Las negociaciones se alargan en la cumbre del clima por la falta de acuerdo
- Las diferencias en el grado de ambición de los bloques son el principal escollo que impide el cierre oficial de la cumbre
- Las delegaciones se vuelven a reunir este sábado con el objetivo de cerrar la letra pequeña para poner en marcha el Acuerdo de París
Las negociaciones continúan en la cumbre del clima (COP24) de Katowice (Polonia), un día después de que estuviera previsto su cierre oficial, que ha tenido que retrasarse ante la imposibilidad de los países de sellar un texto con la letra pequeña del Acuerdo de París.
El pleno de la conferencia se reanudó en la tarde del viernes y quedó suspendido poco después, ante las diferencias persistentes en torno a varios puntos del documento, que al inicio de la cumbre tenía como objetivo respetar lo acordado en Paris en 2015 y contener las temperaturas por debajo de los 2º.
La reapertura del pleno, fijada poco después de la suspensión para las 04.00 hora local (misma hora peninsular), fue posteriormente retrasada hasta las 10.00 hora local del sábado, en medio de una noche de negociaciones entre las delegaciones de los 197 países presentes en la cita.
Ya antes de la reapertura del pleno, el presidente de la COP24, Michal Kurtyka, había asegurado que se están haciendo todos los "esfuerzos" para lograr un acuerdo definitivo, un trabajo que calificó de "duro".
Tras doce días de negociaciones, la presidencia polaca difundió un borrador de 144 páginas en la madrugada del jueves al viernes que se recibió con cauto optimismo por las delegaciones.
No obstante, 24 horas después se mantienen las tensiones entre el bloque que aspira a avanzar más rápidamente en la lucha contra el cambio climático -con la UE, China y muchos países menos desarrollados y vulnerables- y quienes arrastran los pies en este ámbito, entre los que destaca EEUU.
La ambición del texto, principal escollo
Los principales escollos hacia el acuerdo tienen que ver con el grado de ambición que recoja finalmente el texto, la financiación de los países desarrollados a los menos desarrollados y vulnerables, y el Libro de reglas que, pese a ser común a todos, comprometa a los países en función de sus capacidades y emisiones históricas.
Otro de los problemas clave, ligado a la ambición, es cómo recoja el acuerdo el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), que insta a un cambio "urgente y sin precedentes" para frenar el aumento de la temperatura en 1,5 grados con respecto a niveles preindustriales.
Cómo se mencione este documento en el texto final es relevante -y ha sido objeto de controversia durante días- porque no es lo mismo que se asuma -implicaría aceptarlo como base científica del proceso- a que simplemente se tome nota de su publicación, como quiere EEUU, Rusia, Kuwait y Arabia Saudí.
Mientras las delegaciones discutían durante las doce jornadas de cumbre, activistas de todo el mundo se han unido en distintas protestas para reclamar justicia climática y medidas concretas para lograr mantener en 1,5 grados el incremento de la temperatura conforme a lo pactado en París.
El texto final de la COP24, la más importante desde la de París en 2015, debe servir para poner en marcha a partir de 2020 el Acuerdo de París, donde la comunidad internacional se comprometió a frenar el aumento de las temperaturas por debajo de los 2 grados.