May busca en Bruselas ampliar garantías en el acuerdo del 'Brexit' pero no espera un "avance inmediato"
- Los Veintisiete han escuchado sus propuestas y estudian qué garantías pueden conceder para facilitar la ratificación en Londres
- El Gobierno británico confirma que el Parlamento votará el acuerdo del Brexit después del receso navideño
La primera ministra británica, Theresa May, ha reconocido que no espera que los Veintisiete socios de la UE le concedan de forma inmediata las garantías que necesita para que el acuerdo sobre el Brexit sea ratificado por la Cámara de los Comunes, pero confía en que puedan trabajar sobre ellas "tan pronto como sea posible".
"No espero un resultado inmediato, pero espero que podamos trabajar tan pronto como sea posible en las garantías", ha afirmado la primera ministra a su llegada a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) en Bruselas.
May, que el miércoles superó la moción de confianza planteada por el Partido Conservador, dijo que es consciente de las "grandes preocupaciones" de los diputados británicos, que temen que la salvaguarda para evitar una frontera estricta entre la provincia de Irlanda del Norte y la República de Irlanda termine siendo permanente.
La conservadora ha explicado a sus socios las "garantías legales y políticas" que considera necesarias para que el Parlamento apruebe el acuerdo de retirada. Después de una cena de trabajo, los Veintisiete abordan, ya sin May, la fórmula para ayudar en el proceso.
May ha admitido a los medios que su Gobierno está estudiando la posibilidad de una salida sin acuerdo, aunque también cree que "la mejor solución para ambos" es que el divorcio se realice con acuerdo.
La primera ministra británica decidió el lunes aplazar la votación (prevista el martes) del acuerdo en el Parlamento para evitar una más que previsible derrota que, salvo cambios, podría mantenerse de cara a la votación prevista para enero.
El Parlamento votará en enero
A pesar de las presiones desde la oposición laborista y el resto de partidos británicos, el Gobierno ha confirmado que el acuerdo no se votará en el Parlamento hasta después del receso navideño, a partir del 7 de enero.
La Cámara de los Comunes debe votar el texto antes del 21 de enero con el fin de respetar los plazos para que la salida de la UE se produzca el 29 de marzo de 2019.
De ser rechazado, el país podría verse abocado a un divorcio duro sin acuerdo con la UE, una opción que no interesa ni a Londres ni a Bruselas. Otra opción es que Londres decida prolongar el artículo 50 del Tratado de Lisboa para seguir negociando, un escenario al que Bruselas sí estaría dispuesto.
Encuentro "de última hora" con Tusk
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se ha entrevistado con May para mantener unos contactos "de última hora" antes del inicio de la cumbre. "Antes del Consejo Europeo me reuniré con la primera ministra Theresa May para unas "conversaciones de última hora", ha indicado Tusk a través de la red social Twitter.
La "gravedad" de la situación exige discutir sobre ello, dijo Tusk en su carta de invitación a la cumbre, en la que quiere que se avance también en la preparación de planes de contingencia en caso de que fracasen las negociaciones.
Escucharán a May y decidirán sin ella
Tras escuchar a May, los Veintisiete se han reunido para deliberar sobre las concesiones que pueden hacer para facilitar la ratificación en Londres, pero ya han dejado claro que no habrá una renegociación del acuerdo alcanzado el pasado 25 de noviembre
El bloque comunitario ha rebajado las expectativas de la primera ministra sobre una posible renegociación de las condiciones del divorcio, y varios de sus líderes, como el presidente francés, Emmanuel Macron, o la canciller alemana, Angela Merkel, han dejado claro que en ningún caso aceptarán reabrir el Tratado de Retirada que ha costado 17 meses consensuar.
El propio presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, ha dicho que hay voluntad de ayudar al Gobierno británico para "facilitar" la ratificación parlamentaria del texto, pero que "la cuestión es cómo hacerlo".
El escollo irlandés y un documento con "aclaraciones"
May ha intensificado esta semana los contactos con las capitales para intentar conseguir cambios en la red de seguridad para el Ulster (backstop), pero se trata de un mecanismo que los 27 consideran imprescindible y que ha sido pensado para evitar la vuelta a la frontera 'dura' en Irlanda que perjudique el proceso de paz en la isla.
Este mismo jueves, la primera ministra británica se ha reunido con el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, tras cancelar su encuentro el miércoles por la cuestión de confianza en Londres.
Londres reclama un texto legalmente vinculante, pero no está claro qué modelo de declaración política recibirá de los Veintisiete, que rechazan de plano cualquier formulación que pudiera alterar los límites del acuerdo.
Aunque no hay un texto sobre la mesa, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE a 27 aceptarían de buen grado ofrecerle a May algún tipo de documento con "aclaraciones", en el sentido de que es un instrumento de "último recurso" y que el compromiso es trabajar para no tener que recurrir a él, según diversas fuentes europeas.