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La era Trump

Trump defiende la decisión de retirarse de Siria pese al recelo que suscita en sus aliados

  • El presidente de EE.UU. asegura que Rusia no está feliz con la retirada, aunque Putin la ha apoyado públicamente
  • Los socios estadounidenses en la zona, Israel y las milicias kurdas, temen ahora una guerra

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que el Kremlin e Irán, entre otros, no están "felices" con su decisión de retirar las tropas de Siria, aunque su homólogo ruso, Vladímir Putin, ha apoyado públicamente la retirada.

El mandatario estadounidense ha dicho en Twitter que "Rusia, Irán, Siria y muchos más no están felices porque EE.UU. se vaya, a pesar de lo que las Noticias Falsas dicen, porque ahora tienen que luchar contra el (grupo terrorista Estado Islámico) EI y otros, a los que odian, sin nosotros. Estoy construyendo de lejos el Ejército más poderoso del mundo. ¡Si el EI nos ataca, están condenados!".

En este sentido, también se ha preguntado si EE.UU. quiere ser el "agente de policía" de Oriente Medio y ha apuntado que es momento para que otros comiencen a "luchar".

"¿Quiere EEUU ser el agente de policía de Oriente Medio, recibiendo NADA pero gastando vidas apreciadas y billones de dólares protegiendo a otros que, en la mayoría de los casos, no aprecian lo que hacemos? ¿Queremos estar allí siempre? Es momento para otros de luchar por fin...", ha enfatizado el presidente.

Este jueves, Putin ha expresado su apoyo a la decisión anunciada por Trump y ha enfatizado que la presencia de EE.UU. no es necesaria en Siria.

"Si EEUU ha decidido retirar sus tropas de Siria, entonces es el paso correcto ¿Es necesaria la presencia de tropas estadounidenses? No, yo creo que no", dijo Putin durante su multitudinaria rueda de prensa anual.

Miedo entre los aliados

La retirada estadounidense de Siria ha sido recibida con miedo por sus aliados en la zona, Israel y las milicias kurdas, que temen una guerra, y el apoyo total de Rusia y Turquía, que ven el camino más libre para sus intereses.

Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), alianza armada encabezada por las milicias kurdas que lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) con el apoyo de Washington, han advertido de que la retirada "afectará a la estabilidad y la paz mundial". La decisión supone un "un impulso político y militar sobre el terreno" para los yihadistas, han agregado.

Las FSD, lideradas por las milicias kurdas YPG, también temen que Turquía lance un operación militar en el territorio del norte del país bajo su control para arrebatárselo, como ya hizo con el cantón de Afrín, que suponga un baño de sangre para la población kurda de la zona. De hecho, la primera reacción de Ankara tras el anuncio de EE.UU. ha sido la de prometer que "enterrará" a los milicianos de las YPG en las zanjas que éstos han cavado en previsión del conflicto.

Las YPG "pueden cavar túneles o zanjas si lo desean, cuando llegue el momento oportuno serán enterrados en esas zanjas que han cavado. Que nadie lo dude", ha señalado el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar. "Ahora tenemos Manbech y el este del Éufrates frente a nosotros. Estamos trabajando intensamente en esta cuestión", ha afirmado Akar en unas declaraciones a la agencia semioficial turca Anadolu.

El mismo medio ha revelado que el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, habló por teléfono con su homólogo estadounidense, Mike Pompeo, poco después del citado anuncio de Washington, pero sin dar detalles sobre la conversación mantenida.

Reunión entre Turquía e Irán

Este jueves, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se reúne con su homologo iraní, Hasan Rohaní, que se encuentra de visita en Turquía, para hablar precisamente de la situación en Siria.

La presencia de Irán en la zona también despierta temores en el gran aliado de EE.UU. en la región, Israel, tras el anuncio de que los 2.000 soldados norteamericanos en Siria abandonarán el país.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado que Israel seguirá actuando "agresivamente contra Irán y sus intentos de establecerse en Siria" y ha añadido que sabe que tiene el "apoyo y respaldo de Estados Unidos", según un comunicado oficial.

Menos cauto que el primer ministro ha sido su extitular de Defensa Avigdor Lieberman, para quien la retirada de las tropas estadounidenses de Siria podría resultar en una guerra abierta entre Israel y las fuerzas apoyadas por Irán en ese país. El repliegue "aumenta significativamente las posibilidades de conflicto abierto en el norte, tanto en el Líbano como en Siria", ha dicho.

Apoyo de Rusia con dudas

Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, cuyo apoyo al régimen sirio ha sido fundamental para que el presidente, Bachar Al Asad, siga al frente del país, ha mostrado su apoyo a Trump, aunque con ciertas dudas. "Si EE.UU. ha decidido retirar sus tropas de Siria, entonces es el paso correcto", ha dicho Putin, aunque Rusia no tiene de momento "indicios" de que vaya a ocurrir pronto.

"EE.UU. está presente en, digamos, Afganistán. ¿Por cuánto tiempo? 17 años. Y casi cada año dicen que sacarán sus tropas. Por el momento, siguen allí", ha dicho.

Para él, la presencia de EE.UU., que ha tachado de "ilegítima", carece de sentido cuando todo apunta a que Siria se encuentra a punto de comenzar un proceso de solución política tras la guerra que comenzó en marzo de 2011.