Los medios nicaragüenses denuncian que son "el blanco en la nueva etapa de la represión de la dictadura de Ortega"
- El régimen de Ortega ha allanado este sábado otro medio de comunicación, su director y otros seis periodistas han sido detenidos
- Nicaragua atraviesa una crisis que ha dejado entre 325 y 545 muertos, 674 "presos políticos" y cientos de desaparecidos
El Gobierno de Nicaragua ha dado un paso más en su represión con el asalto a varios medios críticos, el último de ellos este mismo sábado. El periodista de El Confidencial de Nicaragua Néstor Arce ha denunciado en RNE que los medios "son el blanco en esta nueva etapa" y teme la desaparición de la prensa escrita en mes y medio debido a la falta de materiales.
Según ha explicado Arce, la policía de Ortega se ha llevado todos los equipos de El Confidencial y, debido a la ocupación del edificio donde se aloja su redacción desde hace más de una semana, ahora trabajan en unos estudios alternativos con materiales prestados facilitados por el único canal crítico que queda en el país, Canal 12.
Arce ha explicado que este mismo fin de semana ha tenido lugar el último asalto de "esta dictadura que ha sido acusada de crímenes de lesa humanidad". Según ha señalado el periodista nicaragüense, "el canal 100% Noticias ha sido ocupado también militarmente, su director, Miguel Mora, ha sido encarcelado y ha pasado a los juzgados en un juicio exprés", mientras que su jefa de prensa Lucía Pineda Ubau sigue detenida, "sin un paradero definido".
Temor por el futuro de la prensa escrita
Según Arce, el Gobierno nicaragüense está cerrando medios de manera directa, pero también indirectamente, debido a las trabas de la Administración que impiden que los medios funcionen con relativa normalidad.
El rotativo más antiguo del país, La Prensa, ha anunciado que solo dispone de material para continuar durante mes y medio, en una situación similar se encuentra la cabecera Nuevo Diario, mientras que El Nacional, diario de Venezuela, ya se ha retirado de circulación. Una situación que según Arce se debe a los problemas que está poniendo la Dirección General de Aduanas para retirar los materiales para poder producir.
"Si estas trabas se levantan, la prensa podría seguir saliendo en su edición impresa", ha asegurado Arce, que ha denunciado que están en "un nivel que estamos llegando ya casi a Venezuela".
Las redes sociales, última trinchera
"Lo importante es que las redes sociales e internet no están controladas" ha destacado Arce, quien ha señalado que son "la última trinchera", ya que es la vía de comunicación que queda a los medios de oposición.
Aunque Arce espera que el Gobierno "no se atreva a tocar las redes sociales e internet", no se muestra muy optimista, "es muy incierto para decir que lo puedan hacer", ha sostenido.
"La dictadura de Ortega y Murillo está siendo muy descabellada, están descontrolados y quieren seguir en su poder como sea", ha declarado el periodista.
8 meses de crisis
Desde el estallido social de abril pasado, Nicaragua atraviesa una crisis que, según organismos humanitarios, ha dejado entre 325 y 545 muertos, 674 "presos políticos", cientos de desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles en el exilio.
El Gobierno reconoce 199 muertos y 273 reos, que califica de "golpistas", "terroristas" y "delincuentes comunes".
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y la CIDH han responsabilizado al Gobierno de "más de 300 muertos", así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual, entre otras violaciones a los Derechos Humanos.
Ortega rechaza los señalamientos y aduce que superó un intento de "golpe de Estado", pese a que la Acnudh y la CIDH han informado que no existen pruebas de dicha teoría.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se iniciaron el 18 de abril pasado, tras 11 años de gobierno continuo, por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia debido al saldo mortal en las manifestaciones.