Street, May se ha mostrado dispuesta a dar la cara y defender su liderazgo esta noche ante sus compañeros del Partido Conservador, a quienes ha prometido que, ni convocará elecciones generales, ni será la candidata del partido en los siguientes comicios, según han declarado diputados presentes en la reunión.
El presidente del Comité 1922, que reúne a los tories en la Cámara de los Comunes, Graham Brady, ha recibido las 48 misivas de los diputados (el 15% necesario) para convocar la votación interna, que se ha prolongado durante dos horas y cuyo resultado se conocerá a partir de las 21:00 hora peninsular española. Los 315 diputados conservadores -a los que se ha sumado por la tarde a los suspendidos Andrew Griffiths y Charlie Elphicke- deben elegir entre dos papeletas: "Confío en el liderazgo de Theresa May" o "no confío en el liderazgo de Theresa May", según ha explicado Brady.
Escenarios: liderazgo blindado o primarias
La moción es un proceso interno de la formación y no afecta a la aritmética parlamentaria del Gobierno. Para ganarla, May debe conseguir la mayoría simple (159 votos) y, si sale victoriosa, su liderazgo será incuestionable durante 12 meses. Con todo, una victoria por la mínima podría llevar a May a replantearse su liderazgo.
En caso de derrota, la primera ministra no podrá volver a presentarse a las primarias. Se abriría un nuevo proceso para elegir a un líder: en cada ronda de votación, los diputados van descartando un candidato y los dos últimos se someten al voto de los militantes del Partido Conservador. En este caso May deberá decidir si continúa al mando del Reino Unido o decide renunciar y buscar un primer ministro interino hasta que se resuelva el proceso.
Theresa May defendido su liderazgo ante sus compañeros con un discurso en el que ha reconocido su malestar y ha pedido unidad para no poner en riesgo el Brexit.
El Brexit, en manos de los conservadores
Los rumores sobre una posible cuestión de confianza contra el liderazgo de May cobraron fuerza en julio con la dimisión del exministro de Exteriores, Boris Johnson, y el exministro para el Brexit, David Davis. Pero la crisis interna en el partido, muy dividido entre el ala euroescéptica partidaria de un Brexit duro y los conservadores que abogan por un Brexit con acuerdo se ha agravado tras el acuerdo alcanzado por May en Bruselas.
El detonante de la cuestión de confianza ha sido la decisión de May de posponer la votación sobre su acuerdo en el Parlamento para evitar una previsible derrota e iniciar una ronda de contactos con líderes europeos, un gesto "humillante" para muchos de sus detractores.
La conservadora afronta una jornada decisiva para su liderazgo interno, en la que tratará de reunir los 158 apoyos necesarios entre sus diputados. Más de un centenar de aliados como el ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, o el ministro de Sanidad han hecho público su apoyo a la primera ministra, bien en redes sociales o en los medios; mientras que el líder del ala euroescéptica, Jacob Rees-Mogg, ha pedido "un nuevo primer ministro". Según la agencia Reuters, May ya contaría con 185 apoyos expresos, aunque la cifra podría variar a lo largo del día.
En cualquier caso, May ha advertido este miércoles de que el proceso, que se resolvería antes de Navidad, según Graham Brady, solo dividirá más al país en un momento tan delicado por el Brexit. Y aunque haya un nuevo líder tory, la UE lleva toda la semana avisando: no es posible cambiar el pacto y se prepara ya para un divorcio abrupto ante los acontecimientos en la política británica.
La inestabilidad política en el país ha fortalecido ligeramente a la libra (ha subido de 1,2484 dólares a los 1,2503 dólares), tras la caída por el aplazamiento de la votación del Brexit.
Precisamente, las relaciones entre el Reino Unido y Europa ya provocaron la caída de otros tres primeros ministros conservadores: David Cameron, John Major y Margareth Thatcher.