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El Banco de España rebaja al 2,5% su previsión de crecimiento para este año y mantiene en el 2,2% la de 2019

  • El aumento del PIB seguirá moderándose en el futuro: crecerá menos del 2% a partir del año 2020
  • Se creará empleo a un ritmo inferior por la subida del salario mínimo y el déficit no bajará del 2% hasta 2021

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Cartel de entrada a la estación de Metro de Banco de España
El organismo económico considera que la actual situación política puede dificultar el proceso de reducción del déficit público y la adopción de reformas que aumenten el potencial de crecimiento.

El Banco de España ha rebajado en una décima su anterior previsión de crecimiento para este año, hasta el 2,5%, mientras que la mantiene en el 2,2% en 2019. Así figura en las últimas proyecciones publicadas este viernes por el organismo, que estima que el aumento del PIB seguirá moderándose en el futuro: en 2020 subirá un 1,9% -una décima menos de lo que estimaba en septiembre- y en 2021 lo hará un 1,7%.

La revisión a la baja del PIB se debe a que "el avance del producto en el primer semestre del año fue menor del estimado anteriormente", según el Banco de España, que difiere de las últimas previsiones del Gobierno, que considera que la economía crecerá un 2,6% este año y un 2,3% en 2019, y de la OCDE y de la Comisión Europea, que esperan que el PIB crezca un 2,6% este año y un 2,2% el que viene.

Los datos ofrecidos este viernes por el Banco de España sí que están absolutamente en línea con las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional.

14 horas - El Banco de España reduce una décima el crecimiento para 2018 - Escuchar ahora

La inflación, mientras, seguirá estando cerca pero por debajo del 2%. El Banco de España considera que será este año del 1,8% y del 1,6% los dos próximos ejercicios: se moderará, sobre todo, por la caída del precio del petróleo.

La creación de empleo se modera por la subida del salario mínimo

Además, el supervisor prevé que se siga creando empleo, pero que este aumento -"que fue muy elevado en los últimos años"- se modere y pase de crecer de un ritmo del 2,9% el año pasado al 1,6% en el próximo trienio. Insiste el Banco de España en que uno de los motivos es el incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros.

Al crearse menos empleo, la tasa de paro bajará a un ritmo menor. "Con todo, la creación neta de puestos de trabajo propiciará descensos adicionales de la tasa de paro, hasta situarse, a finales de 2021, ligeramente por encima del 12%", señala el organismo, una tasa superior a la que pronosticó en septiembre.

El déficit público no bajará del 2% hasta dentro de tres años

Respecto al déficit público, el Banco de España cree que este año se cerrará por debajo del 3%, en línea con la previsión gubernamental del 2,7%. Sin embargo, el organismo difiere de las previsiones del Ejecutivo para el siguiente trienio y advierte que no caerá del 2% hasta 2021, cuando será del 1,8% (momento en el que España se ha comprometido con Bruselas a que sea del 0,4%).

Para el resto de los años, prevé el supervisor que el déficit sea del 2,4% en 2019 (seis décimas por encima del objetivo que quiere aprobar el Gobierno) y del 2% en 2020, lo que son nueve décimas más que la estimación del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

El supervisor, además, matiza que la mejora proyectada del déficit descansará sobre los efectos favorables del ciclo económico, pero no por las medidas del Ejecutivo. Es decir, que no se reducirá el déficit estructural que, lejos de eso, "experimentará un empeoramiento" que se concentra "al inicio del horizonte de proyección".

Se modera el crecimiento, que descansa en la demanda nacional

Las proyecciones del organismo contemplan una "prolongación de la actual fase alcista del ciclo". El Banco de España espera que la economía siga creciendo por encima de su potencial impulsada por el "tono acomodaticio" de la política monetaria, la mejor situación patrimonial de las empresas y familias y el descenso del precio del petróleo.

La expansión del PIB continuará descansando en la demanda nacional, para la que, el Banco de España prevé una desaceleración en los próximos años. Por su parte, la contribución negativa de la demanda exterior neta de 2018 -que restará seis décimas- se moderará a partir de 2019 hasta tornarse levemente positiva en 2021.

El supervisor, no obstante, alerta de que los riesgos "se inclinan a la baja". Y pone el foco sobre todo en el exterior: en Italia, en el Brexit y en un resurgimiento de las tensiones financieras que se produciría por la combinación de las políticas económicas en Estados Unidos (y sus potenciales efectos sobre las economías emergentes) y de una hipotética escalada en la adopción de medidas proteccionistas, que afectaría al comercio.

En el interior, mientras, el organismo señala a la fragmentación parlamentaria "que podría dificultar la aplicación de reformas estructurales y ralentizar el proceso de consolidación fiscal" y a Cataluña, donde podría repuntar la incertidumbre.